En medio de las elecciones presidenciales más cerradas de EU, activistas de la comunidad mexicana piden pensar en las personas migrantes a la hora de votar.
Escucha nuestro especial con producción de Jorge Jaramillo.
Adriana Esthela Flores
Aurora Morales (Morelia, Michoacán), Danitza Verdugo (Baja California) y Teresa Vivar (Oaxaca) tienen historias de vida distintas y migraron por diferentes motivos, pero esta semana las tres están atentas a solo un tema: las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
En los comicios de este 5 de noviembre están en juego dos modelos de nación que definirán el destino de esa nación y sus relaciones ante la comunidad internacional. Se trata de una de las elecciones más cerradas en la historia reciente de esa nación, en la que la vicepresidenta Kamala Harris enfrenta al expresidente Donald Trump.
Aunque las tres tendrán su atención en el Super Martes, sus posturas son distintas. Para unas, está en juego el futuro de 38 millones de migrantes de origen mexicano. Otras consideran que ninguna de las candidaturas representa algo distinto a las acciones de los últimos gobiernos.
Ante este panorama, distintas organizaciones sociales y políticas lanzaron campañas para convocar al voto del “gigante dormido”, como llaman en Estados Unidos a las personas migrantes mexicanas. El enfoque se centró especialmente en las nuevas generaciones, que podrían lograr un mayor peso electoral y, con ello, ganar terreno en el ámbito político.
Radiografía de la comunidad mexicana en EU
Las y los mexicanos son el mayor grupo migrante en Estados Unidos, con casi el 23% de los 47.8 millones de residentes nacidos en el extranjero, según un reporte del Instituto de Política Migratoria en ese país.
De acuerdo con la Oficina del Censo estadunidense, en el país viven 37 millones 991 mil 500 personas mexicanas.
Seis de cada diez radican en California y Texas. Le siguen Illinois y Arizona como estados con mayor concentración de mexicanos y mexicana. Mientras que el 13% habita en Florida, Washington, Georgia, Nevada, Carolina del Norte y Nueva York.
A nivel micro, más de la una tercera parte viven en cinco ciudades: Los Ángeles, Chicago, Houston, Dallas y Riverside.
Las y los mexicanos también tienen mayor participación laboral que los nacidos en Estados Unidos, con un 68% contra 63%.
Las áreas en las que principalmente laboran son servicios, recursos naturales, construcción, mantenimiento y transporte. Sin embargo, ganan menos que la población extranjera y nativa, con un monto anual de 64 mil 500 dólares, inferior a los 77 mil 600 de los nacidos en el país y 78 mil 700 del resto de migrantes.
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Si hay algo que resalta en la vida cotidiana de Aurora Morales Gil, es la defensa de su identidad morelense.
Llegó en 1990 a Nueva York, procedente de Cuautla, a más de 4 mil 200 kilómetros de distancia. Lo hizo inspirada por una maestra de inglés que había vivido en Estados Unidos y le contaba a sus alumnos del Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) sobre la bonanza del país vecino. Aurora hizo planes y viajó junto con su esposo hacia el otro lado.
También llevó consigo la añoranza por las tradiciones de su estado natal y por ello, junto con un grupo de amigos, creó el “Club Migrante Chinelos de Morelos en Nueva York”.
A través de Facebook, el grupo enlaza a las y los 18 mil morelenses que viven en la “Gran Manzana” a través de actividades culturales y acciones como la reunificación de familias, agilizar trámites de pasaportes y actas de nacimiento e incluso, gestionar la repatriación de cuerpos.
Este 5 de noviembre, Aurora votará pensando en sus compatriotas sin estancia legal.
“No tienen beneficios, protección, contribuyen y muchos tienen años, toda su vida y no hubo un camino para que sus características como migrantes fueran decisivas para una legalización”.
Tanto ella como sus paisanos conocen el efecto de la política antimigrante aplicada por Trump entre 2016 y 2020:
- La separación de familias.
- Menores recluidos y deportados.
- La expulsión de miles de migrantes durante la pandemia por covid-19.
Sin embargo, destaca que la candidatura del Partido Demócrata no ha ofrecido la tan anhelada reforma migratoria que permitiría legalizar la estancia de las y los mexicanos en territorio estadunidense.
“Ninguno de los dos tiene un plan para legalizar a todos mis paisanos que contribuyen económicamente con sus impuestos a este país, porque pagar impuestos no es que quieras o no, te lo deducen y pagas o pagas. Al tío Sam uno no le queda debiendo nada. Pienso que Harris es un poco más compasiva, pero no está proponiendo nada para legalizar a todos esos migrantes”.
Futuro de migrantes, el tema que más interesa a Danitza
El futuro de las y los migrantes es lo que más le genera expectativa a Danitza Verdugo sobre las elecciones. Originaria de La Paz, Baja California, llegó a vivir hace más de 13 años a Estados Unidos porque su esposo consiguió trabajo en una empresa de telecomunicaciones.
Con toda una vida hecha en México -tenía empleo, casa y su núcleo familiar y de amistades-, empacó sus cosas y se fue a vivir primero a Washington y después a Austin, Texas. Como no dominaba el inglés, fue difícil adaptarse, por ello decidió crear un programa para facilitar a familias migrantes su incorporación al sistema educativo.
Unas mil familias se graduaron del sistema y a partir de esta experiencia, la convocaron para trabajar en el distrito escolar independiente de Austin, donde es Coordinadora de Participación Comunitaria.
“Me genera la expectativa de que podemos hacer un cambio, de que la persona que vaya a estar al frente de este país en lugar de poner barreras, promueva puentes, que se hagan leyes, políticas mucho más justas para la comunidad migrante, que se gobierne con humanidad”.
Danitza ya ha participado en procesos electorales de México y los Estados Unidos. Aunque es optimista frente a los comicios del 5 de noviembre, cree que cualquier cambio que inicie con la nueva administración avanzará de manera lenta.
“Siento que hasta el momento la comunidad migrante ha sido esa carta bajo la manga que se la sacan los políticos y la mueven del lado que quieres atraer: hacia un lado más conservador si quieres conservadores, al lado más liberal si quieres atraer liberales pero en realidad, ha habido poco cambio”.
Comunidad mexicana pide pensar en migrantes a la hora de votar
De cara a las elecciones, la activista Teresa Vivar se concentra en movilizar el voto de las y los mexicanos en Estados Unidos. Llegó a Nueva Jersey en 1995, con 19 años, proveniente de la zona mixteca de Oaxaca. A partir de entonces, comenzó a luchar por los derechos de identidad para sus compatriotas, dar apoyo de servicios legales y traducción, además, logró la apertura de un consulado en la entidad.
Actualmente, Teresa preside la organización Lazos América Unida y directora del Departamento de Asuntos Indígenas de Fuerza Migrante.
Ante las propuestas de endurecer la política migratoria, enfatizó en que es necesario atender a la población mexicana trabajadores en el exterior que necesitan representación política.
“Aquí no importa si tú eres rojo, verde o colorado. Se trata de cómo te organizas, cómo propones cambios y quién te defiende, cuántos abogados tienes, cuánta gente tienes, cuántos políticos que te apoyen para defender una propuesta para defender tus derechos, pero no es que te estén dando limosna. No pido limosna, pido lo que está costando mi vida”.
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Entre enero y agosto de 2024, los ingresos por remesas del exterior ascendieron a 43 mil 27 millones de dólares, un aumento anual de 3.7%, de acuerdo con un reporte del Banco de México. Las entidades estadunidenses de donde proviene la mayor cantidad de remesas son:
- California, con 34%.
- Texas, con 15%.
- El resto se divide en estados como Georgia, Illinois, Colorado, Florida, Arizona, Nueva York, Carolina del Norte y Ohio.
Para Teresa, independiente de quien gane las elecciones, la política migratoria quedará definida por el tono de las negociaciones que impulse el gobierno de la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
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Saúl Rascón Salazar, un joven de 23 años estudiante de Relaciones Internacionales y beneficiario de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) participó en la campaña “Vota” que la organización Aliento lanzó para llamar a participar en las elecciones de noviembre.
“Cuando estoy haciendo llamadas con votantes o tocando en puertas es lo que les digo: Si no te importa la elección, por favor te pido que consideres a la comunidad migrante al votar. No te puedo decir por quién votar, pero por favor considera a la comunidad migrante cuando estés votando”.
Saúl nació en Obregón, Sonora. Llegó a Estados Unidos en 2006 a Phoenix, Arizona, en compañía de su familia. Tenía solo cinco años de edad. En adolescencia, a punto de iniciar sus estudios universitarios, pensó que su vida ya era igual a la de sus compañeras y compañeros estadounidenses pero no era así. Para él, alcanzar la ciudadanía ha sido permanecer en una sala de espera.
“Nos sentimos estresados y yo que soy dreamer y que no hay manera de hacerme ciudadano o que no tengo un fin o luz al final del túnel, me siento atorado, frustrado, tenso emocionalmente y física a veces. Tiene un efecto en mi salud mental y física”.
De cara a las elecciones, el futuro del DACA se encuentra en la mayor incertidumbre desde su creación, en 2012. El programa que protege a migrantes que llegaron a Estados Unidos antes de cumplir 16 años enfrenta una batalla legal iniciada por gobiernos republicanos que piden suspenderlo, mientras organizaciones exigen mantenerlo para evitar no solo la separación de familias, sino el quiebre en los proyectos de vida de más de 580 mil dreamers.
El futuro del programa podría definirse en tribunales o en la fórmula que gane la Presidencia, pues la demócrata Kamala Harris lo defiende y propone una solución permanente, mientras que Trump busca terminarlo.
Saúl confía en que la próxima administración estadunidense y el gobierno mexicano puedan tender puentes para lograr una solución favorable a las y los dreamers.
“Me daría mucho orgullo que ambos países se traten y exijan respeto, ya ese respeto como se traduce en legislación y pólizas y logística porque hay mucho comercio que entra y sale del sur, pero con respeto. Poner a la gente primero, al final del día la gente es la que son los jefes de estos políticos”.
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