Históricamente las mujeres han luchado por sus derechos y la paridad de género para llegar a cargos importantes en la política de México.
Sumario
Escucha este especial con producción de Adria Aceves.
Claudia Téllez
Tras 200 años de vida independiente, la presidencia de la República será ocupada por primera vez por una mujer.
Claudia Sheinbaum Pardo, política, científica y académica mexicana es, a partir de este 1 de octubre, la presidenta de México después de 65 hombres que han ocupado el cargo.
Lucha por los derechos de la mujer
La lucha por los derechos de este sector de la población se remonta a 1824 cuando un grupo de mujeres, en Zacatecas, reclamó su derecho a votar. A partir de la década de los noventa impulsaron reformas para establecer cuotas de género hasta llegar a la participación equilibrada en muchos ámbitos durante 2019.
El derecho de las mujeres a acudir a las urnas primero lo reconocieron en Yucatán en 1923. Sin embargo, fue hasta el 17 de octubre de 1953 cuando pudieron votar y ser votadas en todo el país.
Ahora, en 2024, dos mujeres compitieron por la presidencia de la República con amplias posibilidades de obtener el triunfo: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.
El camino para llegar a este punto ha sido sinuoso y aún hay importantes retos que enfrentar para garantizar plenamente los derechos de todas las mexicanas y, así, alcanzar una sociedad igualitaria.
¿Qué significa tener por primera vez una presidenta?
Especialistas, legisladoras y activistas coincidieron que es un mensaje poderoso la llegada de una mujer a la presidencia porque implicó una lucha de décadas.
Olga Sánchez Cordero, ministra en retiro y diputada federal de Morena, resaltó que México —incluso desde la conquista— nunca había tenido a una mujer gobernante:
“Hablan de 200 años de México independiente y de estar gobernado todo el tiempo por varones, pero yo me remonto a 500 años, 500 años desde la colonia, y desde entonces nunca habíamos tenido una mujer gobernante, ni una virreina gobernante, ni mucho menos. Sor Juana Inés tuvo que irse al convento a seguir estudiando y a seguir escribiendo.
Entonces, ¿qué significa? Que después de una lucha de generaciones y generaciones, estamos viendo ya una luz brillante en nuestro camino de lucha que es que llegara a la presidencia de la República una mujer”.
Cordero añadió que la ciudadanía nunca debe bajar los brazos en la lucha de las mujeres:
“Nunca, y te voy a decir porqué no. No podemos dejar de luchar porque el conservadurismo y la derecha está el acecho para volver regresivos nuestros derechos y libertades y eso no lo vamos a permitir. No vamos a permitir que ellos nos restrinjan los derechos o que nos vayan a disminuir en nuestra lucha”.
Karolina Giles, catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expresó que la llegada de una mujer a la presidencia de la República debe festejarse porque simboliza el avance de la igualdad de género en el país:
“Sin duda es un hecho histórico y es un hecho positivo que México logre por fin, después de tanto tiempo y tantos esfuerzos de las propias mujeres, primero, conquistar el voto y después, por ir conquistando los espacios de poder que fueron los legislativos, y poder en este momento conquistar la presidencia de la República.
Creo que simboliza el avance que hemos estado construyendo en términos de la igualdad de género en nuestro país, es una ruta, un proyecto de igualdad que todavía no concluye”.
Si bien, afirmó, que es un hecho trascendente para el feminismo, no cierra la lucha por la igualdad:
“Es un momento histórico que es muy importante para el feminismo y para la lucha feminista, pero eso no quiere decir que se cierre el camino o la lucha por la igualdad, que con eso todos los problemas se resuelven como por arte de magia, que la propia presidenta enfrentará muchos retos en su gestión, en su ejercicio del poder, y pues muchos de esos retos tienen que ver con la construcción de una sociedad más igualitaria”.
Para Ivonne Acuña, académica del Colegio de México (Colmex) hay avances importantes en la lucha de las mujeres, pero aún existen retrocesos:
“Efectivamente, la deuda es mucha, en otros ámbitos, por ejemplo, en lo que tiene que ver con la misoginia, la seguridad, la violencia hacia las mujeres, los feminicidios. Siguen habiendo deudas también laborales, en las que algunas mujeres, obreras, sobre todo, continúan pagándoles menos que a los hombres, incluso en un 30% por el mismo trabajo, que a pesar de ser contra ley, en algunos casos, les piden pruebas de maternidad o de no maternidad al momento de contratarlas.
Son muchas las deudas, pero hay un avance creo yo. Hay retrocesos, por ejemplo el aumento de la violencia contra las mujeres, las desapariciones, la trata y demás son fenómenos que se han agravado con el tiempo y pues es una deuda muy grande”.
Señaló que la exjefa de gobierno tiene la capacidad y experiencia para delinear políticas públicas y enfrentar retos, así como para mantener su autoridad durante su administración.
Consideró importante que la paridad exista desde la política porque se dictan leyes y modifican procesos:
“Y muy importante, también por supuesto, que las mujeres que lleguen a la política piensen en las mujeres. En este caso, la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum comenzó a delinear, una vez que ganó la votación, la elección presidencial, a delinear esa agenda de las mujeres, incluso a declararse a feminista que no lo hizo en campaña”.
La coordinadora del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados, Noemí Luna confió que la presidenta legitime su presidencia con autonomía y políticas públicas con visión de género:
“Pero que la próxima presidenta de la Republica legitime su presidencia con base en un ejercicio maduro y eso implica que también haya políticas con visión de género. Eso significa que sea ella quien decida y que no regresemos el tiempo del Maximato donde ella está sentada en la silla presidencial y sean varones quienes sigan decidiendo en este país.
Sí es un mensaje potente, sí es para festejar, sin duda y lo digo como mujer, más allá de mi filiación partidista, pero, al final del día, mientras haya una sola mujer violentada por el hecho de ser mujer, el reto sigue existiendo”.
Sin embargo, advirtió que de nada servirá que haya más mujeres en la política y en la toma de decisiones si no se transforma la vida de las mujeres:
“El reto es que no haya una brecha de desigualdad entre los salarios de un hombre y una mujer. El reto es que una mujer pueda aspirar a desarrollarse en cualquier profesión sin que tenga el hándicap del género. El reto es que no haya feminicidios.
El reto es que las mujeres originarias de pueblos indígenas puedan vivir en un Estado de Derecho y que se avance en una igualdad y en una vida más digna para hombres y mujeres por igual y no por una cuestión de género”.
Ivonne Ortega, coordinadora de Movimiento Ciudadano en San Lázaro y primera mujer que gobernó Yucatán, confió que la sensibilidad de una mujer se traduzca en políticas públicas:
“Yo tengo esperanza que la sensibilidad de la mujer pueda no sólo que ya se rompa el techo de cristal respecto al cargo sino que se rompa en donde las mujeres hoy no tienen oportunidades, aunque hayamos hoy aquí en este Congreso 250 mujeres diputadas y 250 hombres”.
Consideró que el reto de la presidenta es lograr el acompañamiento de todas las mujeres, más allá de colores partidistas, para impulsar reformas a fin de empoderarlas:
“Creo que es el momento de subir los brazos junto con la presidenta porque hoy ella tiene en su bancada la mayoría y podemos hacer muchas reformas que pueden ayudar a empoderar a las mujeres y que puedan tomar decisiones por si mismas. El principal reto creo que va a tener que ser esta parte de que es la primera mujer, pero ahí tenemos que fortalecerla todas.
A mi me tocó ser la primera mujer gobernadora (Yucatán) y las mujeres me apoyaron, me respaldaron en mi gobierno, no solo en la elección, sino en mi gobierno. Yo creo que, si hace esta empatía con las mujeres y resuelve los temas que las mujeres estamos esperando, pues va a tener el respaldo y el acompañamiento”.
Mujeres en la política
La presencia y liderazgo de mujeres en política y en puestos de decisión avanzó en la última década.
Actualmente las Cámaras de Diputados y Senadores tienen una composición paritaria y, para el final del año, habrá 13 entidades gobernadas por mujeres.
Además, el Poder Judicial está presidido por la ministra presidenta Norma Piña, el Instituto Nacional Electoral (INE) por la consejera Guadalupe Taddei y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) por la magistrada Mónica Soto.
En el gabinete presidencial 10 mujeres estarán al frente de Secretarías de Estado, entre ellas Gobernación, Medio Ambiente, Cultura y Energía.
Mujeres en momentos cruciales de México
Durante la Independencia, mujeres como Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, María Ignacia “La Güera” Rodríguez de Velasco, Manuela Medina “La capitana”, Petra Teruel de Velasco o Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín desempeñaron un papel importante en el movimiento.
En la Revolución Mexicana también hubo una importante participación de mujeres como combatientes, líderes, periodistas, enfermeras y cocineras o incluso aportando con financiación.
Entre ellas se encuentran:
- Carmen Serdán.
- Hermila Galindo Acosta.
- La generala y soldadera, Carmen Vélez.
- La periodista, Elisa Acuña Rosseti.
- Adela Velarde Pérez, quien formó un grupo armado de mujeres.
- Avelina Villarreal de Arriaga.
- Celia Espinoza Jiménez, enfermera y diplomática.
Esto es una muestra de que la historia de las mujeres en la política mexicana se ha ido fortaleciendo a través de los años.
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