Con motivo de su próximo aniversario 90, la escritora Elena Poniatowska recibió un homenaje en la Fiesta del Libro y la Rosa que organiza la UNAM.
“Vivimos tiempos privilegiados y posiblemente sea los últimos que viva”, dijo la autora al señalar que la comunicación es el primer paso del amor.
Amelia Rojas
Elena Poniatowska recuerda que cuando se inició en el periodismo en 1953, lo hizo en la sección de sociales del Diario Excélsior. Por ello, años después hubo un gran cambio en su trayectoria cuando empezó a recolectar los testimonios que dieron vida a su novela La Noche de Tlatelolco, que empezó a escribir en 1968.
Esta anécdota, fue narrada en el marco de la charla inaugural de la Fiesta del Libro y la Rosa, que celebró con un encuentro con los jóvenes universitarios de la UNAM, los 90 años de vida de la periodista y escritora.
Poniatowska recuerda que la idea del libro fue tras acudir un día después de la matanza a la plaza de las 3 culturas, no lo hizo ese día porque acababa de parir a su hijo Felipe y se encontraba lactando.
“Pero una gran amiga que ya murió y que creo que le debemos muchísimo: la fundadora del teatro obrero y campesino María Alicia Martínez Medrano. Me habló en la noche y me dijo -Elena, tienes que venir, porque hay manchas de sangre en el suelo, en todos los elevadores han perforados, hay vidrios tirados en toda la Plaza de las Tres Culturas y lo más impresionante son los zapatos-.
Entonces, en la mañana siguiente, entre una amamantada de Felipe mi hijo y otra, tempranísimo, al alba a la Plaza de las Tres Culturas y sí era un paisaje después de la batalla. Todavía estaban los tanques, estaba unos soldados vestidos de caqui.
Lo que más le impresionó fue que en la plaza había una cantidad innumerable de zapatos, por lo que se dedicó a recolectar los testimonios que dieron vida a ese libro.
“Entonces esa cantidad de zapatos en el suelo te daba la idea de una guerra, de una carrera, de que la gente había escapado como podía y fue a partir de ese momento, ya empecé a recoger todos los testimonios de la gente que estaban por ahí: el barrendero y cualquiera.
Y también recogí después, vinieron a mi casa, le tengo que rendir un homenaje a María Alicia Martínez Medrano, porque ella me trajo a Margarita Nolasco, que había perdido a su hijo y que se pasó toda la noche gritando su nombre frente a todos los muros.
En la sesión, los jóvenes universitarios, narraron sus experiencias durante la pandemia, los textos con carácter literario relataron la forma en que asumieron el confinamiento. Elena Poniatowska señaló que estos relatos deberían ser publicados y escuchados por más personas, porque la comunicación es un acto de amor.
“La comunicación pues es el primer paso del amor, entonces esto es un ámbito amoroso. Lo ven esta cúpula blanca y estamos viviendo momentos privilegiados. Yo, van a ser posiblemente los últimos que yo viva, porque ya tengo 90 años. Pero creo que podremos recordar una mañana limpia, una mañana transparente, una mañana en que estábamos sentados, así los unos al lado de los otros y oyéndonos”.
Elena Poniatowska celebrara su cumpleaños 90 el próximo 19 de mayo, además de que presentó recientemente el segundo volumen de la novela El amante polaco, una historia que recoge la historia de sus antepasados, Stanislaw Poniatowski, el último rey de Polonia, y también ofrece un panorama del México de la segunda mitad del siglo XX.