Miembros de la comunidad LGBTTIQ+ se dieron cita en el municipio de Naucalpan, Estado de México, para proclamar su amor y darse el sí frente a sus amigos.
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Montserrat Sánchez
Las Torres de Satélite se llenaron de colores. Desde la una de la tarde del sábado 26 de junio, miembros de la comunidad LGBTTTIQ+ se dieron cita en el municipio de Naucalpan, Estado de México, para proclamar su amor y darse el sí frente a sus amigas y amigos.
Tomados de la mano y con más de dos años de relación, Karen y Brandón fueron una de las parejas que se casaron en las Torres no solo para festejar su amor, sino también para exigirle al Estado de México la pronta regulación y aprobación del matrimonio igualitario.
“Esto es un acto de protesta y resistencia porque en el Estado de México y ahora que ganó el PAN, pues menos. Será más necesario resistir y pelear por los derechos”
Actualmente, en México hay 11 estados que no permiten el matrimonio igualitario. Se trata de Durango, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Querétaro, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. Ahí, las parejas de la comunidad LGBTTTIQ+ que deseen contraer matrimonio, las únicas opciones que tienen es imponer un amparo o ir a un estado en dónde sí se permita.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha enfatizado que la orientación sexual no puede ser un criterio relevante para diferenciar el acceso al matrimonio, tanto para las parejas del mismo sexo como las heterosexuales.
Además, la Comisión establece que si bien algunos gobiernos estatales han intentado regular el acceso a las parejas del mismo sexo a uniones civiles con la creación de figuras jurídicas diferenciadas del matrimonio, tales como “sociedad de convivencia”, “pacto civil de solidaridad”, “enlace conyugal”, éstas resultan discriminatorias pues generan regímenes distintos de derecho para regular una situación equivalente.
De acuerdo con el INEGI, en 2018 se realizaron 501 mil 298 matrimonios legales. De estos, 3 mil 359 fueron entre personas del mismo sexo, es decir, apenas el 0.7% del total de los matrimonios celebrados ese año.
Luego de su boda simbólica oficializadas por Drag Queens, Karen, une joven que se identifica como no binarie, no solo lamenta la invisibilidad que hay para la comunidad LGBTTTIQ+ para acceder al matrimonio sino para tener incluso el reconocimiento a su existencia.
“Mucha gente cree que el simple hecho de que se puedan casar personas de nuestra comunidad en la Ciudad de México u otros estados ya quiere decir que no existen problemas, pero la vida no es solamente hombres y mujeres LGBT, hay un espectro enorme de identidades y ni siquiera se reconocen. Eso es violencia también
Negar el matrimonio igualitario violenta el derecho de autodeterminación de la persona y al libre desarrollo de la personalidad, además, viola los derechos a la no discriminación, a la igualdad ante la ley y a casarse y formar una familia, afirma la CNDH.
Con baile, canto y aplausos a las bodas simbólicas, los asistentes prometieron recordar que ante la discriminación y el odio siempre probarán que el amor puede más.
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