La Alta Comisionada de la ONU-DH, Michelle Bachelet, destacó que en dos años se ha tenido un periodo de retroceso en materia de derechos humanos, pero con la pandemia de Covid-19, se agudizaron algunos factores que existían previamente.
Claudia Téllez
En casos excepcionales, como son desastres naturales o la pandemia de Covid-19 que vive el mundo, los gobiernos pueden limitar ciertos derechos de las personas como el de asamblea o la movilidad, pero las restricciones deben ser proporcionales a la situación, aseguró la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Al destacar que ningún país es perfecto porque en todos hay algún nivel de violacion de derechos humanos, la expresidenta de Chile indicó que si bien durante dos años ya se había observado un retroceso en la materia, la contingencia sanitaria propició que diversos factores preexistentes que la generan se agudizaran.
En el webinar “Pandemia y derechos humanos: aportaciones desde la ONU y las universidades jesuitas de América Latina”, Bachelet destacó que durante estos meses de contingencia sanitaria se evidenciaron desigualdades en materia laboral e ingresos, de acceso a la educación, a la salud, así como a las nuevas tecnologías, lo que afecta sobre todo a grupos vulnerables.
No es la pandemia la que produce las desigualdades, no es la pandemia la que produce la pobreza en sí misma, estas son desigualdades, falta de derechos humanos que tienen los países previamente: alta informalidad en el trabajos, en los mercados laborales, falta de sistemas de protección social, es decir, fragilidad en los sistemas democráticos con desconfianza de las personas en la inclusión en la democracia y la política.
Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos
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Señaló que en el contexto de la pandemia, en América Latina y el Caribe, alrededor de 231 millones personas se encuentran en pobreza, 41 millones no tienen empleo y tres millones de niñas y niños no tienen acceso a la educación.
En ese sentido, el rector del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente, Luis Arriaga, destacó la necesidad de una agenda integral para la ampliación de los derechos humanos en particular para los sectores más desprotegidos.
Argumentó que el impacto de la pandemia y las medidas de restricción limitan el ejercicio de derechos en muchos ámbitos, sin embargo, el más visible es la pérdida de actividades generadoras de ingreso.
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