La presidenta presidenta Norma Piña advirtió la democracia constitucional en el mundo entero, pero sobre todo en México, atraviesa momentos muy delicados.
Georgina Hernández
La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña Hernández advirtió que en México el constitucionalismo está sujeto a fuertes golpes de timón.
Manifestó que los derechos humanos están en riesgo cuando el poder, de cualquier tipo, no puede ser contenido, frenado y controlado.
Así lo señaló al participar en la inauguración del XVI Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en donde también señaló que la democracia constitucional en el mundo entero, pero sobre todo en México, atraviesa momentos muy delicados.
Ante juristas, la titular del máximo tribunal refirió que los pronunciamientos de las últimas semanas en torno a las implicaciones y repercusiones de la reforma judicial han manifestado la necesidad de un análisis profundo sobre el impacto de dicha norma en la impartición de justicia y, sobre todo, en los derechos de las personas, en la división de poderes y en la conformación misma de un estado constitucional y democrático de derecho.
“Muy destacadamente a la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación nos ha llamado la atención de la comunidad nacional e internacional señalando que: ‘Los mexicanos están perdiendo su derecho a una justicia imparcial y el respeto a sus derechos humanos está en riesgo; la politización de la justicia, la desaparición de la carrera judicial y la erosión de la certeza jurídica no sólo afecta a los ciudadanos, sino que también comprometen la confianza en el sistema judicial, crucial para el desarrollo económico y social del país’”.
En este sentido, Piña Hernández reiteró que uno de los propósitos de un Poder Judicial independiente debe ser proteger los derechos humanos, y ser un contrapeso al poder que podría amenazar esos derechos.
Agregó que, si bien el camino para fortalecer el estado de derecho debe ser evaluado, debatido y enriquecido, también, sostuvo que es prudente poner atención cuando múltiples voces se alzan en un coro de advertencias.
“La democracia constitucional implica, por tanto, no solo una mera gobernabilidad, sino una gobernabilidad democrática entendida como el gobierno de una comunidad plural de ciudadanos en libertad, el gobierno de un todo, de mayorías y de minorías, donde se escucha a todos y donde no se desoye a nadie. Un gobierno, en suma, donde se garantizan los derechos fundamentales universales, interdependientes, indivisibles y progresivos del ser humano.
“Por ello, en el ámbito de nuestras competencias, debemos mantenernos fieles a nuestras convicciones y seguir trabajando por la independencia y autonomía del Poder Judicial”.
Rector pide respetar división de poderes
Por su parte, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Leonardo Lomelí Vanegas, manifestó que los fenómenos políticos han debilitado las instituciones democráticas, por lo que urgió a la defensa de los derechos fundamentales, el respeto a la división de poderes y el fortalecimiento de marcos constitucionales para respaldar los procesos de paz y desarrollo.
Subrayó que, en tiempos de crisis, las constituciones deben ser la base de un pacto social, toda vez que desde las primeras cartas magnas, éstas han sido un instrumento de estabilidad y progreso.
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