9 de las 15 candidaturas a gubernatura en Morena enfrentan impugnaciones ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Nuevo León, donde se perfila la empresaria Clara Luz Flores, es la que concentra el mayor número con 213.
Aura García
Las candidaturas de Morena para las 15 gubernaturas que estarán en disputa en junio próximo enfrentan resistencia en el propio partido y al menos nueve ya fueron impugnadas tanto por militantes, como por aspirantes que quedaron al margen de la contienda. Incluso, algunos de ellos, quienes no fueron favorecidos por las encuestas decidieron dejar Morena y postularse por un partido o coalición opositora.
La candidatura que más rechazo ha enfrentado hasta ahora corresponde a Nuevo León, con 213 impugnaciones, de acuerdo con información del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Dichos recursos se oponen al nombramiento como candidata de la empresaria Clara Luz Flores, quien militó durante 20 años en el PRI.
Aunque apenas tiene siete impugnaciones, en la lista sigue la candidatura de Raúl Morón en Michoacán. Esta nominación provocó la primera fractura al interior del partido con el senador Cristóbal Arias quien acusa que la designación de Morón se dio al estilo de anteriores gobiernos.
“Nos dijeron que el procedimiento para nominar candidatos a Gobernadores como a diputados y demás puestos de elección popular en Morena serían mediante encuestas. No se aclaró qué empresas harían estas encuestas, con qué periodicidad ni su difusión”.
Senador Cristóbal Arias
El senador detalla que durante un año monitoreó su presencia y aceptación entre la población, y que al menos 42 encuestas externas lo posicionaron como el favorito sobre sus compañeros de partido; pese a ello, Morena le comunicó su derrota sin una sola prueba.
“Por supuesto que fue una simulación y un anuncio falso del que se valió para finalmente acabar con métodos que se le criticaron en antaño a otros partidos, de decisiones cupulares, de decisiones políticas, de dedazos, en fin. Supuestamente habían hecho una encuesta, pero bueno es obvio que no hubo”.
Senador Cristóbal Arias
Para el politólogo y doctor en Teoría Crítica por la UNAM, Emilio Vizarretea, estas situaciones parecen normales dada la relevancia de las candidaturas y la alta demanda que provocan entre los militantes; sin embargo, corresponde a las dirigencias de los partidos mitigar las pugnas internas.
“Cuando ya se toman las decisiones, como en este caso fue el que se llevara a cabo por la vía de la encuesta, pues desde luego que, al no ser suficientemente clara, sobre todo porque no se muestran datos, resultados ni nada, esto provoca que haya inconformes y los inconformes devienen en un verdadero problema y el candidato que surge o el dirigente de partido local o nacional no tiene la capacidad de realizar lo que se conoce como una operación cicatriz. Esto es, tratar de incorporar a sus opositores al trabajo de campaña o compensarlos con algún otro cargo”.
Emilio Vizarretea, doctor en Teoría Crítica por la UNAM
La operación cicatriz a la que refiere el experto también hizo falta en Guerrero, pues la selección como candidato del senador Félix Salgado Macedonio, quien enfrenta acusaciones por presunta violación, derivó en cuatro impugnaciones y diversos reclamos por parte de Pablo Almícar Sandoval, hermano de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval.
En San Luis Potosí, a pesar de que aún no definen la candidatura, hay cuatro recursos de impugnación ante el Tribunal Electoral, uno de ellos precisamente reclama que Morena haya decidido que una mujer debe contender por la gubernatura.
Los cuestionamientos sobre la selección de candidatos no se detienen ahí. En Sinaloa y Zacatecas, están impugnadas las candidaturas de Rubén Rocha Moya y de David Monreal, respectivamente.
Mientras que, en Tlaxcala, Baja California Sur y Chihuahua también hay un recurso en contra. En este último el senador chihuahuense Cruz Pérez Cuéllar acusó que, al exdelegado federal, Juan Carlos Loera de la Rosa, le dieron pase directo a la candidatura.
Para Vizarretea, el que dos tercios de las designaciones enfrenten señalamientos podría poner en jaque los procedimientos de Morena.
La división se refleja incluso en estados donde no existen recursos de impugnación, como Colima, donde el anuncio de que la diputada Índira Vizcaíno se quedaría con la candidatura provocó que la aspirante Claudia Yáñez renunciara a Morena y acusara que el proceso fue una farsa.
Lavinia Núñez Amao, aspirante a la gubernatura de Baja California Sur y Ricardo Arnulfo Mendoza, quien buscó la nominación en Sinaloa, también señalaron opacidad y acuerdos cupulares en la designación de los candidatos al abandonar el partido.
En medio de estos señalamientos, la dirigencia de Morena emitió un boletín el pasado 20 de enero, donde Mario Delgado aseguró que la unidad hacia adentro del partido es clave para lograr el triunfo el 6 de junio, tanto en el Congreso como en los estados.
Sin embargo, sólo cinco entidades de las 15 en juego lograron mayor consenso sobre los candidatos. A dos de ellos los conocemos bien: el exsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, quien va por Sonora y la alcaldesa con licencia de Álvaro Obregón, Layda Sansores, quien contenderá por Campeche. También están el senador Miguel Ángel Navarro, por Nayarit; la alcaldesa de Mexicali, Marina del Pilar Ávila, abanderada en Baja California, y la excandidata a ministra de la Corte, Celia Maya, quien peleará por tercera vez la gubernatura en Querétaro.