El clavadista mexicano ha sido vitoreado y reconocido por sus logros e incluso ingresó a la Asociación Mexicana de Medallistas Olímpicos.
Jorge Villordo
Con 12 años de experiencia como competidor, llegó Jesús Mena Campos a los Juegos Olímpicos de Seúl, Corea.
Tenía a cuestas 23 títulos nacionales y siete subcampeonatos, seis títulos del Can-Am-Mex y 12 subcampeonatos, cinco primeros lugares y cinco segundos en los Campeonatos Centroamericanos y del Caribe.
Además tenía tres títulos en mundiales infantiles y juveniles y tres segundos lugares.
En esa época, el joven del Estado de México estaba considerado como uno de los mejores clavadistas del orbe; sin embargo, viajó sin Gustavo Osorio, su entrenador de siempre, por temas federativos y con recuerdos que lo mortificaban.
Además le venían sucediendo una serie de imprevistos previo a sus competencias, como cuando en 1979, en Stuttgart, se le rompió la mano. Una vez se voló la uña del pie derecho y en otra se golpeó la cabeza con el trampolín.
En la XXIV Olimpiada, el 18 de septiembre de 1988, Mena clasificó para la final de trampolín, junto con otro mexicano, Jorge Mondragón. Sólo Estados Unidos, México y China colocaron a sus dos clavadistas entre los 12 mejores. Mena cumplió con la salida y evolucionó en el salto, pero falló en su entrada al agua y a pesar de esto, terminó en séptimo lugar olímpico, un sitio detrás de Jorge.
Habría una segunda oportunidad, en la fosa del complejo de Chamshil: la plataforma de 10 metros. El joven de 20 años venció las preliminares con un inicio irregular en los clavados obligatorios terminando en el sitio 13; sin embargo, reaccionó por la noche en los libres y junto con Mondragón clasificaron a la final del día siguiente.
Mena ejecutó un salto de 3.2 grados de dificultad, tres y medio giros y una vuelta y media atrás; su despegue fue bueno, correcta la ejecución y mejor la entrada; sus calificaciones fueron siete y medios y ochos, para un total de 73.92 que lo puso por delante de dos grandes adversario de la época, el soviético Gueorgui Tchogovadze y el alemán democrático Jean Hempel, quienes ejecutaron después de él, pero no fue suficiente para meterse al podio.
No hubo más, Jesús Mena ganó la medalla de bronce con 594.39 puntos, un día como hoy, hace 33 años.
La medalla de plata fue para el chino Ni Xiong, quien fue el líder hasta el décimo y último clavado por delante del estadounidense Greg Louganis que vino de atrás para imponerse, con un total de 638.61 puntos, y quedarse con la medalla de oro, como en Los Ángeles 1984, era doble campeón olímpico, aunque poco después anunció su retiro de las competencias.
Mena regresó, con la consigna de estar en Barcelona 92, donde por cierto fue el abanderado por México, aunque no le fue bien, no accedió a las finales.
Volvió a México para concluir su carrera de abogado, vitoreado por la afición que lo vio partir, ingresó a la Asociación Mexicana de Medallistas Olímpicos que lo reconoció a su vez como el Mejor Deportista del Año, una distinción que un año antes ya había recibido por el Comité Olímpico Internacional quien le dio una mención especial por ser un buen deportista y un mejor estudiante.