Las delegaciones del gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional reiniciaron los diálogos para la paz en México, después de años atorados en el tema.
Adriana Esthela Flores
México es la sede de la segunda jornada de Diálogos para la paz en Colombia donde el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional esperan alcanzar un cese al fuego bilateral y acordar los mecanismos para la participación de la sociedad civil en el proceso
IMER Noticias conversó con integrantes de ambas delegaciones para conocer sus expectativas de este encuentro.
Para Otty Patiño, jefe de la delegación gubernamental, lo ideal es lograr un cese al fuego que tome en cuenta las afectaciones a las comunidades y cuente con su participación. De lo contrario, será un pacto entre fuerzas militares.
¿Cuál es la parte más compleja de esta segunda jornada de diálogos?
Yo creo que el tema es movernos de todos estos temas procedimentales a temas más sustantivos y poner en alto el tema de la participación, el tema político y un tema subordinado el cese el fuego. Si se prima el cese el fuego por encima de la participación, nos podemos empantanar
Estos diálogos no son para repartir culpas, ¿no?
Ni por el carajo, como se dice allá en Colombia. No: en la hora en que este tipo de conversaciones se convierta en un proceso de inculpaciones mutuas.
Es un aprendizaje donde participamos tres actores: gobierno, guerrilla y comunidades, donde el factor principal y la razón de ser es el poder de las comunidades para que la construcción de Estado debe tener protagonismo. Es que el Estado se construye allá con ellos y es un Estado que sí sienten como de ellos mismos.
Usted hablaba de reconfigurar el concepto de cese de hostilidades. ¿Cómo cambia esto la ecuación?
Más que protocolos hay que buscar aptitudes y una aplicación real sobre el terreno y sobre todo que estén articulados con ese empoderamiento de comunidades.
Un cese al fuego que no tenga en cuenta la afectación de la comunidad y participación de la comunidad se convierte en un pacto entre fuerzas militares entre guerrilla y el Estado, que es lo que no queremos.
▶️ ¡México refuerza su política exterior pacifista y de compromiso por la paz!
Hoy se inauguró el Segundo Ciclo de Diálogos de Paz entre el Gobierno de Colombia y el ELN.
🇲🇽🤝🇨🇴🤝🕊️ pic.twitter.com/8D1P5RPfhX— Relaciones Exteriores (@SRE_mx) February 14, 2023
Las expectativas del ELN
Pablo Beltrán, jefe negociador del ELN, llega a las negociaciones con la exigencia de un gran pacto moral y una alianza nacional que deje atrás los daños ocasionados, en todos los ámbitos.
También reconoce el impacto del “impasse” provocado por la declaración del gobierno, a principios del año, sobre el cese al fuego bilateral que fue desmentido por la guerrilla.
¿Cómo llegan a este acuerdo….Ya se aliviaron diferencias o hay tensiones todavía?
Después de los golpes quedan hinchazones entonces sí, se trató en una reunión extraordinaria en Caracas, analizados por qué se había producido la crisis y tomamos medidas conjuntas para eso que eso no vuelva a ocurrir y sobre eso estamos trabajando.
¿Cuáles son las medidas?
Por ejemplo, el ELN no firma acuerdos en los que no participa en confección y su firma. Ejemplo: la mesa es el principal y único sitio para dialogar.
Negociar y hacer acuerdos, fuera de la mesa no vale. Tercero: todos los acuerdos de la mesa tienen grupo de países garantes que son testigos y reclaman a las partes cuando no las cumplen. Hay reglas de juego precisas.
¿Confía en el gobierno de Petro?
Sí. El gobierno lleva seis meses, sufre muchos embates de la derecha que no quiere cambios y es normal que eso impacte a la mesa pero pensamos que hay buena fe y voluntad política y sobre eso trabajamos.
📄México es facilitador y garante del Segundo Ciclo de Negociaciones de la Mesa de Diálogos de Paz entre el Gobierno de Colombia y el ELN.https://t.co/nDQl5nxanr pic.twitter.com/Cs0OtXlEnh
— Relaciones Exteriores (@SRE_mx) February 13, 2023
La negociadora de Colombia
María José Pizarro, integrante del equipo negociador del gobierno, asegura que la jornada de diálogos con el ELN tiene un significado triple para la senadora del Pacto Histórico.
Además de integrar una de las partes negociadoras en el proceso, ella expone la voz de mujeres en las comunidades afectadas por el conflicto.
Hablaban de feminizar este proceso, ¿por qué es tan relevante que sean eje clave en este diálogo?
Hemos sido guardianas de la paz. Hemos sobrevivido a la guerra, hemos construido memoria en medio de la guerra y poner en el centro de las conversaciones la voz.
La experiencia y las necesidades de las mujeres es una obligación porque tenemos amplias experiencias. Mucho qué corregir y mucho qué recoger de procesos anteriores pero este proceso no puede silenciar las voces de las mujeres.
Usted que lo ha vivido, que lo ha enfrentado directamente. ¿Cómo se siente de formar parte de este proceso?
Es un honor terminar la labor en la que murió mi padre, es el mayor honor que puede recibir un ciudadano colombiano…
¿Cree que sí sea posible llegar a este acuerdo?
Siento confianza. Además tengo la plena voluntad de no declinar y actuar con plena generosidad, amplitud y trabajar hasta lograr la paz plena en mi país.
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