Llevar y propiciar la creatividad en las comunidades marginadas del país y lograr que niños y jóvenes se apropien del arte para expresarse, ha sido el objetivo de los Semilleros Creativos que se extienden por todo el territorio nacional.
Producción: Adria Aceves
Juan Carlos Valdés
¿Cómo se enseña la emoción? ¿Cómo se enseña a sentir?
Esa es una de las interrogantes que se plantean maestros y artistas en los Semilleros Creativos; el proyecto del Gobierno Federal que busca llevar el arte y la cultura a algunas de las zonas marginadas del país.
Cómo educas o cómo los educas a imaginar y eso no es como diciéndole está bien o está mal, en el terreno de los afectos, de las emociones, que tu garabatees, que tú te expreses, que tú plasmes tu manera de ver el mundo; por qué la imaginación realmente nos permite transformar la realidad.
Antonio Nieto
Levantar la voz y rescatar al mundo
El gusto y la pasión, no se pueden enseñar como alguna efeméride, dice el maestro Antonio Nieto. Hay que trabajarlos, contagiarlos ante pequeños que no están familiarizados con la expresión cultural y que nunca han podido reconocer que ellos mismos pueden levantar la voz y expresarse a través del arte.
Eso pasa en Ixtapaluca donde Gloria Nicole Peralta de 9 años, juega, aprende y trabaja la radio, Ella, en su programa de radio rescata al mundo.
Ahorita estamos trabajando con un programa que trata de libros, libros de fútbol, libros de animales y libros de música pop, en general libros.
Gloria Nicole Peralta
La marginación, el principal enemigo
El trabajo de los Semilleros Creativos tiene como eje hacer reales los Derechos Culturales de la población. La marginación se cuenta como pobreza, como violencia o desintegración social, pero todo se puede explicar desde la desatención. La breve definición del Diccionario de la Real Academia Española señala:
Marginar: Prescindir o hacer caso omiso de alguien.
Poner o dejar a una persona o grupo en condiciones sociales, políticas o legales de inferioridad.
La falta de oportunidades en empleo, educación u oferta cultural. Eso tienen en común las zonas que los Semilleros Creativos atienden.
Entonces, llevar arte y cultura a estos lugares, involucrar a artistas de la comunidad, a las autoridades y principalmente a los niños.
Pintura, Radio, Teatro, Muralismo, graffiti, intervenciones urbanas, cualquier expresión en la que niños y jóvenes muestren sus intereses y se reconozcan como creadores.
Lo explica Antonio Nieto Cuevas, Maestro de Muralismo y Graffiti en Valle de Chalco.
Fomentar digamos esta plasticidad conductual en los niños, o sea esa capacidad de saber que si eres biólogo, o si eres policía o si eres albañil, te vas a enfrentar diario a problemas que vas a tener que usar tu imaginación, tu tesón, tus ganas de resolverlo y a veces vas a tener creativo.
Antonio Nieto
Otras realidades
Los Semilleros buscan fortalecer el pensamiento crítico a través de las artes y construir con las comunidades canales de participación. Violencia y pobreza ya es mucho, pero a esto se suma la falta de oportunidades. Por ellos se busca acercar a los niños a otros mundos, a otras realidades.
Malinali Botello Aguilar tiene 12 años, estudia primero de secundaria y el dibujo es su gran pasión. Malinali nunca ha ido a una exposición de pintura, sólo ha visto algunas pinturas en estaciones del metro. Nunca fue al teatro ni a algún concierto. Pero le gusta la pintura y disfruta el taller. Lo que le molesta es que la gente deja todo sin pavimentar, que todo se ve muy sucio; por eso a su comunidad, Valle de Chalco ella la ve de color gris y amarillenta.
Si ella pudiera pintar un mural en su barrio:
Pintar una leyenda por ejemplo la de los volcanes que me encanta esa leyenda y más ahorita que ya están nevados, me gustaría hacerlo algo así como la forma de las montañas y se vea al Iztaccihuatl y luego al Popocatépetl a un lado. Pero tengo que practicar más porque luego me salen raros.
Malinali Botello
Con una población de 322 mil habitantes según el censo del 2010, Ixtapaluca no acaba de formarse. Se siguen pavimentando sus calles y construyendo escuelas, hospitales y espacios. El acceso a la cultura, queda relegado. Esta es la opinión de Dulce Natalia Andrade, quien acaba de inscribir a su hija al Semillero Creativo de Radio en el Centro de Desarrollo Comunitario.
Luego dicen que uno no se incursiona en ese tipo de medios. Como por ejemplo un niño que vive en las Condesa a diferencia de nosotros estamos más de este lado y dan por hecho que ‘ah es un niño pobre, entonces de seguro hasta le ha de dar pena’. cuando hay talento también tipo de zonas.
Natalia Andrade
Pobreza y analfabetismo
En el día a día, allá en los municipios olvidados sistemáticamente desde el centro, la realidad se impone. Luis Ángel Hernández, conocido como El Perro, conjunta la gran pasión de su vida, la Radio, con problemas que hace tiempo conoce. Formado como radioescucha desde los 12 años con Reactor 105, El Perro vive en Ixtapaluca y aún le sorprenden situaciones con las que a veces se encuentra.
“Hay gente que se dedica a recoger basura en burros y que los morros que van, los chavos que van al taller, algunos se dedican a recoger basura y hay chavos que no han podido ir a la escuela y que no saben leer y que no saben escribir y cuando llegan al taller entonces empezamos hasta como un rollo de alfabetización: enséñale a escribir papá, enséñale a escribir mamá y me voy contento con escribir una o dos palabras con ellos al día”.
Luis Ángel Hernández
Si la alegría es emoción, el dolor, el miedo, la tristeza; también lo son, y el arte los manifiesta. Todos pueden encontrar la forma de expresarse porque al final, como dice Jonathan Ramírez, nadie pinta feo. Él lo demuestra enseñando a los niños reproducciones de pintores cubistas y surrealistas que los alumnos al verlas, las juzgan como si fueran hechas por otros niños.
“Que él me dice: es que me cuesta hacer cosas como finas porque no controlo mis músculos, me decía que es un albañil, un niño de seis años. Me dice que él se tiene que comprar su propia ropa, y si me la compro; y siempre llega y me dice, ‘¿le gusta esta camisa?, me la compré, me costó cinco pesos. y no me alcanzó para una sudadera porque costaba veinte pesos’. Pero en el momento en que vienen a pintar, todos son iguales”.
Jonathan Ramírez
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La mayor dificultad es la economía de subsistencia que prevalece en el entorno. Muchos niños deben dejar el curso para ayudar a sus familias trabajando o para pasarla bien en otro lado. Este caso lo narra Luis Ángel Hernández, maestro en Ixtapaluca.
Los mismos chavitos que sí, sus papás los mandan, pero ellos prefieren lo fácil, vamos, ‘recogemos basura, compramos un activo y lo pasamos bien, listo’.
Luis Ángel Hernández
Frente a la carencias, la imaginación
La imaginación es la regla. Si no hay cabina para el taller de radio, internet; si no hay señal, una grabadora. Si hay carencias, también hay creatividad. Con la radio hay que decir cosas, usar los sonidos, la voz, la música y ¿por qué no?, el olor.
Máximo Pacheco López de 9 años, es un usuario habitual de la Biblioteca de su barrio, en Cuetzingo. El Semillero se apropió de la Biblioteca y de las calles.
“Primero nos enseñaron a pintar y todo eso, hicimos diferentes dibujos cada quien y salimos a la calle a pegarlos, llegamos a la iglesia, allá están pegados todos”.
Máximo Pacheco
Ojalá que no se acabe, es la idea de quienes acuden a los talleres. Los Semilleros Creativos giran en torno al arte, pero los vínculos llegan a trascender a otros ámbitos, así lo señala Jonathan Ramírez, el Maestro de Pintura en Chalco
“No se organizan sólo para traer a los niños, sino cuestiones de seguridad y cuestiones de necesidades comunitarias, eso es lo que hemos logrado porque todo problema se puede atender mediante la organización y la unión”.
Jonathan Ramírez
Son muchas historias, muchas vivencias, muchas realidades. Algunas serán superadas, otras, las de la marginación, se repiten por todo el país. El arte y la cultura muestran su potencial con los resultados de estos proyectos y la satisfacción de quienes han colaborado en ellos.
Que la semilla quede allí. Que a partir de ahora tengan ellos mismos la curiosidad de conocer y de expresarse, Que el arte y la cultura, al final, se vuelvan hábitos.
Compartir y contagiar
¿Como educas a alguien a emocionarse? ¿O cómo lo educas a imaginar?
Se contagia más que enseñar, se contagia desde luego, se aplaude la felicidad, se recibe, se comparte y se impulsa.