Pobreza, desigualdad y violencia son algunos de los múltiples pendientes que deberá enfrentar el próximo gobierno estatal. Unos 2.5 millones de ciudadanos tienen derecho al voto.
Conoce la radiografía sobre los comicios en Guerrero.
Aura García
Violencia, pobreza y desigualdad social enmarcan la historia de Guerrero. Un estado donde las luchas populares se entrecruzan con el clamor de su población para alcanzar la justicia social, una deuda que persiste y que ninguno de sus gobernantes ha podido saldar.
Las cifras muestran el saldo de esa deuda. De sus 3.5 millones de habitantes, dos terceras partes viven en situación de pobreza, es decir, 2.4 millones. Son casi los mismos que el próximo 6 de junio saldrán a las urnas para decidir el rumbo político de la entidad, donde se renovarán la gubernatura, 46 diputaciones y 80 presidencias municipales.
“Hay en el estado de Guerrero una deuda histórica con comunidades indígenas, una deuda histórica con sociedades agrarias, con sectores de la sociedad como el sector estudiantil, el magisterio. Una deuda histórica por supuesto con las mujeres –esta es una entidad que registra altos índices de feminicidio, de violencia de género– y por supuesto que también una sociedad en donde se han registrado altas inestabilidades políticas. Guerrero en su historia reciente también registra muchos gobernadores que no han terminado sus periodos por renuncia o también por acontecimientos de desaparición de poderes, resultado también de crisis políticas”.
Es la voz del doctor Marco Adame Meza, director del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados de la Universidad Autónoma de Guerrero. Entre las renuncias a las que hace referencia está la del perredista Ángel Aguirre, quien tuvo que dejar el cargo ante las presiones políticas por la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa.
Para el politólogo, el estado vive un estancamiento, consecuencia de una clase política que no ha podido renovarse y que se ha erigido en una élite que se mueve detrás de distintos colores partidarios.
“No ha habido en el estado de Guerrero una renovación de la clase política estatal y son los actores políticos de los últimos treinta o cuarenta años los que todavía en este momento están en el escenario político. Y muchos de ellos son como el caso de algunos candidatos que en este momento están en la contienda, pero que su presencia no es reciente. Los nombres que se están presentando en esta contienda electoral son nombres que tienen una presencia en la entidad de más de 35 años y que también en muchos momentos y coyunturas han estado en torno a escenarios de inestabilidad y de crisis como este”.
En ese escenario sobreviven los cacicazgos, esos que han logrado transitar del México autoritario al México de la transición política. También han podido insertarse en la dinámica de los partidos políticos, donde su presencia y poder también evita la renovación de perfiles y por tanto en la forma de gobernar, dice Adame Meza.
Para el profesor Humberto Santos, quien fue director de la Normal “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, la herencia política del estado resta importancia al papel que ha tenido el estado de Guerrero a lo largo de la historia.
“Esa misma clase política ha empobrecido al estado a pesar de las enormes riquezas que tiene, naturales, pero también (las que tiene) de un pueblo generoso, que ha estado en los momentos más luminosos de la historia. Aquí nació este país, aquí en estas tierras los une, aquí se hizo el primer Congreso de Anáhuac, aquí se leyeron los Sentimientos de la Nación, aquí surgió la Revolución de Ayutla que generó nuestra segunda independencia”.
Es un pueblo con vocación de izquierda, dice Santos. Así lo muestran las luchas que han emprendido los guerrerenses por conseguir mejores condiciones sociales, una demanda que no quedará fuera del actual proceso electoral.
¿Quiénes son los candidatos y cómo llegan?
Hasta ahora, siete candidatas y candidatos tienen su lugar asegurado en la contienda, luego de que la panista irma Lilia Garzón Bernal declinara a favor del candidato priista.
Evelyn Salgado, la hija de Félix Salgado Macedonio
La morenista de 39 años, nacida en Iguala, madre de dos hijos, sustituye a su padre Félix Salgado Macedonio en la candidatura, luego de que la autoridad electoral se la cancelara a éste por no haber presentado sus gastos de precampaña. Evelyn Salgado se comprometió a trabajar por Guerrero y dijo que contará con la guía de su padre en caso de ganar el 6 de junio.
Mario Moreno Arcos, un cercano a Aguirre
El abanderado de la alianza entre el PRI y el PRD sigue de cerca a Salgado en la intención del voto, pero su cercanía al ex gobernador Ángel Aguirre, quien dejó el gobierno por las presiones políticas del caso Ayotzinapa, también lo sigue a él. Ambos han sido acusados por posibles actos de corrupción. Aunque asegura que Aguirre no tiene injerencia alguna en su postulación, hay políticos locales que han puesto la lupa en su relación. Algunas de sus promesas son romper con el patriarcado, garantizar el agua potable a toda la población y mejorar la seguridad.
Ruth Zavaleta, con trayectoria capitalina
Es una de las tres mujeres en la contienda. Va por Movimiento Ciudadano, que se perfila en el tercer lugar de las preferencias, de acuerdo con algunas casas encuestadoras. La mayor parte de su trayectoria en el servicio público la ha desarrollado en la Ciudad de México, donde gobernó la alcaldía de Venustiano Carranza, cuando militaba en el PRD. Bajo la consigna de que su candidatura es feminista, entre sus promesas están luchar contra la pobreza, la desigualdad social y la inseguridad.
En la próxima elección también participarán Dolores Huerta Valdovinos, por el Partido Encuentro Social (PES); Ambrosio Guzmán Juárez, por Redes Sociales Progresistas (RSP); Pedro Segura Valladares, de la coalición PT-PVEM, y el ex futbolista y ex alcalde de Coyoacán, Manuel Negrete Arias, junto a Fuerza por México. En la contienda estaba también Irma Lilia Garzón Bernal, del PAN, pero declinó a favor del candidato del PRI.
¿Qué les preocupa a los guerrerenses?
Entre los guerrerenses hay visiones encontradas sobre lo que representa su estado y la oferta de los candidatos. También, hay incredulidad sobre que la llegada de un nuevo gobernante pueda solucionar los problemas que de manera histórica han enfrentado.
“¿Cómo podrías definir a tu estado? ¿Qué dirías de Guerrero?, Corrupto jajaja, desordenado y violento, pues sí se habla mucho de que es peligroso y eso, pero para nosotros es peligroso, para las personas que andan en eso“.
“Ora sí que es un estado bueno, pero yo creo que lo que le ha hecho falta es una mayor educación y necesita tener leyes más severas, porque en este estado cada quien hace su propia ley”.
Escuchamos a Escarlet, una dentista de 28 años de edad, y a Geovany, sargento primero conductor. No se conocen, pero ambos viven en la Costa Grande de Guerrero, una zona donde confluyen la pobreza, las carencias sociales y los conflictos sociales.
El militar no piensa ejercer el voto, pero ella sí, aunque más que estar convencida por alguna de las ofertas de los candidatos, ella admite que su decisión la basa en una tradición familiar, siempre inclinada a votar por candidatos identificados por la izquierda.
A Briseida, una enfermera de 24 años, quien vive en Acapulco, una de las ciudades más importantes de Guerrero, también la guía la herencia política de su familia en esta decisión.
“Yo siento que sí hemos sido un poquito influenciados por los comentarios o por todas las explicaciones que nos dan ellos. Entonces, yo creo que ya es como de familia”.
Sareth, una joven socióloga de la costa chica, ve con buenos ojos que en esta contienda hayan retirado de la contienda a Félix Salgado Macedonio, sobre todo por la situación de violencia que enfrentan las mujeres en el país, aunque la sanción al senador con licencia se deba a una falta administrativa y no responda a las denuncias de violencia de género.
“Considero que la cancelación de Félix Salgado Macedonio es lo mínimo que pudo haber hecho tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador como el INE. La situación de las mujeres, específicamente en México, en cuanto a tasas de feminicidios y número de violaciones al día es grandísima y sería una burla que Félix Salgado Macedonio siguiera en la candidatura para gobernador”.
Para Sareth, el próximo ganador de la contienda debe enfocar su trabajo en atender a dos grupos que han sido excluidos de manera estructural: los pueblos indígenas y la población afrodescendiente, que en Guerrero representa el 8.6 por ciento de la población.
Para ella atender las carencias de esas comunidades y de los campesinos es la clave para superar años de rezago en la entidad que se encamina hacia la elección en un panorama convulso tal y como describen la situación del estado algunos analistas.
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