En esta obra, ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia Joven, una cancha de futbol se convierte en el único espacio seguro para niñas y niños.
Ariel Escalante
Con la mira puesta en la infancia como eje central, Sayuri Navarro dirige la obra “La Cascarita”, ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo Trejo 2022.
Esta historia fue escrita por Janil Uc Tun, joven dramaturgo de Yucatán, y aborda la devastación que deja a su paso la violencia generada por el narcotráfico.
Ante esta situación, una cancha de futbol se convierte en el único espacio seguro para niñas y niños del pueblo ficticio de “Santiago Mataindios”, que desapareció ante la inminente llegada del crimen organizado. Así lo comentó Sayuri Navarro, quien reside en San Luis Potosí.
“Es una historia dura que atraviesa México, que Janil Uc Tun pudo poner de manera muy inteligente en el papel […]. En este lugar viven varias personas, entre ellos y ellas un grupo de niñez que juegan al futbol, que si bien habitan espacios disfuncionales y un tanto violentos en sus hogares la cancha de futbol y el equipo se convierten en su espacio seguro.”
La historia se cuenta en dos tiempos: en el pasado, observando a las infancias, y en el presente, como si estuviéramos presenciando un documental.
Hoy se llevó a cabo el anhelado estreno de "La cascarita", obra ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo Trejo 2022.
— C. Cultural Helénico (@Helenico) October 14, 2023
Tuvimos el honor de contar con la presencia del ganador Janil Uc Tun, originario de Yucatán, un joven sensible y talentoso. pic.twitter.com/H6W1gWp3IV
La Cascarita se presenta en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico. Para llevarla a escena, esa institución se unió a la Compañía Nacional de Teatro (CNT), con la colaboración de la Catedra Nelson Mandela de Derechos Humanos.
El reparto está conformado por el elenco estable de la CNT y cuenta con la participación de niñas y niños del Semillero Creativo de Teatro y Danza de Ecatepec de Morelos, Estado de México.
“La infancia es el eje central; la obra como tal la consideramos un conjuro para salvaguardar la infancia y lo que trabajamos mucho más fueron la forma en la que abordamos las convenciones. Les niñes actúan toda la parte en la que son niños, pero también los adultos de pronto están actuando esa parte.
Hay como un juego de con las convenciones sobre la representación y los personajes, pero sobre todo me parece importante el acto político de que niños estén en escena, de que puedan apropiarse de ese espacio.”
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