En este sexenio aumentaron las solicitudes de refugio en México un 1461%, al pasar de 20 mil 932 solicitudes a 326 mil 835 desde el año 2018.
Natalia Matamoros
Durante este sexenio se contabilizaron 326 mil 835 solicitudes de refugio en México, lo que representa un incremento de 1461% respecto al sexenio anterior correspondiente al período 2013-2018, cuando apenas hubo 20 mil 932 peticiones de protección internacional.
Así lo dio a conocer Jesús Quintana, representante del área jurídica de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) durante la conferencia “Retos de las Personas Refugiadas“.
Quintana destacó que la mayoría de las solicitudes son de personas provenientes de Haití, Cuba, Guatemala, Honduras y Venezuela. El incremento de las peticiones obedecen a la agudización de conflictos violentos, políticos y crisis en materia de servicios básicos en esos países.
Según el representante, el 70% de estas solicitudes son aprobadas, lo cual permite que los solicitantes inicien una nueva vida en un país que les ofrece tranquilidad. Sin embargo, indicó que estas comunidades enfrentan desafíos importantes durante su estadía. Una de ellas es la xenofobia y el perfilamiento racial.
A partir de ahí, reconocer la importancia de sensibilizar a las comunidades y a las empresas sobre su incorporación para el desarrollo de la economía en los países de acogida:
“Este tipo de campañas compete a toda la sociedad y al Estado mismo, o sea, el Estado también tiene que hacer las campañas en contra de la discriminación y la xenofobia pero la sociedad –y esto lo puede señalar más la organización Sin Fronteras- las organizaciones de la sociedad civil también juegan un papel muy importante en esto.
Este tipo de actitudes xenofóbicas y de discriminación, no solamente tiene que ver con la cuestión de los migrantes y hacia las personas refugiadas, también vivimos una discriminación en la propia sociedad contra las personas afromexicanas y los indígenas”.
Detenciones migratorias
Por su parte, Sandra Álvarez, directora de la Organización Sin Fronteras, expresó que las detenciones migratorias son uno de los principales retos a enfrentar. Esto para mejorar las políticas y garantizar los derechos humanos de esta población. Además, indicó que estos procedimientos deberían ser una excepción, no una regla.
Álvarez manifestó el impacto negativo que tiene para los solicitantes de refugio la suspensión del servicio de la COMAR en la Ciudad de México. Esta pausa en las actividades se debe a protestas vecinales, derivadas de acciones intolerantes y xenofóbicas:
“[…] afecta a miles de personas y es ajeno a las personas que están trabajando adentro de la COMAR en sí misma, entonces es importante que exista esa campaña fuerte que se enfrenta a esta situación que afecta y vulnera, como mencioné, tanto la seguridad física, emocional y la salud de las personas en movilidad en general”.
Desjuridizar la migración
La académica Leticia Calderón habló de desjuridizar a los refugiados y migrantes, ya que, ambos son desplazados y requieren ser incluidos en las políticas de Estado de los países de acogida.
“Tenemos que desjuridizar el tema de la migración, las categorías dejénselas a los que van a poner el sello, a los que les va a decir: regrésense 6, 8, 10 meses pero no a quienes vemos el proceso.
Obviamente regreso al inicio, las historias de las personas son distintas […] la inmensa mayoría de las personas que migran lo hacen de una manera forzada porque la economía precaria también forza a las personas”.
Manifestaron la necesidad de establecer políticas de inclusión social, financiera y laboral. Así como plantear propuestas para erradicar las limitaciones financieras que tienen las organizaciones de la sociedad civil y gubernamentales. El objetivo es mejorar la asistencia de las y los refugiados.
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