En el tercer paquete de auditorías del primer año de gobierno de López Obrador se detectaron inconsistencias por 67 mil 498 millones.
Elia Baltazar
En el tercer y último paquete de resultados, que entregó el sábado a la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) halló que hay pendientes de comprobar 67 mil 498 millones de pesos que, sumados a los montos de las entregas anteriores, arrojarían un total de 98 mil 974 millones de pesos.
Durante su presentación ante diputados de la Comisión de Vigilancia, el auditor superior David Colmenares destacó que por primera vez se revisó la integración de la cuenta pública en su apartado de gasto federalizado, en el que detectaron irregularidades por 28 mil 730.38 millones de pesos.
No obstante, por grupo funcional, el que corresponde a desarrollo económico y que incluye a las empresas productivas del Estado y a las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural, Turismo, Comunicaciones y Transportes, entre otras, presentó el mayor monto de irregularidades por un total de 31 mil 572 millones de pesos.
Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México
En esta tercera entrega de la Cuenta Pública de 2019, sobresalió el caso Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pues la ASF estimó que la cancelación de la obra en Texcoco, Estado de México, tuvo un costo de 232 por ciento más que lo previsto originalmente por el gobierno federal.
La cifra original era de 100 mil millones de pesos, pero ascendió a 331 mil 996 millones 517 mil pesos y este monto aún podría incrementarse, “ya que no se encuentran identificados ni cuantificados por el grupo aeroportuario los costos adicionales por la liquidación de los contratos pendientes”, anotó la ASF.
Para el caso del nuevo aeropuerto que se ubica en Santa Lucía, la ASF encontró “una brecha entre los recursos requeridos y autorizados” por la Secretaría de Hacienda para la obra, por lo que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha utilizado recursos del Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar para mantener la construcción.
De acuerdo con la respuesta de la Sedena, de 21 mil 000 millones de pesos ejercidos en 2020, 16 mil los tomó de dicho fideicomiso que, a diciembre de 2020, contaba con 30 mil 193 millones de pesos. Pero Sedena “no proporcionó evidencia que justificara dichas cifras”.
Además, de acuerdo con el informe, la Secretaría de Hacienda ha asignado 45.7 por ciento menos recursos que lo establecido en el análisis costo-beneficio del proyecto, pues de los 68 mil millones considerados necesarios para la primera fase del proyecto, sólo ha asignado 31 mil millones de pesos, entre 2019 y 2021.
La ASF advirtió que la insuficiencia de recursos “podría comprometer el cumplimiento de los objetivos, los plazos previstos para el desarrollo (del aeropuerto) y afectar la rentabilidad, generando posibles sobrecostos en su realización”.
Tren Maya
Sobre el Tren Maya, de acuerdo con la ASF, en 2019 ni Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ni Fonatur Tren Maya (FTM) acreditaron contar con un proyecto ejecutivo ni un modelo financiero con el fin de identificar el esquema de financiamiento y las posibles obras y servicios por contratar para el Proyecto Tren Maya.
Además, Fonatur realizó una integración incorrecta de precios unitarios por 50.3 mdp y duplicó pagos a personal directivo y técnico, toda vez que se encontraban tanto en los costos indirectos como en cada una de las matrices de los precios unitarios, lo cual generó un pago indebido de 8.9 mdp en el contrato de Ingeniería Básica.
Refinería de Dos Bocas
Respecto de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, la ASF encontró “fuera de norma” casi todas las adquisiciones para su construcción, así como falta de análisis de riesgos ambientales y de inundaciones y 75 millones de pesos (2% de su inversión) por comprobar, de un total de inversión de 4,063 millones de pesos.
De acuerdo con el resultado de seis autorías aplicadas a la obra, la premura para el arranque de su construcción impidió que se especificaran medidas de mitigación y se evaluaran los efectos derivados de los riesgos ambientales de la zona, “en particular el riesgo de inundabilidad”.
La ASF anotó que ya el proyecto de inversión advertía que “el sitio presentaba lluvias abundantes en verano, tenía un alto riesgo de inundaciones, el suelo era salino y arenoso, constantemente debían dragarse las terminales del puerto, y existían áreas de poca altitud que podían erosionarse provocando alteraciones del lugar”.
Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec
Respecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, la ASF afirmó que no hay “elementos suficientes” que permitan evaluar las proyecciones de aumento en el transporte de carga entre los puertos de Salina Cruz, en Oaxaca, y Coatzacoalcos, en Veracruz.
El proyecto, que está sustentado en un estudio elaborado por la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), planteó que con el ferrocarril entre ambos puertos la demanda de carga pasaría de 400 millones de toneladas anuales a 4 mil 334 millones de toneladas, lo que significaría un incremento de 982%.
La ASF también halló que al absorber el proyecto de infraestructura de Ferrocarriles del Istmo de Tehuantepec (FIT) para corregir la “línea Z” que recorre los 206 kilómetros entre Salinas Cruz y Coatzcacoalcos, se quintuplicó el monto del proyecto, el cual pasó de 645 millones de pesos a 4 mil 164 millones de pesos.
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