María del Carmen Volante denunció que la Guardia Nacional llegó con un retraso de más de tres horas a la búsqueda de su hija Pamela Gallardo.
Conoce la historia de la madre buscadora María del Carmen Volante.
Perla Miranda
De madrugada, María del Carmen Volante empaqueta botellas de agua, prepara un sándwich y los empaqueta con una manzana. También alista una bolsa con dulces que repartirá a todas las personas que la acompañan a ella y a su famila a la zona del Ajusco para buscar a su hija Guadalupe Pamela Gallardo Volante, desaparecida desde hace cinco años.
Para Carmen, ir a esa zona volcánica de la alcaldía Tlalpan, en la Ciudad de México, es regresar al cinco de noviembre de 2017, cuando le dijeron que su hija de 23 años fue vista por última vez en el kilómetro 13.5 de la carretera Picacho-Ajusco, tras asistir a un festival de música electrónica.
“Autoridades se perdieron en el camino”
Hacer una búsqueda de campo no es fácil, relata la madre. Por esta esperó siete meses y realizó incontrables trámites ante la Comisión de Búsqueda de la Ciudad de México. Por eso se enciende cuando nota que elementos de la Guardia Nacional, del cuerpo de bomberos y personal de la fiscalía encargada de llevar a dos binomios caninos no llegaron al punto de encuentro.
Considera una falta de respeto que el recorrido esté programado para iniciar a las ocho de la mañana, pero cerca de las nueve el comisionado de búsqueda capitalino, Enrique Camargo, suponga que las autoridades ausentes se perdieron en el camino.
Reprocha que no exista un plan de búsqueda, pero resalta que ni la indolencia ni las omisiones apagarán su voz y exigencias por que el gobierno haga bien su trabajo:
“Como que a ellos no les importa y no quiero que les importe, pero que hagan un trabajo. Ya no vamos a seguir contemplando que una fiscalía, que decimos que es especializada, no tenga la especialidad que requerimos. ¿Sabes cuánto tardamos para entrar a esta zona? No fue una búsqueda bien hecha, cuando estuvimos luchando durante siete meses, porque los que mandaron de Fiscalía de Desaparecidos no sabían el contexto, no sabían en dónde buscar. No sé cómo vamos a desarticular eso las mamás”, dijo Carmen.
“Yo como mamá de Pamela siempre he exigido que tienen que aprender y que tienen que enseñar, pero parece que nada más los trajeron para dar balazos, no sé. No entiendo su forma de búsqueda, su forma de acompañamiento de la policía de investigación”
Las fricciones entre Enrique Camargo, comisionado de Búsqueda capitalino y María del Carmen no cesan. Al detallar el itinerario, el funcionario contempla abandonar el sitio a las 13:00 horas, mientras que la madre planea buscar hasta las 15:00 horas, aprovechar lo más que se pueda el día antes de la lluvia.
Jornada de búsqueda sin personal especializado
Además, el perímetro de búsqueda no fue delimitado por las autoridades. Quienes lideraban las células de búsqueda no sabían qué buscar, e incluso Carmen y Araceli Osorio, mamá de Lesvy, tuvieron que pedir a trabajadores de la Comisión de Búsqueda de la Ciudad de México dejar los lugares donde solo había piedra volcánica y buscar en donde hubiese tierra removida, pero la petición fue ignorada un par de ocasiones.
Alan Piñón, abogado de la familia Gallardo Volante, acusó que no acudió personal especializado, que no se contó con detector de metales, con perros rastreadores y mucho menos con voluntad para trabajar en equipo con aquellos que asistieron a la búsqueda.
“Tienen algunos peritos, pero eso no es suficiente. Para cubrir un campo de este tipo debe haber una coordinación, debe estar delimitado el campo. Todo se debe basar en un plan de búsqueda donde se diga: ‘Estas áreas se van a cubrir por tantas personas, estas por otras personas’. Parece ser más una simulación está búsqueda para cubrir el requisito de ley y ya. Como dice la señora Carmen, se ha trabajado más de siete meses para lograr esta búsqueda. Al final de cuentas, no llegó personal especializado, no llegó la Guardia Nacional, los binomios”
Cerca de las 12:30 horas, personal de la Guardia Nacional hizo acto de presencia con el argumento de que no se le hizo tarde, sino que a última hora se les solicitó acudir a la zona del Ajusco. Minutos después se hizo presente un grupo de bomberos y un elemento de la fiscalía llegó con un perro rastreador. Pero apenas veinte minutos después empezó a llover y la búsqueda fue detenida.
Hermanas por el mismo dolor
A parecer de Patricia Hernández, quien por más de 11 años ha buscado a su hijo Juan, la jornada no tuvo “ni pies ni cabeza”, pero toma la mano de Carmen y le recuerda que no está sola; que a su voz se unen las de miles de madres con el mismo sueño: encontrar a sus hijos.
“Estas mamás me han enseñado. Araceli Osorio, ella me ha enseñado mucho; las compañeras como la maestra Norma. Ver su fortaleza, ver su caminar. Ella me detiene a que no me desborde de llanto, a que no me desborde de dolor porque ella ya lo vivió. Se convierten en parte de nuestra familia, de las madres que buscamos a nuestras hijas. Unas hermanas por el mismo dolor de desaparición“.
Resguardada de la lluvia, Carmen lamenta el retirarse con las manos vacías y cuenta que todos los días extraña a su hija, que lo que más desea es prepararle de nuevo enchiladas verdes o lasaña, sus platillos favoritos. Después respira hondo. El olor a tierra mojada le recuerda el aroma de Pamela; lo que dice es motivo suficiente para seguir buscándola.
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