La principal demanda que la ciudadanía de Sonora hacen a la persona que gobernará la entidad en los próximos seis años es seguridad.
Escucha la radiografía electoral de Sonora.
Aura García
Violencia generalizada es esa que tiene a Sonora sumida entre asesinatos, y desapariciones, que incluso merma el desarrollo de los sectores económicos más importantes de la entidad: la minería y la agricultura.
Ese es el reto que deberá afrontar la próxima persona que asuma el cargo de la gubernatura, en un estado que aún tiene fresca la marca de la masacre contra una de las familias más influyentes de la región.
La delincuencia en la entidad ha evolucionado. Los grupos criminales no sólo mantienen a Sonora en el séptimo lugar de los estados con más víctimas de homicidio doloso, según cifras del secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, sino que también ahora disputan mayor cantidad de territorios y amplían sus actividades delincuenciales. Así lo advierte la maestra María Elena Carrera Lugo, docente de la Universidad de Sonora.
“A los grupos mineros se les ha estado robando muchísimo y efectivamente se les pide derecho porque hay que sacar el oro, el cobre y todos los minerales. Entonces, prácticamente las carreteras de nuestro estado están vigiladas por diferentes grupos del crimen organizado. El problema fundamental que hay es que crimen organizado siempre ha existido en el estado, pero lo que pasa es que hay una diversificación muy fuerte. Nosotros no teníamos secuestros hasta hace poco, se ha incrementado el tema de secuestro, de desaparición de jovencitas… Entonces, pues sí, efectivamente tenemos ese grave problema”.
En Sonora, los grupos delictivos además de expandir sus actividades, también orillan a la población a cambiar las suyas. En una entidad con 4 mil 145 personas desaparecidas según revela la Comisión Nacional de Búsqueda, buscar fosas y desenterrar cuerpos se volvió una tarea de los habitantes.
Cecilia Flores es líder de las Madres Buscadoras de Sonora, colectivo que fundó tras la desaparición de su hijo Marco Antonio, en mayo de 2019. Desde entonces, recorre junto a otras madres el desierto y cualquier paraje abandonado del estado en búsqueda de restos humanos. En estos dos años, dicha labor las llevó a 405 hallazgos de este tipo y la localización de 139 personas con vida.
Ceci espera que la siguiente administración tenga empatía y asuma su compromiso con las 900 madres que buscan a sus desaparecidos, porque hasta ahora, las autoridades sólo han sido omisas y obstaculizado su labor.
“Que se ponga un momento en nuestro lugar, ¿qué haría esa persona si tuviera un hijo desaparecido, ¿Qué haría si le desaparecieran un hijo? Creo que lucharía como estamos nosotras luchando ahorita, con pico y palo en mano, y con todo lo que fuera necesario con tal de encontrarlo. Pues que empatice con esto, que nos ayude, que no nos dejen solas, como hemos estado hasta ahorita. Que hay muchas necesidades para salir a la búsqueda. Hay veces que o echamos gasolina o comemos. Hay veces que andamos sin agua sin alimento, pero pues lo único que queremos es encontrarlos, no nos importa cualquier obstáculo que tengamos que pasar con tal de llegar a ellos”.
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Agua y el “petróleo del futuro”
Otro de los pendientes a resolver en Sonora, acota la politóloga María Elena Carrera, es el problema de la distribución del agua, pues una cantidad importante de municipios reportan escasez para consumo en el hogar y advierten que, aunque la situación no afecta a la capital, urge atención y elaboración de políticas públicas.
“Estamos en un estado desértico y el agua siempre ha sido el tema. Luego de la seguridad, está como uno de los grandes temas precisamente, pero más bien de cómo está distribuido porque si a alguien se les ha protegido para que tengan agua es a los agricultores y a los ganaderos, en detrimento al derecho humano que tiene un ser común y corriente al agua.”
Este conflicto ha golpeado particularmente a las comunidades indígenas y apenas en noviembre de 2020, el gobierno federal acordó construir el acueducto yaqui, para saldar una deuda histórica y abastecer de agua potable a ocho comunidades de la etnia en los municipios de Cajeme y Guaymas, que por décadas consumieron agua entubada con altos niveles de contaminantes tóxicos, que provenía del subsuelo de zonas de cultivo ubicadas al sur de la entidad.
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No obstante, no todo son problemas en el estado.
Vale la pena mencionar que tiene el yacimiento más grande de litio en el mundo, elemento químico utilizado en la fabricación de baterías de carro, computadoras y celulares, así como armas; y que, de acuerdo con la especialista sonorense, también está en juego en la disputa electoral.
Las reservas de este metal -que ascienden a 243.8 millones de toneladas- ya atrajeron inversión extranjera a Bacadéhuachi, ubicado en la Sierra Madre Occidental, donde desde febrero se construye la planta de procesamiento de litio Bacanora Lithium, que provoca entre los habitantes expectativa por la generación de miles de empleos y la reactivación económica como consecuencia.
El único requisito para garantizar que el megaproyecto ofrezca prosperidad, será controlar la disputa entre cárteles que operan en la zona.
¿Quiénes van a la contienda?
Seis aspirantes pelean el cargo más importante en Sonora y aunque algunas encuestas le dan la victoria a Morena por una amplia ventaja, hay otras que califican la competencia como reñida. Incluso, Movimeinto Ciudadano asegura que su candidato ya superó en números al abanderado de la coalición por el PAN, PRI y PRD.
Alfonso Durazo, con “El Culiacanazo” a cuestas
El candidato de la coalición entre Morena, Partido del Trabajo, el Verde Ecologista de México y Nueva Alianza tiene marcaje personal para la población mexicana. Un año antes de que abandonara la Secretaría de Seguridad federal, en octubre de 2020, Durazo encabezó el fallido operativo que concluyó en la liberación de Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Además, sobre él pesa un hecho que lo marcó a nivel estatal: bajo su administración como secretario de Seguridad también ocurrió la masacre contra nueve integrantes de la familia LeBarón.
A diferencia de otros estados, el morenista tuvo vía directa en su partido para ser candidato, pues no se llevaron a cabo encuestas para escoger al mejor perfil.
En la historia política de Durazo, además de su participación en diversas Secretarías federales, destaca que fungió como secretario particular de Luis Donaldo Colosio, hasta su asesinato en 1994, y que desempeño ese mismo puesto con el presidente panista Vicente Fox. Para la entidad propone una reingeniería del sistema de salud y en el tema de seguridad promete agilizar las denuncias y mejorar el plan de reinserción en las cárceles.
Ernesto “El borrego” Gándara, ¿un priista ‘independiente’?
Abandera la coalición Va por México rumbo a la contienda. Aunque militó 40 años en el PRI y ocupó cargos como la presidencia municipal de Hermosillo y un escaño en el Senado, renunció al partido para abanderar el proyecto a la Gubernatura con una cara ciudadana.
Para reactivar la economía tras la pandemia, propone ayudar a las pequeñas y medianas empresas, los emprendedores y los profesionistas independientes mediante una línea de apoyos económicos denominados de “abarrote ganador”, así como impulsar el comercio en línea.
Ricardo Bours Castello (MC), con historia familiar
Es empresario y hermano del exgobernador priista Eduardo Bours, quien fue denunciado penalmente por el IMSS en 2019 por el incendio de la guardería ABC, donde murieron 49 menores.
Luego de militar durante 41 años en el tricolor, escogió a Movimiento Ciudadano para contender, pues advirtió que el proceso rumbo a la elección parecía inequitativo. Fue presidente municipal de Cajeme de 2000 a 2003, al igual que su padre, entre 1967 y 1970, quien es uno de los fundadores de Bachoco y Megacable. Su proyecto político le apuesta a la seguridad, aunque se refiere a los delincuentes como “malandras a los que se les debe poner un alto”.
Sin embargo, este candidato declinó a favor de Ernesto Gándara, de la coalición “Va por Sonora”
También participan Carlos Ernesto Zataraín, con el PES; Cuauhtémoc Galindo, con Redes Sociales Progresistas, y Rosario Robles Robles, con Fuerza por México.
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¿Qué quieren los sonorenses?
Las demandas de la población no se alejan mucho de los problemas observados por los expertos. José, de 65 años, es un comerciante originario de Hermosillo y es quien traduce en imágenes de la vida cotidiana los problemas que provoca la delincuencia.
“Lo que es la mafia ya está al tú por tú con el Gobierno, ¿no? Están a la misma capacidad y ya no es que el Gobierno someta al narcotráfico… Aquí en Sonora no se veía lo que se ve ahora matazones, obregones, es otro Culiacán. Por ejemplo, uno va a la Sierra… a mí me gustan mucho lo que es los Jeep y todo eso rollo, ¿no? Y vas a la sierra y te tienes que ir en un carrito que no llame la atención, porque te bajan, simplemente. Ya tienen bien fiscalizado… tienen como centinela quién va, quién viene ¿no? Hay una inseguridad así ¡canija! Antes podías ir a acampar con normalidad y ahora no. No, no, no, no se siente esa confianza. Yo estoy en grupo de esos, de cuatreros de Jeep, y como que tienen que pedir permiso, decir ‘ahí vamos para que medio respeten’.”
Allá “arriba”, como se refieren a la sierra, también está el terror, dice José. En ese lugar, los mineros que trabajan 10 días seguidos no pueden salir al pueblo ni a comer, porque saben que los territorios están dominados por el crimen y nadie quiere correr el riesgo de no regresar a casa.
Pero allá “abajo”, en la capital, la situación no es muy diferente. Allí, Anniela con el temor de ser agredida como mujer, aunque recorre solo dos calles para llegar a la universidad.
Loyda Vazquéz también sabe que el tema de la seguridad es urgente, más no el único. Dice sentir hartazgo por la política y condiciona la entrevista a no hablar de partidos, aunque reconoce que sí planea votar.
“Es que si nos ponemos en prioridades todas son en calidad de urgente. No hay ninguna que sea menor que la anterior: el agua es muy urgente, ¿por qué? Pues porque no hay agua en la casa. Aquí en realidad en Guaymas hay una o dos veces a la semana y por algunas horas, no es todo el día, entonces pues sí es importante, pero también la seguridad está del… cocol, porque realmente a cada rato aparece un muertito, una amenaza o algo. En el sistema laboral, pues cada día hay más desempleo y liquidaciones que contratación. Entonces, no hay una prioridad, porque todas son prioridades”.
Pese a las problemáticas, Loyda mantiene una visión balanceada de su estado, al cual califica como “regular” y admite que hay otros más afectados en México. Del mismo modo lo hace Kebin Beltrán, quien vive en Cananea. Para él, Sonora es un estado próspero, pese a la inseguridad y la desigualdad que ha visto crecer en la capital durante los 10 años que ha vivido en la entidad.
Kebin es parte de las dos millones 104 mil personas convocadas a las urnas en Sonora. Una tarea que piensa cumplir porque considera que es la única manera en que un “ciudadano corriente” puede hacerse escuchar por quienes ocuparán la gubernatura, 72 ayuntamientos, 33 diputaciones locales y siete federales.
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