La exposición de ventanas arqueológicas conmemora 30 años del Programa de Arqueología Urbana.
Se muestra a través de maquetas, videos y de cinco esculturas como un Chacmool decapitado, las réplicas de un Ocelótl y de un Cuauhtli, así como un par de cráneos del Huei Tzompantli, la memoria de los pueblos que lucharon por pertenecer, fortalece la memoria y la multiculturalidad de nuestro país, señaló el vocero de la presidencia Jesús Ramírez Cuevas.
Carolina López Hidalgo
Las ventanas arqueológicas son una mirada a las raíces y cosmovisión de los pueblos que habitaron y habitan la capital. Con la inauguración de la exposición de las ventanas arqueológicas se rinde un homenaje a la memoria de los pueblos que lucharon por pertenecer, a los trabajos de Arqueología Urbana y fortalece la memoria y la multiculturalidad de nuestro país, señaló el vocero de la presidencia de México, Jesús Ramírez Cuevas.
“Para que no haya más, ninguna nación que se sienta superior a otra y pretenda conquistar, invadir y arrasar una cultura. Esto que estamos abriendo, es también la herida de la memoria para recordar que los derechos humanos, que los derechos de los pueblos, hace 500 años iniciaron un proceso de recuperación de la dignidad, de la colectividad y de las personas.
Y por eso no podemos olvidar quiénes resistieron en esta ciudad y quienes hicieron posible que esas voces siguieran vivas y que esos rituales y esas fiestas siguieran siendo parte de nuestro orgullo cultural; porque también forman parte de la modernidad que hoy vivimos”.
Un museo subterráneo
Las veintiún ventanas distribuidas en 16 inmuebles y en la vía pública son muestra de un pasado que emerge de la antigüedad y que expone la riqueza cultural, arquitectónica, artística y social de las comunidades que dan vida a lo que hoy en México.
Destacan el Templo de Ehécatl, el Huey Tzompantli, el Calmécac, el Juego de Pelota y la escalinata de la Casa del Marqués del Apartado, espacios que son como un gran museo subterráneo, aseguró la secretaría de Cultura de México, Alejandra Frausto.
“En estas ventanas, nos permiten ver hacia adentro. Resguardamos aquí de las inclemencias del olvido, de la falta de memoria, del silencio al que se condenó, permaneció oculto nuestro interior más profundo: las culturas de México.
Hoy inauguramos este recorrido que permitirá literalmente asomarnos a las raíces vivas de las culturas de México. A aquellos hechos ocurridos hace 500 años en el corazón de lo que fuera México Tenochtitlan.
Aquí en este corazón emergen estas raíces a partir del día de hoy y todas las ventanas que se van articulando como un gran museo subterráneo”.
Homenaje a las culturas y su resistencia
En el acto oficial de la apertura de las ventanas arqueológicas, la cancelación del timbre postal y de la exposición que muestra los trabajos arqueológicos realizados que conmemoran los 500 años de resistencia, Claudia Sheinbaum, jefa del gobierno de la Ciudad de México aseguró que es un homenaje a las culturas prehispánicas, a la resistencia de los pueblos originarios de las grandes culturas que existen y que han sobrevivido gracias a que no hubo una conquista total, pero sobre todo a la manera de entendernos hoy.
“Las ventanas arqueológicas nos muestran la grandeza de la cosmogonía de la cultura mexica, sin embargo, hay que decir que 3 años de Colonia nos dejaron mestizaje también en una enorme riqueza cultural, pero también hay que decir, nos dejaron en algo que debemos combatir todos los días y es esta visión clasista, racista. Esta discriminación permanente que existe hoy y que hay que acabar con ellas y es esa riqueza pluricultural lo que nos engrandece.
El futuro de México radica entonces en el reconocimiento de nuestra historia su grandeza. La resistencia y la lucha cotidiana por un país en donde nadie puede quedarse atrás”.
La exposición muestra un recorrido por los 30 años de labor del Programa de Arqueología Urbana, fundado por Eduardo Matos Moctezuma, en el que se reconocen 7 siglos de historia a través de videos e imágenes. Además cuenta con cinco esculturas mexicas de gran formato, tres de ellas descubiertas en la Casa del Marqués del Apartado, así como por un par de cráneos procedentes del Huei Tzompantli.