Redacción / IMER Noticias
Chile arrancó este lunes la aplicación de la cuarta dosis de la vacuna anti covid entre su población, lo que abrió nuevamente el debate sobre el acceso que tienen los países a la única posibilidad para terminar con la pandemia actual.
Es un paso que anteriormente dio Israel y que ha desatado críticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la disparidad en la distribución de vacunas, ya que impedirá que por lo menos 109 países alcancen la meta de contar con el 70 por ciento de su población vacunada hacia el primer semestre de este año.
Además de Chile, donde las primeras dosis se aplicaron a personas con un sistema inmune debilitado, República Dominicana es otro país de América Latina que ya alista una cuarta aplicación de la vacuna a sus 5.6 millones de habitantes.
Esta mañana el Presidente @sebastianpinera dio el vamos inicial al proceso de vacunación con la cuarta dosis para combatir el COVID-19 🦠 Dale ▶️ al video para ver lo que dijo y revisa toda la información en https://t.co/sKzxj0dTq5 #YoMeVacuno 💉😷 pic.twitter.com/jsByLzuP4E
— Gobierno de Chile (@GobiernodeChile) January 10, 2022
¿Qué dice la ciencia sobre una cuarta dosis?
El pasado 3 de enero, el primer ministro de Israel, Neftalí Bennett, informó que un estudio reciente sobre personas que habían recibido la cuarta dosis quintuplicaron las concentraciones de anticuerpos una semana después de la aplicación.
Los hallazgos se basaron en un estudio no publicado y en donde participaron 154 trabajadores de hospitales que acudieron por una dosis adicional de Pfizer.
Actualmente, en Reino Unido, Michelle Willicombe, nefróloga especialista en trasplantes del Sistema de Cuidados del Colegio Imperial de Londres, dependiente del Servicio Nacional de Salud, lidera un estudio que investiga la proporción de pacientes inmunodeprimidos que tienen anticuerpos detectables de tres y cuatro dosis de la vacuna.
Con ello, buscan evaluar si la falta de anticuerpos tiene relación con un riesgo posterior de infección por el virus Sars-COV 2, así como su gravedad, detalla la revista científica British Medical Journal.
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La evidencia sobre la tercera dosis
Los datos disponibles sobre las dosis de refuerzo –o terceras dosis– muestran que la protección aumentó de un 72 a un 88 por ciento en las dos semanas posteriores a su aplicación, según los datos de la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido.
Para Peter Openshaw, inmunólogo y profesor de medicina experimental del Colegio Imperial de Londres, se trata de “evidencia abrumadora” sobre la protección que las tres dosis brindan contra la enfermedad grave de covid-19. Aunque advierte que es pronto para saber si es necesaria una cuarta dosis, expone que hay enfermedades como la tosferina o la poliomielitis que sí la requieren.
“Recuerden que necesitamos cuatro dosis de vacuna para estar completamente protegidos contra la tos ferina o la poliomielitis. Lo mismo puede ser cierto para el coronavirus, pero tenemos que esperar y ver”.
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