Zakia Khodadadi y Hossain Rasouli iban a competir en taekwondo, pero el conflicto encabezado por los talibanes ha impedido su salida rumbo a Japón.
Jorge Villordo
El equipo de Afganistán no podrá participar en los Juegos Paralímpicos de Tokio, que comienzan la próxima semana, debido a la crisis por la que atraviesa ese país, anunció el Comité Paralímpico Internacional (CPI).
Tan sólo dos deportistas iban a integrar la delegación afgana, eran los para-taekwondoínes Zakia Khodadadi y Hossain Rasouli. Para la joven de 23 años habría sido su presentación como la primera mujer en representar a Afganistán en una justa de verano, pero los talibanes, opuestos por principio a que las mujeres vayan a la escuela, trabajen o hagan deporte, tomaron Kabul el domingo.
Hasta ahora no hay un pronunciamiento del CPI sobre una eventual ayuda a estos atletas afganos y su cuerpo técnico. Sin embargo, el jefe de misión del Comité Paralímpico de Afganistán, Arian Sadiqi, dijo que las fuerzas estadounidenses se hicieron cargo del control del tráfico aéreo en el aeropuerto de Kabul donde pretendían salir hoy y llegar a Tokio el 17 de agosto.
Comentó que los atletas habían estado tratando de asegurar vuelos, pero los precios se dispararon cuando los talibanes tomaron algunas ciudades.
Los atletas afganos compitieron por primera vez en los Juegos Paralímpicos de 1996, pero nunca han ganado una medalla. Su primer medallista olímpico fue Rohullah Nikpai, cuando ganó el bronce en taekwondo en los Juegos de Pekín 2008, repitiendo la hazaña en Londres 2012.
El caos reina en la ciudad y el miedo se ha apoderado de sus habitantes. El mundo del deporte también pide auxilio: Nilofar Bayat es la capitana del equipo de baloncesto en silla de ruedas de Afganistán. Sufrió las consecuencias de la guerra civil que comenzó en Afganistán en 1992. Cuando tenía dos años, un misil impactó en su casa, mató a su hermano y a ella le causó una lesión en la médula espinal.
La situación que vive Afganistán convierte al colectivo de mujeres y niñas en uno de los más vulnerables. Su objetivo eran los Juegos Paralímpicos de Tokio, pero no lograron la clasificación. Ahora, ante la amenaza talibán, su principal objetivo es huir del país.