Los eventos climáticos comienzan a tener efectos en la economía nacional, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda.
Jessica Martínez
Cada vez más los eventos climáticos y sus efectos adquirirán una mayor importancia en el análisis económico nacional, señaló Rodrigo Mariscal, titular de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Durante la Cátedra SHCP, organizada por la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el titular ejemplificó que algunas de estas afectaciones repercuten en los precios y en las actividades económicas:
“El área afectada dentro del territorio nacional por sequía ha venido aumentando y esto va a tener y ha tenido algunos efectos sobre los precios de algunas materias primas, pero también de actividad y precios. Y por otro lado, también se ha visto el estrés hídrico en algunas presas que han tenido una menor capacidad de la que históricamente se había tenido en el pasado”.
Adicionalmente, señaló que observaron una acumulación de choques de oferta, cuyas consecuencias recaen en la actividad económica:
“También estamos viendo que muchos choques de oferta se están conjuntando, están ocurriendo en el mismo tiempo.
Básicamente en 2021 y 2022, no había tantos choques de oferta, aunque sí habían ocurrido, pero ahorita se han venido acumulando demasiados choques que, desde luego, esto va tener o ha tenido efectos en la actividad económica y en los precios.
Este es un factor que, de alguna manera es difícil de prever, pero también es difícil de acomodar porque suceden por factores de distintos tipos.
Hay algunos ejemplos, por ejemplo, escasez de semiconductores, tráfico portuario, interrupciones, cierres fronterizos, o sea, factores que no necesariamente tienen que ver con el orden económico, sino que más bien tienen que ver con un orden político o algún otro tema que la economía lo tiene que resentir o acomodar”.
Acerca de la proyección del déficit público de 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, respondió que se normalizará hacia adelante. Este déficit se da por la culminación de los principales proyectos de la actual administración.
Sin embargo, aseguró que el país cuenta con las condiciones para afrontarlo:
“En el caso de México, pues no tenemos que suponer que vamos a tener déficits de esta magnitud todos los años. Eventualmente estos déficit se van a diluir porque las inversiones que se hacen, los gastos que se hacen, se resuelven. Y si fuese el caso de que hay una brecha que se mantiene, pues esa brecha se decide cómo financiarse.
México tiene una calidad crediticia bastante buena en México, puede, si lo desea, endeudarse. Y no es que esté mal endeudarse, cuando la deuda se utiliza para proyectos que generan retornos en el mediano y largo plazo, es perfectamente bueno hacerlo”.
Nueva reforma fiscal
Respecto a la economía nacional, Mariscal sugirió que una reforma fiscal ayudaría a generar ingresos públicos para satisfacer necesidades del gasto. Consideró que todavía hay espacio para recaudar y hacer mejoras de eficiencia para la tributación, facilitar el sistema y darle más transparencia, pero, precisó, esto dependerá del siguiente gobierno.
El economista recalcó que en el actual sexenio no hubo reforma fiscal de fondo, pero sí cambios en materia judicial para fortalecer el cobro de impuestos.
Por su parte, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, comentó que acordaron la estrategia de corto plazo de la política económica del país.
Consiste en blindar más la economía y fortalecer la confianza de los mercados ante cualquier riesgo de choque externo. Algunos ejemplos serían las próximas elecciones en Estados Unidos, conflictos geopolíticos o altas tasas de interés.
De la O detalló que a mediano y largo plazo prevén aprovechar las oportunidades de más inversión privada. Incluyendo la extranjera para relocalizar plantas y empleos en México con más bienestar.
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