Foto: Lenin Ocampo
La radio fue uno de los primeros medios a los que llegó el llamado de auxilio de los estudiantes normalistas en la Noche de Iguala. “Nos están matando”, dijo una voz.
Ese 26 de septiembre, a los teléfonos de Radio Universidad de Guerrero entraron al menos tres llamadas en las que los estudiantes relataron lo que ocurría en la esquina de Periférico Norte y la calle Juan N. Álvarez. Esto es lo que recuerda Lenin Ocampo, quien esa noche conducía su programa de rock Ático 840.
En una de las llamadas, uno de los jóvenes -que eso sí me acuerdo que dijo que se llamaba Carlos- estaba pidiendo la presencia de los policías estatales y hacía un llamado hacia el gobernador Ángel Aguirre para que les mandara seguridad porque ellos ya querían salir de Iguala. Era la exigencia que hacían en la radio.
La segunda llamada fue cuando ya los atacaron a balazos y estaban denunciando… La última llamada fue en la conferencia de prensa que en medio de ese momento los agarraron a balazos.
Tan pronto despidió el programa de radio. Lenin acordó con sus compañeros periodistas trasladarse a Iguala para documentar lo ocurrido. A la entrada de aquel municipio los sorprendió un retén de la policía municipal y la advertencia de que si decidían entrar sería bajo su propia responsabilidad. El grupo avanzó.
A su llegada, Lenin tomó su cámara y captó una de las primeras fotografías que circuló aquella noche. El cuerpo inmóvil de un joven sobre el asfalto y al fondo dos automóviles chocados. Las luces de una patrulla iluminaban la escena.
Hasta ese momento, Lenin pensó que se trataba de una escena más de la violencia que por años ha azotado a su estado, Guerrero.
En ese momento no vi la magnitud de lo que iba a pasar. En Guerrero es tradición la represión a los estudiantes. Al final nunca pensé que después de esa fotografía la situación en este contexto de los jóvenes de Ayotzinapa iba a cambiar. Pero nunca, nunca, se nos pasó en la mente de que iba a haber 43 jóvenes desaparecidos. Bueno esa fotografía que yo tomé nunca pensé que iba a repercutir tanto. Es un parteaguas para el Estado mexicano lo que pasó con los 43 allá en Iguala.
Esa noche, Lenin no descansó y todo ese año se dedicó a documentar con su cámara cada una de las protestas, diligencias y reuniones que desató aquel caso.
A seis años, comparte con IMER Noticias cuáles han sido los momentos más significativos que ha captado con su cámara en cada una de sus coberturas.
¿Hay alguna fotografía que describa la lucha por la justicia en el caso Ayotzinapa?
Hay una de un compañero, no recuerdo el nombre. Tiene una foto donde un padre, don Margarito, va con una onda, dándole vuelta a la onda y enfrente tiene un grupo de militares a parte también con gas lacrimógeno y con la onda está dándole vuelta para soltar la piedra y no es mía pero se me hace muy emblemática, porque lleva la onda con los militares que tienen su gas lacrimógeno. Es una foto que no es mía, pero se me hace muy emblemática, porque es el padre enfrentándose al equipo antimotín del Ejército mexicano en el 27 batallón donde los padres creen que sus hijos fueron llevados.
¿Qué fue lo que cambió en Iguala después de aquél día?
Da un giro nuestra información, también empiezan los levantamientos de las policías comunitarias. Hay muchos levantamientos de las policías comunitarias, que aprovechan también para ellos levantarse en armas y sacar los grupos armados que operaban en la zona. Es cuando nacen también las policías comunitarias, las autodefensas. También viene un cambio de información sino era Ayotzinapa, levantamientos de muchas comunidades.
¿Y en tu labor?
Lejos de que se terminara con el crimen organizado como que agarraron más fuerza. Nosotros podrámos salir a trabajar sin problema y ahora ya no ya tenemos ciertas restricciones para ir a alguna zona. Ya no podemos ir a lugares a donde podíamos ir antes. Porque prácticamente están totmados por grupos del cirmen organizado. En este caso en las fronteras con Michoacán en la tierra caliente en la misma zona norte siempre es en grupo. Y después de las seis siete de la tarde
Fuiste uno de los fotógrafos que colaboró con el Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes, ¿cómo fue esa experiencia?
Tomé una de las fotos donde va el detenido en el río donde supuestamente habían arrojado las cenizas de estos estudiantes. En ese momento yo no sabía que estaba prohibido, yo publiqué la foto. Yo coopere en esta investigación del GIEI y siento que de ahí vino una represión de parte del gobierno federal, me querían como que inventar, culpar de algo que no había hecho como un escarmiento . De ahí el segundo informe de este grupo se basa en esta cuestión de que Tomás Zerón lleva a una persona que está fuera de la ley y hoy es uno de los prófugos de esta investigación.
¿Cómo lograste captar ese momento?
En este caso, un compañero otros compañeros decidimos movernos en el basurero de Cocula. Un compañero vio el helicóptero y dijo ‘vamos a ver’. El helicóptero baja en una cancha. Baja Tomás Zerón con esta persona. En ese momento uno de los compañeros le pregunta algo, él dijo que no se podía grabar. Lo que yo recuerdo es que un tipo como de unos dos metros llevaban a otro de 1.70 metros, creo que le decían ‘El pato’. El tipo llevaba un arma distinta a la que ocupa el ejército. Iban vestidos de traje, lo iban llevando por el Río San Juan.
Lo que yo logré percibir que el joven les estaba señalando lugares. Como si estuviera describiendo lo que hizo. Lo que yo vi es que él se agacha y hace como que tira una bolsa. Ya de ahí llegan policías. Yo tomé a Tomás Zerón que estaba hablando por teléfono. Dos elementos que después fue la segunda investigación que hizo el GIEI no tenían porque haber sacado al lugar.
¿Qué postal ofrece Iguala a seis años de aquella noche?
En Iguala salieron varias personas implicadas entre ellos policías municipales de Iguala y también algunos jefes del cártel de Guerreros Unidos y que se intensificó después de su salida en esta zona de Iguala la violencia, en la zona norte de Guerrero y que actualmente sigue. No ha cambiado nada. La situación de violencia en el estado en lugar de haber bajado después de los 43 ha ido subiendo. Hay más enfrentamientos entre grupos que se están peleando en esta zona y en este caso Iguala es una de las zonas que está en el ojo del huracán, diario hay muertos, diario hay enfrentamientos.
Es esa violencia, la que cada día Lenin Ocampo retrata con su cámara y que cuando ocurrió la noche de Iguala le impidió mirar las repercusiones de ese caso, que hoy sigue cubriendo como parte de su labor.