Tres expertos analizan la ríspida relación entre el órgano electoral, los partidos y el gobierno de López Obrador y llegan a una conclusión: dirimir los problemas en los cauces institucionales y evitar la descalificación.
Escucha la mesa de análisis moderada por Elia Baltazar.
A ningún actor político le conviene descalificar al INE, como árbitro electoral, coincidieron tres voces expertas en una mesa de diálogo realizada por IMER Noticias.
Eduardo R. Huchim, ex consejero electoral del otrora Instituto Electoral del Distrito Federal; Fernando Ojesto Martínez Manzur, catedrático de la Facultad de Derecho de la UNAM, y René Torres Ruiz, profesor investigador del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, hablaron acerca del proceso electoral en México, en el que se juegan 21 mil cargos, y de las fricciones entre el INE, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y el partido Morena.
Coincidieron en que el proceso electoral se está caracterizando por esta tensión entre la autoridad electoral y los actores políticos y recomendaron dirimir las diferencias en las instancias correspondientes, en abono a la democracia del país.
“Esto yo lo veo como un problema que debiera desmontarse, porque resulta que se está dando en un proceso electoral atípico, sin precedentes, y no solamente por el hecho del número de cargos públicos en disputa, sino también por el hecho de que está desarrollándose en medio de una pandemia que ha puesto de cabeza al país y al mundo y en este contexto de unas elecciones ya de por sí atípicas, subrayadas también por una crisis económica derivada de la pandemia, lo menos que nos hace falta es una rispidez entre las relaciones del árbitro con los jugadores”, dijo Eduardo R. Huchim.
El exconsejero llamó a las partes a mantener una actitud sensata, frente a un panorama indeseable para el país.
Para Fernando Ojesto Martínez Manzur, los ataques contra el árbitro electoral son preocupantes, pues se trata de un órgano que ha realizado varias elecciones y que goza de la confianza de la ciudadanía en esta tarea.
“No hay que perder de vista que la organización de elecciones que hace el INE es una cuestión técnica y en ese sentido creo que a ningún actor político le conviene descalificar al árbitro electoral, creo que hay que buscar que los problemas y los conflictos electorales se resuelvan por los caudales institucionales”.
Por su parte, el investigador René Torres consideró que las fricciones corresponden a un largo periodo de la historia política de México, incluso desde el desafuero de Andrés Manuel López Obrador en 2004 que, a la fecha, le ha generado muchos seguidores al ahora mandatario y están dispuestos a enfrentar a aquellas personas que lo critican.
“Este es un problema en donde yo creo que existen responsabilidades tanto en el gobierno de la República, actualmente encabezado por el presidente López Obrador, como por parte de la oposición toda –empresarios, intelectuales, partidos políticos, sociedad civil– y creo que hay ahí una responsabilidad compartida de diversos actores, en donde efectivamente no se está mostrando una capacidad de diálogo, de entendimiento, de reconocimiento de las otras partes, en donde pudiese construirse un espacio intermedio de resolución de conflictos para poder avanzar en la agenda política, en la agenda legislativa, en la agenda ciudadana, y ese es un problema”.
De acuerdo con Eduardo R. Huchim, hay algunas cosas que cambiar en los procesos electorales de México, sobre todo en lo que tiene que ver con el financiamiento público y privado para los partidos y el financiamiento directo al órgano electoral. En sus propias palabras, el costo de la democracia en México es muy alto y hay consejeros a los que les gana su convicción ideológica.
“Yo creo que la institución INE tiene que ser preservada y tiene que ser defendida porque, en cuanto a lo técnico, en cuanto a la organización de las elecciones, yo creo que está haciendo un trabajo bueno; el problema es cuando actúa como árbitro y tampoco tendría yo problema con la preferencia ideológica política partidaria de los consejeros, con lo que sí tengo problema es cuando esta preferencia, esta convicción ideológica que los consejeros tienen perfecto derecho a tenerla, se va reflejando en la conducta de los consejeros”.
Con respecto al planteamiento que hizo el presidente López Obrador de hacer reformas a la ley electoral y revisar el funcionamiento del INE, René Torres dijo que sería un exceso.
“En términos generales, creo que ya estamos sobrerregulados. Revisar las normas electorales me parecería un exceso, creo que las normas en general, las normas electorales de nuestro país, están bien hechas, pero también hay que reconocer que hay una enorme desconfianza ciudadana respecto al funcionamiento institucional y también yo diría de la calidad y el compromiso responsabilidad de la clase política”.