Tras la caída del gobierno de Bashar al-Ásad que durante 20 años estuvo en el poder, ¿cuál es la reconfiguración política?
Escucha la entrevista con Ana Esther Ceceña, doctora en Relaciones Económicas Internacionales y especialista en geopolítica.
IMER Noticias
Lo llamados rebeldes sirios tomaron el Palacio Presidencial en Damasco, consolidando la caída del régimen de Bashar al-Ásad después de más de dos décadas en el poder y 13 años de guerra.
Por ello, Ana Esther Ceceña, especialista en geopolítica, indicó que el régimen sirio no es un gobierno muy fuerte. Sin embargo, geográficamente tienen una posición en el centro de los conflictos de momento, por lo que son un blanco perseguido por muchos.
La posición de Estados Unidos es confusa, ya que, ahora llama “rebeldes” a lo que antes reconoció como organizaciones terroristas que ese mismo país creó.
Ese grupo de rebeldes que buscan el poder está conformado por mercenarios de alto nivel llamados “Estado islámico“. Ceceña comentó que son capaces de hacer acciones de guerra muy sucias que los ejércitos oficiales no pueden hacer.
Aunque, dijo, son mal llamados “rebeldes internos” como si hubiera habido una revolución en Siria en la que el pueblo se levantó contra el gobierno:
“No hay nada de eso, está claro que el pueblo no se levantó, el pueblo, creo yo, está muerto de miedo porque después de 13 años de guerra ahora les viene esto que es otra vez instalar la guerra en su país”.
Países interesados en Siria
Uno de los países interesados en la región de Siria es Turquía debido a la zona interna habitada por kurdos, la cual quiere ocupar. Otro país es Israel, que busca tomar el control de los Altos del Golán por ser una zona fértil que abastece de agua a la región.
Actualmente Israel tiene ocupada una parte pero le falta otra, ubicada en Siria. Recientes declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dicen que es momento de oficializar que Israel se quede con esos territorios.
Además del recurso hídrico, esa posición es favorable porque hay un monte desde donde se ve parte de El Líbano, donde ha estado Israel peleando con Hezbolá. Es decir, le da una posición estratégica para confrontar y continuar la guerra.
“La ocupación de Siria es importante para reconfigurar las posiciones de poder y capacidad bélica pensando en que Siria tiene una cercanía cultural con Irán y las piezas fuertes de los conflictos son Irán y Rusia.
Siria es una buena posición para complicar la situación a sus oponentes con bloqueos o para cerrar pasos”.
¿Rendición?
La especialista cuestionó que Bashar al-Ásad no solicitó apoyo de su aliado ruso, Vladimir Putin, y que se rindió incluso antes de dar pelea. Pero reconoció que el ejército sirio está mal capacitado y entrenado, por lo que no estaba en condiciones de dar una pelea contra el Estado islámico.
“No me apresuraría a decir que es una derrota para Rusia, ¿por qué no hubo una defensa? ¿por qué se permitió que se rindiera? A lo mejor es un juego en los alrededores de Siria”.
Una de sus respuestas ante el posible rendimiento de Siria envuelve al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan. De acuerdo con Ceceño, Erdoğan siempre “juega tramposo” porque crea alianzas con países que después traiciona. Había estado cerca de Estados Unidos pero últimamente entabló buenas relaciones con Rusia.
Lo que ahora explora es la posibilidad de aspirar a la zona de Siria dedicada a la extracción de petróleo y que compañías estadounidenses han explotado por años:
“Siria cobra una doble relevancia porque Estados Unidos quiere posiciones petroleras y Turquía quiere el control de la población kurda en Siria”.
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