Cisneros reflexionó a través de la filosofía de Hannah Arendt sobre la idea de la política como participación en las cosas del mundo.
Escucha la columna del Dr. Isidro Cisneros, analista político, experto en temas de derechos humanos y procesos electorales.
IMER Noticias
Una de las pensadoras más influyentes del siglo XX es la filósofa política Hannah Arendt por sus reflexiones acerca de poder, la política y la ética, donde destaca que “el poder tiene su origen en la cooperación y el consenso, no en la fuerza”.
Por ello, el doctor Isidro Cisneros reflexionó acerca de La alquimia del poder: la filosofía política de Hannah Arendt, como la tradición del pensamiento político occidental que concibe a la política como “participación en las cosas del mundo”.
En su columna “La Biblioteca Mínima del Buen Ciudadano” para IMER Noticias presentó la obra de Stefano Berni y Antonio Camerano, profesores de la Universidad de Siena, en Italia, y especialistas en el estudio de la ética del futuro.
Señaló que el pensamiento de Arendt parte de una religión de la tradición y del pensamiento político occidental. Con ello, presentó a la política como una atención permanente interna a la comunidad:
“Considera que la política no debe ser sacerdocio exclusivo de los políticos de profesión y que tampoco se agote en el ejercicio de la participación el día de la jornada electoral.
Su idea de la política es la de una atención permanente interna a la comunidad, que al atravesarla, la empuja hacia momentos institucionales consolidados”.
En ese aspecto, el columnista dijo que Hannah Arendt focaliza la política en la aparición en el escenario público de las masas así como el rol que éstas asumen en la política. Sin embargo, Cisneros puntualizó que Arendt no concebía la estabilidad en la vida de la comunidad política porque esta situación cancela la dimensión participativa.
Metamorfosis de la política
El analista político detalló que los autores identificaron una metamorfosis de la política que brinda apertura a las masas, al espacio público de la transparencia y de la opinión. También va a la restricción de pocos participantes y discusiones entre especialistas.
Con dicha transformación, mencionó, abandona los temas que interesan a la filósofa y que son la pluralidad, contingencia, acción, confrontación y discusión sobre todos los problemas esenciales.
Asimismo, enfatizó que Hannah Arendt identificó dos momentos de la política:
- Enfriamiento: El eje romano de la política que resalta la autoridad, religión y tradición. Interviene en el apoyo de las decisiones de largo plazo.
- Aceleración: El eje griego de la política representado por la polis o la ciudad. Resalta el ágora, la opinión, participación y memoria de los actos heroicos.
“La desobediencia civil es un test o una prueba que permite decretar si las instituciones de la libertad son lo bastante flexibles para enfrentar el desafío del cambio sin que intervenga una guerra civil o una revolución”.
Con dicho planteamiento, Cisneros abordó que la polis ofrece protección y riesgos a los individuos que le integran al solicitar una precisa participación como espacio político. En tanto, afirmó que la política consiste en espacio público, discurso y acción, y es un componente constitutivo de la condición humana:
“La confrontación entre iguales pero distintos individuos debe permanecer alejada de la violencia, que es un momento prepolítico que al interior de la comunidad debe ser superado para dejar lugar a la discusión.
El corolario es que todos tienen derecho a la actividad política y que la igualdad es siempre entendida entre pares que participan en un espacio público”.
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