En Estados Unidos, el presidente Donald Trump aprobó el comienzo de redadas en hospitales, escuelas e iglesias para deportar migrantes.
Guillermo Arroyos
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó el pasado 21 de enero las redadas en hospitales, escuelas e iglesias para detener a personas migrantes, lo cual estuvo prohibido durante la administración de Joe Biden.
Esto, luego de que el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Benjamine Huffman, emitió dos directivas para acabar con lo que denominaron como “invasión” al sur del territorio estadounidense.
El nuevo gobierno de Trump aseguró que la medida permitió que “los criminales” estuvieran ocultos de la ley en estos recintos.
Por su parte, Thomas Homan —el llamado “Zar de la frontera” a quien Donald Trump designó como director del Servicio de Inmigración y Aduanas— confirmó en una entrevista para el medio CNN, que comenzaron las redadas en diferentes puntos del país.
“Bueno, quiero dejar claro que lo que llaman ‘redadas’ tiene como objetivo reforzar las operaciones. Ellos saben bien a quién buscan, ellos saben dónde encontrarlos, así que, de nuevo, estas son operaciones bien planeadas e investigadas, así que tienen mucha información para buscarlos.
Todo un equipo de oficiales está ahí para garantizar la seguridad. Esto sucederá en todo el país, no revelaré los lugares específicos por una cuestión de seguridad, pero el ICE regresó a hacer su trabajo de manera efectiva desde hoy como hace años”.
Miedo y denuncias contra Trump
En entrevista para IMER Noticias, Elvira Arellano, activista mexicana que trabaja en defensa de los derechos humanos de las personas migrantes en Chicago, donde ocurrieron los primeros operativos, reveló que cientos de personas no asistieron a sus trabajos por miedo a ser detenidos:
“Las familias y la comunidad están muy preocupadas por lo que está pasando con esta política antimigrante, racista y discriminatoria del presidente Donald Trump. Y, recordemos que las amenazas fueron que Chicago es una ciudad santuario y aquí comenzarían las redadas y deportaciones”.
La activista pidió a las y los mexicanos exigir a los legisladores estadounidenses que impulsen políticas para defender sus derechos, ya que, dijo, “trabajan y pagan impuestos como todos los ciudadanos”:
“¿Cómo es posible que el estado de Illinois tiene 17 congresistas, 14 de ellos son demócratas, 3 son republicanos y los 2 senadores son demócratas y cómo puede ser posible que de aquí en Illinois no ha salido ninguna propuesta de reforma migratoria que beneficie a los 11 millones de indocumentados?
Es tiempo de demandar a los congresistas y senadores una propuesta de ley de reforma migratoria bipartidista”.
En este sentido, 18 estados de la Unión Americana, entre ellos Nueva York, New Jersey, California y Massachusetts, presentaron una denuncia en contra de la decisión de Trump de acabar con la ciudadanía por nacimiento. La medida pretende que las hijas e hijos de migrantes nacidos en su territorio no sean tratados como ciudadanos de Estados Unidos.
Finalmente, Arellano recordó que el Gobierno de México, en coordinación con su red de Consulados en Estados Unidos, puso en marcha una estrategia para apoyar a los connacionales ante las eventuales deportaciones.
“Nuestra presidenta Claudia Sheinbaum ha dado instrucciones para que en los Consulados se trabaje para proteger a aquellas personas que enfrenten este proceso de deportación o arresto.
Y, también, yo quiero hacer el llamado a las personas que son mexicanas parta que, si tienen una orden de deportación, que protejan sus finanzas a través de la Financiera para el Bienestar (Finabien).”
Hasta el momento, Washington no reportó la cifra de personas detenidas, ni los estados donde ejecutaron las primeras redadas.
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