El objetivo central del Comité Interinstitucional de Reducción de Riesgos y Daños de la Ciudad de México es atender a grupos de población vulnerable con enfoque de derechos humanos.
Perla Miranda
El principal objetivo del Comité Interinstitucional de Reducción de Riesgos y Daños de la Ciudad de México será que las personas que consumen algún tipo de droga reciban atención médica sin ser criminalizadas, estigmatizadas o deshumanizadas.
Así lo destacó Gady Zabicky, comisionado nacional contra las adicciones.
Desde la sede de la Comisión de Derechos Humanos capitalina, recalcó que pensar en un mundo libre de drogas es algo falaz y vacío que en México llevó a una guerra civil con miles de víctimas.
Por ello, es necesario atender las adicciones conforme a las necesidades de los consumidores, pero sin el estigma de por medio.
Para lograr este objetivo, el comité busca eliminar las barreras de los servicios de salud y estrechar las brechas de desigualdades apoyados en la sociedad civil.
“Realmente desde el artículo 4 constitucional en donde todos tenemos derecho de acceso a la salud están contempladas las personas que utilizan drogas o que tienen problemas de salud mental. Usar drogas no nos convertimos en ciudadanos de segunda clase.
No perdemos los derechos y garantías que tenemos todos los ciudadanos y ciudadanas y merecemos también atención médica. México el día de hoy es uno de los países que está avanzando hacia las legislaciones más progresistas, más humanistas, más vanguardistas, más comprobadas por la práctica en todo el mundo.
Tenemos que trabajar en la aplicación de esta ley en el cuidado de la ley. Pero, sobre el papel en blanco y negro estamos cada vez más teniendo una serie de normas y de legislaciones que se apegan más a los derechos humanos y a las buenas prácticas médicas”.
No criminalizar a consumidores
Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, coincidió que el uso de sustancias debe verse como una realidad que continuará vigente.
Ante este panorama, considera que exponer al rechazo o humillación a los consumidores de los organismos de salud y seguridad pública sólo alienta prácticas de riesgo o autolesión.
Por ello, resaltó la atención de grupos prioritarios con una alternativa positiva para promover el bienestar de las personas y el cuidado de su salud.
“Para asegurar el goce efectivo del derecho a la salud de este grupo y de muchos otros de atención prioritaria deben darse alternativas reales y basadas en evidencia científica que consideren todo el espectro de las personas usuarias de sustancias.
Desde esta comisión consideramos que la reducción de daños y riesgos debe ser una política pública con un enfoque de derechos humanos que busquen atención y restitución de derechos de grupos de atención prioritaria, históricamente han sido estigmatizados, criminalizados e incluso deshumanizados.
Sumado a ello este modelo supone que en el ejercicio de su autonomía las personas en el uso de sustancias deben contar con los medios necesarios para tomar decisiones libres e informadas sobre sus vidas, mismas que les habiliten a cuidarse a sí mismos”.
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