Citlalli Hernández, candidata a la Secretaría General de Morena, habló de la agenda que impulsaría desde la dirigencia nacional en caso de resultar electa y su trayectoria política.
Citlalli Hernández, senadora por Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y candidata por la Secretaría General del partido, es una mujer de 30 años que ha dedicado la mitad de su vida al activismo y la política institucional, pero conserva una visión joven de cómo hacerlo y tiene una agenda social contra la desigualdad, dos elementos que puede aportar a la dirigencia nacional.
“Creo que soy parte del relevo generacional. […] Nací en Morena y hay una nueva generación que no venimos de otros partidos y estamos aferrados a hacer una política de manera diferente” comenta en entrevista para la Tercera Emisión del IMER Noticias.
A su corta edad, Citlalli Hernández tiene una trayectoria que incluye el activismo, la fundación de un partido y algunos cargos públicos. Comenzó su vida política en el activismo a los 15 años, durante el proceso de desafuero de Andrés Manuel López Obrador, hoy presidente, entre 2004 y 2005. Estudió periodismo, pero siempre siguió los pasos del tabasqueño.
Fue parte de la “efervescencia juvenil” del 132, en 2012, participó en Morena cuando era asociación civil y fue parte de la fundación del partido. “Soy de Agrícola Oriental, en Iztacalco, ahí formamos los primeros comités de base” cuenta.
A sus 25 años, se convirtió en la primera secretaria de Cultura del Comité Ejecutivo en 2015. Luego, por consenso de los comités de base, la eligieron como candidata a diputada local. No tenía muchas posibilidades de ganar, pero hizo campaña tocando casa por casa y ganó, a pesar de la estructura delegacional.
Un punto a favor de su trayectoria, dice, es que en Morena dan margen a los jóvenes para participar. Sin embargo, este grupo es reacio a la política porque están acostumbrados a ver una manera tradicional de hacer política, con grupos, facciones y clientelas, de acuerdo con la senadora.
Hernández ve la disputa actual por la dirigencia de Morena como clave para definir si se convierten en un partido más o la impulsan como “una herramienta de transformación con ética”.
Para la senadora hay dos banderas principales que lideran las nuevas generaciones a nivel mundial: el feminismo y la ecología. Y en ese sentido, si Morena quiere ser un partido cercano a la gente, tiene que adoptar esas luchas.
Aun cuando estos no fueran movimientos fuertes, considera que el partido lucha contra todo tipo de opresión y desigualdad, entonces quienes han sido históricamente oprimidos son las mujeres, la población LGBTTTI+, indígenas, afrodescendientes y tienen que hacer política por estos grupos.