Los ritos funerarios han cambiado a raíz de la epidemia de Covid-19, pues las medidas para el manejo de cuerpos que estableció la Secretaría de Salud impiden a los familiares congregarse para despedir a sus difundos. Ante esta situación, surgen alternativas como funerales a distancia y memoriales virtuales.
El último adiós lo dan a la distancia. No hay abrazos y los deudos no tienen oportunidad de ver por última vez el rostro de sus seres queridos. Da igual si es España, Brasil, Colombia o México. El Covid-19 también ha trastocado los rituales funerarios.
El doctor en Antropología de la UNAM, Luis Núñez, reconoce que los rituales funerarios en el país ya habían cambiado, pero la pandemia los profundizó. La guía para el tratamiento de cadáveres por Covid-19 establece protocolos que impiden a las personas acercarse al cuerpo, el cual se entrega en una bolsa biodegradable, una vez que fue identificado. <<Ya es muy raro una velación en casa, ya es muy raro que la familia se encargue de la preparación de cuerpo, ya se encargan de todo eso en la funeraria, cuando eso antes hubiera sido impensable en México>>, dice.
Hasta hace unos años, de acuerdo con el académico, los ritos mortuorios correspondían en su totalidad a la familia. Eran ellos quienes se hacían cargo de la limpieza y preparación de los cuerpos. Todo se hacía en la casa familiar, donde también se realizaban las exequias, es decir, las ceremonias religiosas para despedir al fallecido. Dichas ceremonias podían tomar varios días.
La alta contagiosidad de Covid-19 cambió ese paradigma, una situación que puede “incrementar la pena” de los familiares al no permitirles tener un cierre del proceso de duelo, de acuerdo con la Guía de Manejo de Cadáveres de la Secretaría de Salud. <<Una de las pocas herramientas es la palabra, el poder de decir a la persona adiós gracias, que vaya bien, ahí nos vemos luego, y eso es lo que te están negando, pero a fin de cuentas ahí es. Son las condiciones a diferencia de otros momentos de la historia>>.
Las medidas de confinamiento y la prohibición de congregaciones dificulta la realización de los ritos mortuorios tradicionales, que hoy se hacen a través de plataformas digitales diseñadas por las empresas funerarias.
En Estados Unidos, la empresa “Gatherin Us” une a las comunidades después de la muerte, a través de memoriales virtuales. En Italia, con la iniciativa “El derecho de decir adiós”, ayudaron a despedirse a pacientes terminales por medio de videollamadas en un hospital y en un asilo de ancianos. En México, las empresas funerarias se adaptan a tiempos de Covid-19; ofrecen funerales virtuales, plataformas para compartir mensajes de apoyo, condolencias y fotografías de los mejores momentos compartidos en vida.
El propio gobierno reconoce que esta pandemia impone la adopción de nuevos modelos de comunicación no solo sobre el estado de los pacientes, si no también de su eventual fallecimiento. Al respecto, Víctor Hugo Borja Aburto, director de Prestaciones Médicas del IMSS, dijo en conferencia de prensa 14 de abril: <<Tenemos que buscar los medios para que se puedan despedir cuando así sucede. No tenemos un tratamiento específico , los estamos buscando, para poder comunicarlos con sus familiares, aunque la mayoría de ellos ya están sedados, están dormidos>>.
Aún no es posible saber cómo cambiarán los ritos funerarios en México tras el paso de la pandemia. Hasta el 28 de abril había en el país 16 mil 752 casos confirmados y mil 569 defunciones por coronavirus. La fase crítica aún no llega, pero Luis Nuñez advierte que los los efectos por estas muertes tendrán su impacto en la sociedad mexicana.
La periodista michoacana Záyin Villavicencio contó así su propia experiencia. Su madre, Gloria Sánchez, a quien describió como “la mejor abuela del mundo”, fue la segunda persona fallecida a causa de la enfermedad en el estado de Michoacán:
<<Yo misma no lo creo, ésta vez la realidad me alcanzó, y de pronto, estaba sola en la noche en medio de un hospital vacío, rodeada de hombres con trajes blancos, mascarillas y militares(…) no podrás despedirte, no habrá reconocimiento del cuerpo y te prohibirán los abrazos. No habrá flores, ni un funeral. Lo más extraordinario es el dolor, el dolor de ver a tu familia llorar y no poder abrazarlos>>.
Preservar la vida es la enseñanza que deja esta pandemia, dice el académico Luis Núñez. Pasada la emergencia México, asegura, volverá al tiempo de los abrazos.
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