Claudia Sheinbaum será la presidenta número 28 de la historia del mundo y para México nace una duda, ¿es correcto llamarla así?
Ricardo Hernández Capulin
Después del avasallante triunfo de Morena en las elecciones del pasado 2 de junio, ha surgido una nueva duda sobre cómo referirse hacia la virtual ganadora Claudia Sheinbaum. Después de 200 años con hombres en el máximo cargo del país es la primera vez que una mujer ocupará la silla presidencial.
De acuerdo con la Real Academia Española (RAE) “presidenta” se utilizaba para referirse coloquialmente a la mujer del presidente, es decir, como su acompañante y no como su adjudicación de cargo.
La RAE vela por el buen uso y unidad de la lengua española en el mundo desde 1713 y recién hace valer su trabajo ayudando a resolver esta duda que al menos para los países latinoamericanos y para México surge después de que se eligiera a Claudia Sheinbaum como la primera mujer en el cargo del gobierno mexicano y la numero 14 en toda la historia de América Latina.
Una presidenta para romper con los prejuicios hacia la mujer
Además, la colocación de la mujer en cargos de gobierno cada vez más importantes dentro del territorio mexicano abre la puerta a un pensamiento de equidad y cierra los prejuicios sobre el empoderamiento femenino.
Con la entrada de Clara Brugada como nueva jefa de gobierno será la segunda mujer con este puesto en la historia de la Ciudad de México. Esto también abre la competencia en otros estados junto a sus municipios de más mujeres luchando por estos cargos.
Ahora bien, la RAE califica correctamente el uso de la expresión “la presidenta” o simplemente “presidenta” ya que desde 1803 se instauró en el diccionario oficial y es completamente valido para referirse a una mujer en dicho puesto. En su definición, la Academia Española remarca a la mujer que está a cargo o que preside algo.
Sin embargo la Academia Mexicana de la Lengua sigue sin reconocer el sustantivo en femenino como manera de nombrar a una mujer en este cargo.
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