Hay puntos que complican la discusión y aún no se consigue el consenso.
IMER Noticias
La iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, no logra conseguir acuerdos y, por el contrario, las opiniones se mantienen fuertemente divididas entre los sectores, a una semana de que sea discutida en la Cámara de Diputados y sea eventualmente votada.
Los investigadores Ana Lilia Moreno, de México Evalúa, y David Bonilla Vargas, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, así como el diputado morenista Saúl Huerta, integrante de la Comisión de Energía, confrontaron sus puntos de vista en una mesa de análisis sobre la iniciativa.
Uno de los puntos donde marcaron sus desacuerdos fue en el hecho de que la propuesta legislativa plantea darle prioridad a la energía proveniente de las plantas hidroeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad, por encima de las energías que producen empresas privadas mediante otros métodos, como el aprovechamiento de la luz solar o el viento, consideradas energías renovables y limpias.
“Esto quiere decir que si tú tienes una inversión en una granja solar, el Cenace, que es el operador que decide cómo se despacha la energía para que todos tengamos un servicio continuo de luz, va a decidir darle por nada más decreto a las plantas de la CFE en los primeros lugares en el despacho y va a dejar en el último lugar a las renovables, sin tomar en cuenta los costos; esto es que si es más cara una planta de combustión interna porque es de la CFE puede ir antes que la de las renovables aunque estás sean más baratas”.
Para David Bonilla Vargas, el complejo debate sobre las energías limpias o sucias debe verse a futuro y considerar otros aspectos como, por ejemplo, la capacidad de generar empleos en el país.
“México tiene mucho potencial en plantas hidroeléctricas que son de CFE, o que podría haber otras privadas, y CFE sí tiene la capacidad de generar energía limpia también. O sea, yo siento que los medios de comunicación no han enfatizado que hay un gran potencial hidroeléctrico de CFE”, dice. “Yo no lo veo tan fácil de ningún lado, o sea, para donde te muevas lo veo difícil; pero yo sí le apuesto mucho a las hidroeléctricas porque te podrían dar muchísimo empleo”.
Esta apreciación ha encontrado desacuerdo ante la mirada de la investigadora Ana Lilia Moreno, quien afirma que las hidroeléctricas del país no pueden ser el ancla del despacho eléctrico, como lo propone López Obrador, puesto que estas plantas están regidas por la Ley de Aguas, son contaminantes, se ubican en presas y el último fin de las presas no es generar energía.
“Al dar prioridad a las plantas de la CFE sin tomar en cuenta los costos de generación sí estamos promoviendo una mayor contaminación de las plantas que usan combustión interna como principal fuente de generación, igual que las carboeléctricas y esto puede ir en detrimento de la salud de los mexicanos”.
Otro de los puntos que marca el debate en torno a la reforma eléctrica es que su aprobación podría desincentivar la inversión en México y se violarían tratados internacionales, al dar prioridad a la CFE y no a las empresas privadas que generan energías renovables.
Pero esta apreciación ha sido rechazada por el diputado de Morena, Saúl Huerta, quien afirma que lo que se busca es acabar con contratos que las empresas privadas han aprovechado para su beneficio.
“Las energías renovables no cuestan, lo que cuesta es la infraestructura, pero ellos suben su energía a la red de transmisión de distribución de almacenamiento de Comisión Federal de Electricidad y eso no le cuesta a ellos en esos contratos, le cuesta al pueblo de México, al erario público. Ese es el tema, no es que se esté en contra de las energías limpias”.
Ana Lilia Moreno no lo ve así. La investigadora afirma que si se aprueba esta reforma no va a haber incentivos para la inversión privada en el sector eléctrico.
“En la letra la iniciativa evidentemente no se va contra las renovables, no es que sean los malos del cuento, pero sí se puede leer dónde está el incentivo y el incentivo que se está planteando en esta iniciativa es darle prioridad a las plantas de la CFE y dejaron las energías renovables que la mayoría son del sector privado en el último lugar del despacho eléctrico”.
