Con el objetivo de que durante su encargo el Presidente de la República pueda ser imputado y juzgado por traición a la patria, hechos de corrupción, delitos electorales y todos aquellos delitos por los que podría ser enjuiciado cualquier ciudadano, el titular del Ejecutivo Federal envió a diputados, por segunda ocasión, una iniciativa con reformas a los artículos 108 y 111 de la Constitución para terminar con el fuero del que goza el mandatario.
El documento, que se turnó a la Comisión de Puntos Constitucionales, detalla que, para proceder penalmente contra el titular del Ejecutivo federal, sólo habrá lugar a acusarlo ante la Cámara de Senadores en los términos del artículo 110.
Indica que, en este caso, los senadores resolverán con base en la legislación penal aplicable. En la exposición de motivos, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su convicción de que la corrupción es la causa original de los males que aquejan al país.
Reafirmó su idea de que la deshonestidad de los gobernadores y de las élites del poder es lo que ha causado un mayor deterioro a la vida pública de México, tanto por el mal ejemplo, como por la apropiación ilícita de los bienes del Estado.
Indicó que a efecto de corregir ese mal comportamiento de los servidores públicos nos comprometimos a gobernar con rectitud, desterrar la corrupción, ejercer los recursos públicos de manera austera y abolir la impunidad. Por eso, agregó, quiero insistir en la propuesta para que el titular del Ejecutivo pueda ser imputado y juzgado por traición a la patria, hechos de corrupción, delitos electorales y otros delitos.
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