Es la primera mujer mexicana en conseguir una plaza olímpica; ahora enfoca sus esfuerzos en prepararse para colarse en el medallero.
Esmeralda Falcón platica con Impacto Deportivo cómo ha sido el trayecto.
Irma Cuevas
La boxeadora Esmeralda Falcón se convirtió en la primera mexicana en la historia en conseguir una plaza olímpica, luego de que calificara para Tokio 2020 en la categoría de los 60 kilogramos.
Falcón encabeza el grupo de boxeadoras que buscarán una presea en la disciplina, que por primera vez incluye a mujeres en el ciclo olímpico.
La mexicana ha luchado contra el estigma de que su deporte es sólo para varones. Inició en el boxeo buscando un gimnasio para practicar kung fu porque desde niña veía las películas de Bruce Lee y quería ser como él.
“Hubo entrenadores que me decían que no entrenaban mujeres, no veían ni pensaban en el futuro de una mujer como boxeadora. El proceso, la formación y el inicio fue con hombres, hasta que llegué al Comité Olímpico Mexicano, entrené con mujeres. La mayoría de los hombres me aceptaban, me integraban, lo chistoso fue que recibí rechazo de mi mismo género, de las mismas mujeres”.
Esmeralda Falcón afirma que siempre se ha puesto retos en su carrera y quiere pasar a la historia del deporte mexicano no sólo por clasificar a Juegos Olímpicos, sino por obtener una medalla.
“Yo quiero hacer historia, quiero ser la primera mujer mexicana que vaya a Juegos Olímpicos, quiero que haya un antes y un después de Esmeralda. Ahora ya tengo la plaza y estoy trabajando por el color de la medalla, quiero estar en el medallero de Tokio”.
En su primer ciclo olímpico, Esmeralda ya consiguió medalla de oro en los Juegos Centroamericanos, obtuvo bronce en los Panamericanos y actualmente entrena en la burbuja del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR).