La B Grande de México es cuna de músicos y trovadores, pero también forma parte de la Radio de oro, donde se arrancó con radionovelas producidas por mujeres.
Elsy Cerero
En 1998, nació la radio comedia “Cuatro mujeres” como parte de un laboratorio del dramatismo donde expone la violencia de género y de la mano y voces de actrices de grandes trayectorias: Ana Ofelia Murguía, Margarita Sanz y las fallecidas Marta Aura y Edith González.
Aunque algunas escritoras ya habían planteado las desigualdades de género dentro de la familia y el matrimonio, esta historia de cuatro mujeres, donde una de ellas es violada, rompió los moldes y se revelaron desde la intelectualidad.
Esta producción, como muchas otras, forman parte de la radionovela y la era dorada de la radio en México y que hoy forma parte de los festejos de los 100 años de la B Grande de México.
La conductora y coordinadora de Radio México Internacional, Rita Abreu, como periodista escribió “Las damas con antifaz. Mujeres en la radio 1920-1960”, donde da cuenta de la época de oro de la radio con radio-teatro en la B Grande de México.
“La mayoría de ellas eran damas con una voz-antifaz que resguardaba su identidad, las ideas propias, los posibles deseos de rebeldía hasta que el mundo dio un giro y la radio lentamente hizo sintonía con la liberación femenina”.
Además, recuerda gustosa el trabajo y la contribución que hicieron las mujeres a la radiodifusión mexicana a lo largo de sus primeras décadas.
“Con una personalidad muy destacada en ese ámbito que fue Cura Córdova, ella hizo sus elencos y cuadros de actores y lanzaron obras del teatro de oro español y pasaban los domingos a mitad del día o a las 7:30 de la noche. De ahí se derivaría a las radionovelas, pero la pionera de todos estos géneros dramatúrgicos fue la XEB”.
El papel de las mujeres en las producciones de radio
En los años 80, la B Grande ya dentro del IMER retomó un formato educativo con radionovelas que tenían que ver con las problemáticas del sida o la violencia familiar, entre otros contenidos.
Para Rita Abreu, las mujeres que iniciaron con radio-dramaturgia son las bisabuelas radiofónicas que influyeron y enriquecieron la labor de quienes hoy se plantan frente a un micrófono. Por ello cien años es un verdadero homenaje a la radio y a sus mujeres.
La B Grande, se fortalece y es quien es por su público, especialmente integrado por adultos mayores.
“Ahí está su fortaleza mayor. Esta población que a veces está olvidada, se quedó sin algunas estaciones que escuchaba, emisoras comerciales que cerraron, dejaron de transmitir y que esa población extraña mucho. Tenía programas de contenido, tenían opciones”.
“La B se quedó reinando en ese terreno, así que es muy importante que esa población siga sintiendo que cuenta con una emisora, que se dirige a ellos, que está pendiente de los temas que necesitan. Es una población muy fiel. Que mantiene un vínculo como el de hace cien años”.
La conexión de la B con la audiencia
La XEB en 1985 jugó un papel importante como puente de comunicación con sus radioescuchas.
El 19 de septiembre de ese año el gran sismo que cimbro al entonces Distrito Federal fue un escenario para que la emisora sirviera de enlace de comunicación con la ciudadanía que sufrió la interrupción de las telecomunicaciones.
“Ahí toda la radio se volcó a la atención para hacer enlace entre la población damnificada y los que hacían servicio a iniciativa personal o de iniciativa colectiva de toda la población civil y la radio fue una manera directa y oportuna para dimensionar la tragedia”.
El siglo de la B Grande se sostiene con la creatividad y el compromiso de trabajadores del IMER por mantener esta estación robusta, que cuente con los elementos técnicos necesarios para conservar su programación, como una propuesta vigente, no envejecida, así que ahí está la la B dando las campanadas y sonando bien, sonando joven con sus cien años.
“Me gusta la coincidencia de ver los cien años de una estación pionera y me da mucha emoción con todo el equipo. Celebro mucho que el IMER la haya mantenido así, como es la B Grande de México.
Con mucha emoción de lo que va a pasar el sábado festejando que no ha olvidado a su público, ni la manera de hacer radio. Creo que es el momento de apuntalarla por todos lados”.
Te recomendamos:
Cien años de la XEB: la casa de Pedro Infante, Agustín Lara y los mexicanos