El instituto aprueba su protocolo para prevenir, atender y sancionar el hostigamiento y acoso sexual y laboral.
Adriana Esthela Flores
Desde julio de 2014 hasta marzo de 2020, el INE atendió 777 denuncias por hostigamiento, acoso sexual o laboral y discriminación.
Durante el debate sobre el Protocolo para Prevenir, Atender y Sancionar el Hostigamiento y Acoso Sexual y Laboral del INE, aprobado hoy, se informó que del total de personas atendidas, 451 fueron mujeres y 258 hombres, mientras que 68 personas no dieron información.
El año en que se registraron más casos fue 2018, con 225, mientras que en 2015 hubo 184 y en 2016 hubo 129. El año pasado se registraron 12 casos.
La mayoría de las víctimas son mujeres de 31 a 50 años, con estudios de preparatoria y licenciatura; 30 de las personas no tenían estudios o sólo contaban con la secundaria y hubo nueve casos con maestría y doctorado. Más de 200 eran del área administrativa, seguidas por personal eventual contratado por honorarios.
La consejera Dania Ravel destacó el impacto que ocasionan estas conductas en las personas.
“Es importante tomar en cuenta que identificar este tipo de conductas, sobre todo cuando tienen un componente de género, puede ser complicado debido a que muchos de estos comportamientos provienen de construcciones de género nocivas que lamentablemente están normalizadas. Es justamente por esto que es fundamental la realización de marcos normativos sólidos e integrales que atiendan esas problemáticas, pero que también contribuyen a concientizar y sensibilizar a las personas al respecto”.
Las conductas más denunciadas fueron el acoso sexual, con 575 casos, y el acoso laboral y el hostigamiento, con 82. Del total de quejas, 329 derivaron en quejas formales y 181 fueron desechadas por falta de pruebas. Por estos casos, el INE aplicó 51 sanciones, 31 suspensiones, siete destituciones, cuatro amonestaciones y una persona renunció.
El consejero Martín Faz celebró que el protocolo contemple el teletrabajo, aunque alertó sobre el riesgo de la modalidad presencial.
“Deberá señalarse claramente que en la actual coyuntura sanitaria la modalidad presencial de trabajo bien podría implicar también ciertas modalidades de violencia y hostigamiento laboral, si no se garantiza un espacio seguro de trabajo y un mínimo de medidas de protección y cuidados para quienes asistan a las oficinas, pues estaríamos exponiéndoles a situaciones de riesgo, lo que se traduce en condiciones de violencia laboral”.
El Consejo General del INE aprobó por unanimidad el protocolo, que incluye la identificación de los tipos de violencia en el trabajo, las sugerencias de actuación y una caja de herramientas para el personal que atienda estos casos y que incluye lineamientos para entrevistar a la persona afectada, técnicas de contención emocional, primeros auxilios psicológicos y supervisión clínica y autocuidado.