Un juez declaró que los delitos contra Carlos Ahumada ya prescribieron, por lo que quedó en libertad y volverá a Argentina.
Fátima Guadarrama
Un juez determinó que la sentencia de casi dos años que le falta por cumplir al empresario Carlos Ahumada, está prescrita, así como un pago de reparación de daño de 26 millones de pesos. De esta forma, el empresario argentino quedó en libertad, por lo que regresará a Argentina.
Así lo informó su abogado, Enrique Ostos, al salir del Reclusorio Norte, donde este martes se realizó la audiencia. Asimismo, comentó que Ahumada regresará a su país natal a trabajar y aseguró que no tiene procesos o investigaciones que le impidan salir de México.
¿Qué resolvió el juez?
El juez Rubén Godínez Cerón resolvió que Ahumada Kurtz no debe cumplir el año, 10 meses y 23 días ni la reparación del daño de 26 millones de pesos que acusaba la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, ya que también quedó prescrita porque ya pasaron 15 años.
Lo anterior, ya que, el juez Godínez señaló que las autoridades de la CDMX fueron omisas al no continuar con el proceso en su debido momento. Y es que refirió que no hicieron los trámites legales desde 2009 para solicitar dicho pago, por lo que con la prescripción, no podrán solicitarlos.
Que un delito haya prescrito significa que el Estado ya no tiene derecho a perseguir ni sancionar al presunto autor del delito. Esto se debe a que, si ha pasado un cierto período de tiempo desde que se cometió el delito y las autoridades no iniciaron un proceso legal, la pena ya no cumple sus finalidades de prevención general y especial.
El empresario salió de los juzgados sin dar declaraciones. Sin embargo fuentes ministeriales señalaron que, tras el fallo del juez, tomó la palabra y expresó:
“Le agradezco que usted halla resuelto en estricto apego a derecho”.
¿Cuáles fueron las acusaciones contra Ahumada?
En el año 2004, el empresario argentino se vio envuelto en un proceso legal causado por la difusión de videos en donde entregaba dinero a distintos políticos. Entre ellos, René Bejarano y Gustavo Ponce, colaboradores del entonces Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador.
A este caso se le conoció como los “videoescándalos“. Esto le ocasionó cargos de fraude por 30 millones de pesos en contra del gobierno capitalino por obras en alcaldías como Gustavo A. Madero y Tláhuac.
Después, Carlos huyó a La Habana, Cuba, aunque fue deportado a México donde lo encarcelaron durante dos años. Y salió de prisión el 8 de mayo de 2007.
Tras su liberación, regresó a Argentina en donde dirigió equipos de fútbol, pero fue detenido nuevamente en 2019 por la Interpol en Buenos Aires acusado por la Fiscalía General de la República (FGR) por el delito de evasión de impuestos contra la hacienda pública mexicana.
Finalmente, fue extraditado a México en julio de 2024 y este 27 de agosto, los cargos en su contra fueron desestimados por lo que quedó en libertad.
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