El encuentro tiene lugar en medio de una campaña gubernamental de advertencia sobre los efectos que las bebidas azucaradas tienen en la salud de las y lo mexicanos, especialmente en el contexto de la pandemia de Covid-19.
Adriana Flores
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó a través de sus redes sociales que se reunió con el director ejecutivo a nivel mundial de Coca-Cola, James Quincey.
En su publicación, el presidente explicó que hablaron de varios temascomo apoyo a pequeños comerciantes, impuestos, la campaña de orientación nutricional, etiquetado e inversiones. “Fue un diálogo respetuoso, constructivo y franco”, aseguró el mandatario.
En días recientes, la compañía internacional ha promovido en sus redes sociales el apoyo para la conversión digital de 700 mil “tienditas” en México.
La visita ocurre a sólo nueve días de que entre en vigor la reforma a la Norma Oficial Mexicana 051 referente al nuevo etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas, que informará sobre el contenido nutricional de los productos ultraprocesados y contra la que en agosto pasado Coca Cola-Femsa promovió un amparo.
Además, hace sólo dos meses, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, calificó a los refrescos azucarados como “veneno embotellado”, debido a que la pandemia de Covid-19 en México está relacionada con los altos niveles de diabetes y obesidad en la población.
Un análisis reciente del Instituto Nacional de Salud Pública, difundido en agosto, indicó que en México, entre el 66 y el 91 por ciento de la población obtiene más del 10 por ciento del total de las calorías que ingiere a través de azúcares añadidos, siendo las bebidas azucaradas las que aportan el 70% de estos azúcares.
Es decir, las bebidas azucaradas con impuesto aportan más de la mitad de los azúcares adicionados a la dieta de los mexicanos (46% de los refrescos carbonatados, 11% de las bebidas azucaradas no carbonatadas y 12% de las leches con azúcar).