México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en transfeminicidios, el primero lo ocupa Brasil.
Escucha la entrevista con Kenya Cuevas, activista y defensora de los derechos humanos.
IMER Noticias
Como “gran avance para la lucha de las personas trans en México” calificó la activista y defensora de derechos humanos, Kenya Cuevas, la aprobación de la ‘Ley Paola Buenrostro’, que tipifica los transfeminicidios.
“El día de ayer fue histórico, fue algo que marca un antes y un después de las personas trans en México. Porque nosotras éramos tan invisibles que todavía hasta hace 10 años nos arrestaba el Estado por faltas a la moral, o sea, ni siquiera podíamos transitar en la vía pública”.
En entrevista con Alerto Nájar, en la Primera Emisión de IMER Noticias, la también amiga de Paola Buenrostro asesinada en 2016, destacó que México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en crímenes contra las personas trans, de ahí la importancia de la aprobación de esta ley.
“La expectativa de vida de las personas trans, gracias a toda la violencia estructural, sistemática e histórica se reduce a entre 35 y 40 años, y tiene que ver cómo se va violentando la vida de las personas trans”.
“Esto ha sido la punta del iceberg de la consecuencia que tenemos como violencia las personas trans. A nosotros no nada más se nos violenta por nuestra identidad, no nada más somos asesinadas, sino la estructura es desde que nacemos, en la casa, en la educación no se nos permite estudiar, no tenemos acceso a la salud, no tenemos acceso al trabajo y esto va precarizando tus derechos humanos”.
Criminalización y el no reconocimiento de la identidad, fueron algunas de las trabas que Kenya Cuevas enfrentó durante el proceso de denuncia del transfeminicidio de Paola.
“Cuando mataron a Paola, desgraciadamente hubo mucha criminalización, no reconocimiento a la identidad. A mí como su familiar social me descartaron de una carpeta de investigación, no me querían dar nada de información. Entonces de ahí empecé a buscar justicia denunciando a las autoridades, ha sido un trabajo muy largo”.
Agregó que este es “el principio de la justicia social” de una lucha de muchos años, pues aún quedan pendientes como el reconocimiento del proceso de transición como un asunto de salud pública, la aprobación de presupuesto, modificar reglamentos y, sobre todo, educación porque ésta reduce en gran medida la discriminación.
“Todo esto que aprueban los legisladores, para que se traduzca, se necesita tiempo, esfuerzo, y principalmente la sociedad civil es la que siempre se involucra.
“Y también un presupuesto del Estado para garantizar la creación de una fiscalía especializada en transfeminicidios y que a las familias directas o indirectas, o familias sociales o biológicas se les pueda dar una atención integral sin revictimizar, sin violentar la identidad de género de la persona o su expresión de género, y de esa forma darles dignidad aún después de muertas, porque después de muertas la violencia continua”.
Kenya Cuevas adelantó que se trabajará para que esta ley que ya arrancó en la Ciudad de México llegue a ser federal, en conjunto con la Ley de Identidad de género.
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