Para la internacionalista Iliana Rodríguez, es de esperar que las boletas con los sufragios de preferencia ya fueran remitidos a esta fecha. Si Trump decide no participar, el voto duro no se verá afectado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se negó a participar en el segundo debate, luego de que la Comisión de Debates Presidenciales anunciara que se llevaría a cabo de manera virtual debido al diagnóstico positivo a Covid-19 del mandatario. Su rival demócrata, Joe Biden, aceptó de inmediato.
“No voy a perder mi tiempo en un debate virtual”, declaró a Fox Bussines este jueves. Más tarde, Bill Stepien, jefe de la campaña republicana anunció que el presidente estaría dispuesto a posponer los dos debates una semana. De manera que todavía es incierto qué sucederá.
El que Trump rechace el formato virtual para el debate no tendrá ningún impacto en las elecciones del 3 de noviembre, dice la internacionalista IIiana Rodríguez, profesora e investigadora del Tecnológico de Monterrey, en entrevista para la Segunda Emisión de IMER Noticias.
Faltan menos de 27 días para las elecciones y en algunos estados el voto anticipado comenzó desde mediados de septiembre, por lo que es de esperar que las boletas con los sufragios de preferencia ya fueron remitidos.
Para la investigadora, el margen de maniobra que le queda a los candidatos son los votantes indecisos, que se calcula en un 4% del total de personas que podrán acudir a las urnas este año.
Hasta el momento, no se espera que Trump dé bajo ningún formato ningún tipo de entrevista. En cambio, Rodríguez dice que la actitud de Biden será todo lo contrario. “No perderá la oportunidad de dar respuesta en este proceso” y se va a presentar de manera virtual.
Trump y el Covid-19
Es imposible saber con exactitud cuándo dejará de estar contagiado el presidente, aun cuando cumpla la cuarentena de 10 días en la Casa Blanca, como anunció su médico, Sean Conley, no es seguro que ya no tenga el virus.
En los últimos días han dado positivo varios miembros del gabinete y legisladores que acudieron al evento donde Trump propuso a Amy Coney Barret a ocupar el cargo de jueza en la Suprema Corte que dejó vacante Ruth Bader Ginsburg tras su muerte.
En los últimos días los comentarios y acciones de Trump respecto su enfermedad han causado polémica. Mientras estaba internado en el hospital militar, salió en coche a dar una vuelta para agradecer a la gente que se reunió afuera para desearle una pronta recuperación, exponiendo al personal de seguridad que iba con él. Horas después de su alta médica, se quitó el cubrebocas para posar para las fotografías de medios.
Y su Twitter ha tenido mucha actividad, publicando mensajes donde comparaba tener coronavirus con una gripa o diciendo que haberse contagiado había sido “una bendición”.
Para la especialista en temas internacionales, esta actitud del presidente es congruente con lo que siempre ha rechazado: una cuarentena que inactiva la economía.
“Lo que a Trump le urge, como a muchos otros mandatarios, es activar de inmediato la economía”, explica Rodríguez, para quien hay que reconocer que el presidente aprovecha su enfermedad para provocar que los ciudadanos salgan a la calle y dejen de tener miedo. Aunque está en desacuerdo de que no use el cubrebocas.