“Mujeres del maíz” tiene por objetivo reivindicar la figura de Malintzin, conocida como “La Malinche”, y de la mujer indígena.
Escucha nuestra conversación con Jesusa Rodríguez, directora de teatro, artista y activista, con la producción de José Luis Plascencia.
Alberto Nájar / Aabye Vargas / Laura Velarde
En el marco del Día Internacional de la Traducción, el gobierno federal anunció “Mujeres del maíz”, una serie de eventos en el Zócalo capitalino que tienen por objetivo reivindicar la figura de Malintzin, conocida como “La Malinche”, y de la mujer indígena.
En entrevista para El Acento, la actriz, directora de teatro y activista Jesusa Rodríguez abordó el profundo significado de la reivindicación de la figura de Malinche, en el contexto actual de transformación social y política en México, marcado por la llegada de una mujer a la presidencia por primera vez en la historia del país.
Para Rodríguez, esta reivindicación no es un hecho aislado, sino parte de un movimiento más amplio en el que los pueblos originarios, especialmente las mujeres indígenas, están recuperando el lugar que históricamente se les ha negado.
“Se les despojó de sus tierras, de su cultura, pero no pudieron arrancarles el alma. Las mujeres indígenas lograron preservar su cultura”.
El México profundo resurge
Rodríguez destacó que el país está transitando del “México imaginario” al “México profundo”, donde los pueblos originarios están retomando su voz y su poder.
Expresó que en un contexto en el que se empieza a dejar atrás la visión colonial y patriarcal impuesta desde la conquista, “esto es una revolución espiritual”. En ese sentido adquiere una relevancia simbólica poderosa.
“Quisieron culpar a una mujer indígena, esclava, de toda la conquista. La convirtieron en la traidora, cuando los verdaderos traidores fueron los españoles, que rompieron todos los acuerdos”
Malinche vista desde los pueblos originarios
Contrario a la visión dominante, Rodríguez recalcó que los pueblos originarios no ven a Malinche como traidora.
“En los pueblos, Malinche está en los cerros, en las danzas, en los rituales. Las niñas se sienten orgullosas de representarla”.
Esta perspectiva también es compartida por movimientos como el chicano, que han rechazado la narrativa impuesta desde la historia oficial.
Para la artista, el proceso que se vive actualmente en México exige una reeducación profunda, tanto para hombres como para mujeres, y especialmente en las ciudades, donde hay gran desconocimiento de las culturas originarias.
“Se nos vendió la idea de que éramos bárbaros o acomplejados. Pero nuestras mujeres sostienen al mundo. No sólo a sus hijos o a sus maridos, sino al mundo entero”.
En entrevista, la actriz y activista citó a la arqueóloga Lorena Yurnesa para recordar que las culturas de México “no se consumieron, se consumaron”, y llamó a mirar hacia el pasado prehispánico con orgullo y conocimiento.
El año de la Mujer Indígena
La presidenta, Claudia Sheinbaum, señaló que este 2025, “El año de la Mujer Indígena”. Cierra con esta serie de eventos para reivindicar la importancia histórica de las mujeres indígenas.
Y resaltó la importancia de dar a conocer la verdadera historia de Malintzin, quien por mucho tiempo ha sido llamada traidora y se ha desvirtuado y dementado su labor.
“Este año es el “Año de la Mujer Indígena”, no solamente de las mujeres indígenas, sino en particular de la figura de Malintzin, que a partir del siglo XIX se le configuró como “la traidora”. Particularmente, en Cien años de soledad, Paz la ubica como la madre de esa vejación, violación y traición también”.
En la conferencia estuvieron presentes mujeres indígenas representando a comunidades nahua, mazateca, popoluca, chichimeca y yaqui.
María del Carmen Álvarez, mujer chichimeca, informó sobre las actividades que van desde danzas hasta representaciones y que también tendrán como recinto el Palacio de Bellas Artes; iniciarán el 12 de octubre hasta fin de año.
¿Quién fue Malintzin?
Los caciques de Tabasco entregaron a Malintzin al ejército de Hernán Cortés el 15 de marzo de 1519. A partir de ahí, fungió como mediadora entre españoles e indígenas, y fue traductora de los idiomas maya y azteca.
En la historia, a Malintzin la descalifican por un supuesto romance con Hernán Cortés. Sin embargo, señalan que es poco probable que una mujer con sus características se haya enamorado de su opresor, que nunca dejó de verla como una esclava.
Actividades de “Mujeres del maíz”
También se transmitirá una serie de cápsulas en el Canal 22 sobre el papel importante de la interpretación que hizo Malintzin, así como cápsulas en Radio Educación y en las radios comunitarias del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
Octavio Paz y la visión de la Malinche
La presidenta, Claudia Sheinbaum, recordó que la visión de la figura de la Malinche se consolidó en la obra El laberinto de la soledad, de Octavio Paz, donde el escritor analiza a la Malitzin como un mito.
Aunque no utiliza el término “malinchismo”, Paz la integra a la figura de la Chingada y con ello transforma su imagen en un concepto genérico de la traición en México, encarnado en una mujer histórica y, al mismo tiempo, mítica.
En su ensayo Los hijos de la Malinche, el escritor mexicano expresa esta visión:
“Si la Chingada es una representación de la Madre violada, no me parece forzado asociarla a la Conquista, que fue también una violación, no solamente en el sentido histórico, sino en la carne misma de las indias.
El símbolo de la entrega es doña Malinche, la amante de Cortés. Es verdad que ella se da voluntariamente al Conquistador, pero éste, apenas deja de serle útil, la olvida… El pueblo mexicano no perdona su traición a la Malinche”.