La perspectiva de la geografía electoral es cerrada, muy parecida a lo que se vio en 2016, considera Baruch Sangines, geógrafo de la UNAM. Pero el escenario para el presidente Donald Trump es completamente diferente al de hace cuatro años, debido a la pandemia y la crisis económica.
Redacción IMER Noticias
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos están a la vuelta de la esquina y todavía no hay un panorama definido para ninguno de los dos candidatos. Por el contrario, la perspectiva de la geografía electoral es cerrada, muy parecida a lo que se vio en 2016, considera Baruch Sangines, geógrafo de la UNAM.
Sin embargo, para el presidente Donald Trump el escenario es completamente diferente al de hace cuatro años, debido a la pandemia y la crisis económica. Esto ha impulsado el voto anticipado.
Sangines recuerda, en entrevista para la Tercera Emisión de IMER Noticias, cómo fueron las elecciones de 2016. Hace cuatro años Trump se enfrentó a la candidata demócrata, Hillary Clinton.
El magnate ganó gracias al apoyo de estados del centro del país como Kansas y Nebraska. Mientras que los votos a favor del Partido Demócrata son de las ciudades, en lugares como California y Nuevo México.
Trump publicó en Twitter un mapa de Estados Unidos, el 1 de octubre, que visualiza la distribución del voto de aquellas elecciones que lo llevaron al triunfo. Casi todos los estados aparecen en rojo, el color del Partido Republicano.
Sin embargo, Sangines dice que es un mapa engañoso porque da la impresión de que estados completos votaron por Trump, cuando en realidad el grueso del sufragio a su favor provino de las zonas rurales.
Para leer este tipo de recursos visuales que muestran la distribución del voto hay que tener en cuenta que el sistema electoral estadounidense es por votación indirecta. Es decir, la gente vota en su estado, se hace un conteo de las boletas y el partido ganador va a representar al estado en el Consejo Electoral, conformado por 538 lugares.
Cada estado tiene una cantidad de votos en el Consejo, de acuerdo a su densidad poblacional y territorio. Al final se suma estado por estado y quien tenga la mayoría de votos en el Consejo es declarado vencedor de las elecciones. La votación indirecta está pensada para equilibrar la representatividad de estados pequeños o poco poblados, frente a los más grandes.
Hace cuatro años, Trump ganó con 306 votos del Colegio Electoral.
¿Qué pasa en las elecciones de 2020?
Los candidatos centraron sus campañas en los estados pendulares, donde no hay una tendencia clara por algún partido. Los más disputados son Ohio y Florida, que además tienen un buen número de votos en el Consejo.
Algo importante en esta elección es que pinta para ser la de mayor participación en más de un siglo. Se calcula que este año participen alrededor de 150 millones de personas.
Debido a la pandemia, el temor a los retrasos en la entrega de votos por correo para ser contabilizados y los llamados de los candidatos a ejercer su derecho a elegir, el voto anticipado ha alcanzado cifras récord que, a una semana de las elecciones, suma 69.5 millones sufragios.