De acuerdo con el Informe “Planeta Vivo”, del Fondo Mundial para la Naturaleza, esta región ha perdido el 94 por ciento de las especies monitoreadas desde 1970.
Kayleigh Bistrain Alcázar
La pérdida de biodiversidad a nivel mundial está ocurriendo a una velocidad sin precedentes, afectando la salud del planeta y, por ende, la de los seres humanos. En América Latina, el porcentaje de pérdida de especies es del 94 por ciento desde 1970, lo que la convierte en la región con mayor disminución y degradación del hábitat.
La edición 2020 del Informe Planeta Vivo, elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), subraya que a nivel mundial hubo una disminución promedio del 68 por ciento en las poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios, entre 1970 y 2020.
El principal motor de pérdida de especies en el mundo es la transformación de sus hábitats para otros usos. En América Latina, este factor representa el 51.2 por ciento de la pérdida de la naturaleza.
Los científicos del WWF explicaron que, hasta cierto punto, es comprensible que América Latina, junto con África y Asia Pacífico sean las regiones con mayores degradaciones de hábitat, porque los cambios más profundos de sus suelos se dieron después de 1970, año cero del informe, mientras que Norteamérica, Europa y Asia Central ya habían pasado por esa etapa.
La principal razón para cambiar el uso de suelo es la producción de alimentos, actividad responsable del 90 por ciento de la deforestación mundial, 29 por ciento de la emisiones globales de gases de efecto invernadero y 52 por ciento de la degradación de los suelos de uso agrícola. Además, para la producción de alimentos se utiliza el 70 por ciento del uso del agua y es causante del 70 y 50 por ciento de la pérdida de biodiversidad terrestre y acuática, respectivamente.
Las otras razones por las que se degrada el hábitat también están relacionadas con la actividad humana, por lo que el WWF apunta a que la solución debe pasar forzosamente por mejorar la relación que los seres humanos tienen con la naturaleza.
Aunque las personas y organizaciones que trabajan por el desarrollo sostenible requiere de todos los sectores y la sociedad, el Fondo Mundial para la Naturaleza destacó el rol de los pueblos indígenas como los principales custodios del patrimonio natural.
Algunas rutas para restaurar la biodiversidad propuestas en el informe son seguir promoviendo instrumentos de protección de áreas naturales, modificar los sistemas de producción de alimentos y cambiar los patrones de consumo.
Información relacionada: Entrevista || Orgánico y Biodiverso: Obio