Expertos consideraron que el nuevo gabinete de Donald Trump está compuesto por “halcones”, funcionarios con políticas antimigrantes.
Escucha el especial con la producción de Gema Hernández.
Natalia Matamoros
Los halcones son aves conocidas por su rapidez y agresividad para cazar a sus presas. Su capacidad para ejercer presión una vez que las capturan con sus garras puntiagudas y fuertes, las convierten en uno de los depredadores más rapaces y astutos del reino animal.
El nuevo gabinete de Donald Trump, de acuerdo con la opinión de internacionalistas y expertos en política exterior, está compuesto por “halcones“. Es decir, que muchos de sus miembros tienen una inclinación hacia políticas más duras en temas de defensa y relaciones exteriores.
Ellos tienen una postura a favor de las intervenciones militares y de confrontación con países como China, Cuba, Nicaragua y Venezuela, así como un enfoque más agresivo en términos de política exterior.
Estos nuevos integrantes, bajo la perspectiva de Jorge Aljovin, analista político y consultor, son requeridos por su firme y estricta visión de políticas migratorias, comerciales y de seguridad, más que por sus capacidades de diálogo y negociación. Ellos prefieren la confrontación ante la diplomacia, lo cual, a su juicio, podría generar tensiones en las relaciones con México y otros países del hemisferio:
“Estos halcones finalmente estarán vigilantes sobre todo en la implementación de estas políticas más duras de Donald Trump, en cuanto al tema comercial, flujos migratorios y, sobre todo, ahora apoyando a esta pretensión expansionista por parte de Trump. Lo hemos visto en los últimos días en Groenlandia, en el Canal de Panamá y amenazando a otras naciones.
Por lo tanto, lo que hemos visto es un gabinete bastante controvertido, donde varios tienen acusaciones, pero el presidente Trump prefiere lealtad que capacidad en su gabinete”.
Marco Rubio: aliado firme y polarizado
Uno de sus integrantes clave en su equipo es Marco Rubio, designado como nuevo secretario de Estado, y quien es hijo de migrantes cubanos. Como senador republicano tuvo una postura firme en contra de los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Por ello, esperan que agudice la confrontación contra estas naciones a las que califica como “una amenaza para la democracia en el continente”.
Rubio, según Aljovin, ha sido defensor de políticas más estrictas contra la migración y de medidas para combatir la influencia comercial de China en América del Norte y Latinoamérica.
También manifestó su preocupación por la operatividad y la expansión de los cárteles mexicanos. Y, en su nuevo cargo, pudiera ejercer presión contra México para poner en marcha políticas más severas en materia de seguridad y combate contra el tráfico de fentanilo:
“Por lo tanto, tendrá una dura tarea, por ejemplo, en el caso de México en su relación con nuestro país. Sobre todo por las acusaciones que en los últimos días hubo sobre el tema de la presencia del crimen organizado, la producción de fentanilo.
No creo que habrá un punto de encuentro, y lo que finalmente ocurrirá será un Marco Rubio mucho más polarizado, recalcitrante y que buscará imponer la agenda América Latina. Lo que también veremos con Rubio es como se va a ir justamente en este papel de secretario de Estado, cómo se va a posicionar en relación con el tema venezolano que me parece que va a tener una agenda más prolífica”.
Te recomendamos: Desde saturación hasta inseguridad: crisis en refugios para migrantes
Política antimigrante
Otra de las figuras que hará equipo con Trump a su regreso a la Casa Blanca es Kristi Noem. A partir del 20 de enero, asumirá el rol como secretaria de Seguridad Nacional. Perteneció a la Cámara de Representantes de Estados Unidos entre 2011 y 2019. Posteriormente, se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de gobernadora de Dakota del Sur desde el 2019 hasta la fecha.
Es una de las fichas más leales de la nueva administración de Trump y pertenece al ala más extremista del Partido Republicano.
Inclinó su discurso a la implementación de una feroz política antimigrante al manifestar que “el presidente Trump deportará primero a los migrantes más peligrosos que Kamala Harris y Joe Biden dejaron entrar al país”. Además, consideró que “no pertenecen a los Estados Unidos y no los dejarán volver”.
Noem hará mancuerna con Thomas Homan, expolicía y exdirector del Servicio de Inmigración y Aduana entre enero de 2017 y junio de 2018. Participó en la política de separación de familias en situación irregular, en la que las y los niños que cruzaron la frontera sur fueron separados de su padre o madre para ser procesados legalmente.
Homan será el nuevo “Zar de la frontera”.
Prometió hacer arrestos selectivos de migrantes y ordenó la mayor deportación en la historia de Estados Unidos. Sin embargo, el internacionalista José María Ramos puso en duda los compromisos asumidos por Noem y Homan sobre concretar expulsiones masivas de migrantes porque, estimó, no hay condiciones para ello:
“Yo no creo, no existen las condiciones legales, ni burocráticas, económicas y financieras para una deportación masiva en el corto plazo, en especial a partir de la evidencia que tenemos de que Biden expulsó mucho más que Trump y un poco más que Obama. Existen restricciones legales y operativas.
Lo máximo que pudiera deportar el nuevo gobierno de Trump, son los mismos números que tenemos: cerca de 20 mil personas por mes, es decir, estamos hablando cerca de mil 300 a mil 500 personas por día y no se pudo hacer más por esas restricciones burocráticas, no tiene personal, no tiene recursos. Implicaría la cooperación con terceros países. México se va a negar a eso”.
Johnson buscará negociar
Trump incorporará en los próximos días a Ronald Johnson como embajador de Estados Unidos en México. Fue oficial del Ejército y miembro de la comunidad de Inteligencia, así como embajador de Estados Unidos en El Salvador durante el primer período de gobierno de Trump.
Coincidirá en trabajar con una política antimigrante para presionar a México a reducir el flujo de extranjeros hacia Estados Unidos, así como para hacerle frente al tráfico de drogas y armas.
A diferencia de Ken Salazar, su antecesor, Johnson tendrá una posición más contundente y extrema frente a estos temas. Pese a ello, la ventaja es que su principal herramienta será la negociación, según el experto José María Ramos:
“Va a haber dos actitudes: una línea hard y otra línea soft que finalmente van a tratar de orientarse al logro de objetivos que es el reto que tiene México. Más negociado, más concertado y atender las prioridades y las demandas que están generando en ambas sociedades el alto consumo de drogas”.
Te recomendamos: Trump y los riesgos contra la seguridad económica de las mujeres
Rudeza contra los cárteles
El nuevo asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, destacó en la lista de los más extremistas dentro del círculo que rodea a Trump. En su época de boína verde obtuvo cuatro estrellas de bronce y fue el primer exmilitar de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos en llegar a la Cámara de Representantes. También sirvió a la Casa Blanca y al Pentágono.
Para él, China representa una amenaza y una sombra que alcanza desde la industria tecnológica hasta los derechos humanos. Es crítico de las políticas inclusivas del Ejército, por lo que sus prioridades están orientadas a preparar soldados fuertes y no sensibles.
Encima, consideró a los cárteles del narcotráfico como terroristas y pedirá que sean atacados con mayor rudeza.
El analista Arturo Ponce consideró que, en una época de tensiones globales como la actual, hay que esperar a ver qué sucede una vez que Trump asuma su cargo:
“Incluso desde la propia administración de Obama hubo voces al interior de su gobierno tratando de señalar que si no dio una mejor cooperación entre México y Estados Unidos, habría que señalar estos actos y hechos como actos terroristas.
En su momento no se hizo, vamos a ver qué va a suceder. Yo prefiero aquí ser muy cauto y decir ‘prefiero ver qué sucede’. Es un señalamiento político, por el momento, porque no están actuando. Es decir, no es un Gobierno todavía, pero vamos a ver lo que suceda. Si lo dice y lo hace, se tienen que encontrar los puntos de coincidencia en donde se debe trabajar para evitar roces”.
En busca del liderazgo militar
A la lista de halcones se suma la figura de Pete Brian Hegseth, a quien Trump propuso como secretario de Defensa. Fue oficial de la Guardia Nacional del Ejército y militar en la bahía de Guantánamo.
Fue duramente criticado por sus opiniones sobre las mujeres militares, razón por la cual los demócratas no lo consideraron apto para ejercer el liderazgo militar.
Este personaje hizo campaña para que el Ejército recibiera más presupuesto y, así, convertirlo en el más potente del mundo. Al respecto, el experto en política exterior, Arturo Ponce, sostuvo que tendrá un escenario complejo al querer imponer a Estados Unidos a la cabeza en materia militar, económica y política:
“Si la prioridad debe ser mantener a Estados Unidos como la primera potencia económica, política y militar, tienen que echar mano ahora de la innovación tecnológica.
Las Fuerzas Armadas siempre han estado en constante evolución y organización, pero hoy más que nunca, frente a enemigos de la talla de Rusia y China, pues tienen que mejorar enormemente. Ese es uno y también debe definir con claridad dónde están sus prioridades en materia de seguridad internacional”.
Te recomendamos: Migrantes esperan con temor e incertidumbre el regreso de Trump
Amenaza con imponer orden en Latinoamérica
El reciente nombramiento de Mauricio Claver-Carone como enviado especial del Departamento de Estado para América Latina completa el cuadro de halcones. Fue presidente del Banco Interamericano de Desarrollo entre el 2020 y 2022.
También desempeñó cargos en el Departamento del Tesoro y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Fue Asistente Especial del presidente y director principal de la Dirección de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Al igual que el resto, mantuvo una postura rígida en contra de la migración y asumirá el liderazgo en la lucha contra el narcotráfico y los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Claver sugirió aplicar el arancel del 60% sobre bienes chinos en Estados Unidos y aseguró que pondrá orden en Latinoamérica.
Por su parte, el internacionalista Jorge Aljovin consideró que es un discurso retórico, lejos de convertirse en una realidad porque su prioridad es otra:
“La prioridad está en otros lados, en la renegociación del propio T-MEC, que en su momento vendrá en el 2026. Lo que estamos viendo, más bien, es un endurecimiento con Canadá que también ha señalado el futuro sucesor de Justin Trudeau.
Creo que esa agenda que se está planteando para América Latina, habla de las bases de Donald Trump, pero no se materializará porque sus frentes estarán en otros lados. Estarán en Canadá, en México por la renovación del T-MEC, estará tal vez en el Canal de Panamá por lo que importa para el comercio internacional, estará en Groenlandia o estará en otros países como Rusia”.
¿Adiós a la cooperación global?
Trump continuará con políticas que prioricen la defensa de los intereses de Estados Unidos, lo que probablemente tendrá repercusiones importantes en las relaciones con México y el resto del mundo. Especialmente en términos comerciales, migratorios, diplomáticos y de seguridad.
Esto podría resultar en una mayor polarización a nivel internacional, tensiones comerciales y diplomáticas así como en un debilitamiento de las instituciones multilaterales que buscaron promover la cooperación global.
Si bien algunos sectores estadounidenses podrían beneficiarse de estas políticas, a nivel global las implicaciones podrían ser complejas y generar nuevos roces en las relaciones internacionales.
De esta manera, México deberá manejarse con mano izquierda al buscar el diálogo y la conciliación, de acuerdo con la recomendación de los expertos.
Te recomendamos:
Desde saturación hasta inseguridad: crisis en refugios para migrantes