Para el poeta chileno, la pandemia nos está diciendo algo y se ha convertido en la expresión máxima de la soledad: la muerte silenciosa.
Queridos poderosos, queridos humildes (De La vida nueva)
Cuando todo se acabe quedarán tal vez
estas algas
sobrevivirán las marejadas, a los siglos
y a los sueños
Como perdurarán a los poderosos, a los
tercos de corazón
y a los hombres que nos humillan
estos poemas de amor a todas las cosas.

“Yo empecé a escribir porque me gustaba luego tal vez por desesperación frente a la dictadura militar chilena, era mi manera de aferrarme a la vida escribir”, dice el poeta que fuera detenido por el ejército y torturado al inicio de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, cuando se vio libre tubo prohibido entrar a cualquier librería y tampoco pudo obtener trabajo.

Amante de la música de Brahms, Raúl Zurita no duda en expresar sus emociones con la música mexicana, José Alfredo Jiménez y canta a Cuco Sánchez porque dice, es ¡Terrible, terrible!
Pastoral de Chile
Son espejismos las ciudades
no corren los trenes, nadie camina por las calles
y todo está en silencio
como si hubiera huelga general
Pero porque todo está hecho para tu olvido
y yo mismo dudo si soy muerto o viviente
tal vez ni mis brazos puedan cruzarse sobre mi pecho
acostumbrados como estaban al contorno de tu cuerpo.
Raúl Zurita. Anteparaíso