Luego de la renuncia del primer ministro y su gabinete, Líbano enfrenta la posibilidad de que las facciones políticas mantengan discusiones prolongadas para designar al nuevo gobierno.
IMER Noticias
Las explosión en el puerto de Beirut arrasó con el gobierno libanés. A seis días de la catástrofe, donde al menos 158 personas murieron, más de 6 mil quedaron heridas y 300 mil perdieron su sin hogar, el primer ministro libanés, Hassan Diab, dimitió del cargo.
Su salida se suma a la de todo su gabinete, luego de varios días de protestas en Beirut contra el gobierno del país. En dichas manifestaciones se culpó a la corrupción de la explosión de 2,500 toneladas de nitrato de amonio que se almacenaba en el puerto desde hace seis años.
Los ministros de Información y Medio Ambiente fueron los primeros en presentar su renuncia al cargo el domingo, mientras que la de Justicia dejó el puesto el lunes. Varios legisladores también abandonaron sus escaños. Todos en respuesta a la catástrofe.
¿Qué sigue para el Líbano?
Desde octubre del año pasado, se habían registrado manifestaciones masivas contra la clase política debido a la corrupción y mala gestión. Los reclamos sociales lograron que en diciembre de 2019 se formara un nuevo gabinete, mismo que dimitió tras la explosión en el puerto de Beirut.
Líbano corre riesgo de enfrentar negociaciones prolongadas para definir un nuevo gabinete, de acuerdo con la agencia AP. Antes de renunciar al cargo de primer ministro, Diab había propuesto convocar a elecciones parlamentarias anticipadas en dos meses.
Tras su dimisión, la posibilidad de llevar a cabo comicios parece lejana. Todo indica que serán las facciones políticas quienes discutan la formación del nuevo gabinete.
Este escenario no es ajeno a los libaneses, quienes ya vieron algo similar en octubre del año pasado, cuando Saad Hariri también dejó el puesto de primer ministro en respuesta a las manifestaciones. Luego de meses de disputas entre las facciones políticas, declinaron por Diab.
La renuncia del gobierno encabezado por Diab también aplazó la formulación de reformas que darían respuesta a las demandas de la ciudadanía inconforme.
En un análisis elaborado por la consultora Grupo Eurasia, se planteó como otro escenario para Líbano la creación de un gobierno de expertos independientes. Sin embargo, esta opción enfrentaría el obstáculo del grupo militante Hezbollah por temor a quedar fuera del sistema político del país.