Buscando romper los estereotipos de género y fomentar la inclusión la comunidad LGBTI encuentra en el voguing y el kpop un segundo hogar.
Julian Vásquez / Karen Díaz / Sofía Gutiérrez
La danza es como una “maldición-bendición”; bendición porque te ayuda como en todo; desde tu persona, el aspecto emocional, incluso en la cuestión social. Y maldición porque una vez que empiezas no hay donde parar.
Sebastián Guzmán es un chico trans de 22 años que, desde que iba en la secundaria, baila. Sí, utiliza su cuerpo como forma de expresión y esto le ha permitido aceptarse a sí mismo.
Al ritmo de K Pop, rap y expresiones como el voguing, que Madonna popularizó en los noventa, la comunidad LGBTI ha adoptado a la danza como un espacio de protesta para visibilizarse:
Gran parte de la comunidad elabora esta disciplina por cuestión de seguridad, yo me siento seguro completamente de la danza y cuando lo hago siento que soy yo, y me ayuda a tener esa seguridad, creo que es como nuestro refugio y nuestra medio de expresión.
Ya sea en deportes, industria musical o en la escuela. Para personas trans como Sebas, encontrar un espacio donde practicar su arte supone situaciones que invalidan su identidad:
Hay veces que personas, maestros… más que nada maestros, como que me ven y es como “va al grupo de niñas”. Pasa por esas incomodidades más que nada, son esas incomodidades de que me ven como una chica y es como de… ya cuando pues, les aclaro de “no, soy Sebastián, soy él” como que sí les cae el 20.
La solución a estos prejuicios: crear sus propios estudios de baile, como el estudio Dancing Queer que ofrece clases de Salsa, o Plazma MX, fundada por Denisse Cervantes desde 2022:
Es como siempre en la industria del entretenimiento hay o había un estereotipo para poder trabajar en este medio, ¿no? Entonces yo me sentí en algún punto de mi vida de esta forma, así que dije, “realmente es una necesidad tanto para mí como tener un espacio seguro como para las personas que se vayan a integrar.
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Al ritmo de música urbana, Denisse pone al centro de la pista las necesidades de bailarines, no importando su identidad sexual o de género:
No sintamos como un límite el tener la diversidad en nuestro ser. Entonces el poder rodearse con estos entornos diversos nos hace poder expandir nuestra mente, nuestro arte.
Y no solo eso, también ayudó a Sebastián a reafirmar su identidad.
Cuando empecé a hacer esta actividad ahí fue cuando empecé de WOW, o sea, siento algo bonito, siento y mientras que iban pasando los años, conociendo lugares empecé a meterme academias. Y llegó a tal punto que en la danza me ayudó a saber quién era yo. Quién era Sebastián.
Bailar es una expresión de estar vivo. (…) Jamás ví bailar a un hombre con hombre o mujer con mujer. Y yo por el gusto de compartir con mi esposo esta magnífica pasión del danzón fue que en los bailes empecé a bailar con él.
En 2022, Mauricio Castillo y su esposo hicieron historia al convertirse en la primera pareja gay en participar en una Muestra Nacional de Danzón en la Ciudad de México.
Buscando romper los estereotipos de género y fomentar la igualdad e inclusión Mauricio fundó Queer Danzón. El nos cuenta que su objetivo principal no es igualar la elegancia de las parejas tradicionales, sino promover alegría y libertad de bailar con quien desees.
Al terminar de bailar con mi esposo el año pasado en esta muestra se nos acercó un hombre, digamos como de unos 70 años, nos abrazó y empezó a llorar. Y él nos dijo “gracias por hacer lo que no le atreví porque yo hace 20 años con un novio fui al salón de los Ángeles. Y me sacaron a la fuerza por bailar con un hombre”. Pero, me motiva que esto nunca más vuelva a suscitarse y la respuesta de la gente ha sido magnífica. “Yo tengo un hijo así como usted, nos dicen. Gay, ¿verdad? Yo tengo un sobrino así que le gusta o señoras que dicen “yo quiero sacar a una mujer aunque no sea lesbiana, pero no me quiero quedar sentada. ¡Adelante.!
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El grupo se reúne en La Ciudadela, un lugar emblemático para bailar danzón en la Ciudad de México. Ahí todes son bienvenides, incluso, personas que no pertenecen a su comunidad, brindando un espacio inclusivo y de seguridad donde todes pueden disfrutar de la danza.
No solamente se trata de preferencia sexuales. Sino también de poder bailar con quién sea, aunque yo no sea gay. Hay más parejas así como yo que tal vez no encuentran el valor o espacio para poder hacerlo. Por eso fue que creé Queer Danzón. Para que cualquiera se acerque y pueda bailar danzón.
Sebas, Denisse y Mauricio, son sólo una pequeña parte de miles de personas de la población LGBTI que encuentran en el baile una forma de expresarse y sobre todo, ser elles…
Te recomendamos:Vuelvo a recalcar que ahí podemos ser nosotros podemos ser nosotros y nos motiva nos impulsan a ser mejores. Siento que si es necesario crear más es más espacios como estos para nosotros de la comunidad.
No sé si esto me representa a mí. Pero hoy en día me he atrevido a abrirme más. A atreverme a no sé, digamos hacer una audición. Y que ahora ya me pueda sentir orgullosa de la diversidad que me representa o de las cosas que me hacen única.
Puede ser que estemos rompiendo algunos estereotipos hetero normatividades. Pero eso no es mi finalidad. Muchas de las críticas principales de las señoras, han sido de señoras. “Es que ustedes nunca van a igualar la cadencia ni la elegancia de una damita”. Y yo les respondo: Señora, tiene usted toda la razón, yo no puedo estar más de acuerdo con usted, pero eso no es mi objetivo. Yo lo que quiero es compartir mi pasión con mi esposo.
Escucha nuestro episodio sobre el matrimonio igualitario en la comunidad LGBTI: