Activistas ambientales demuestran su oposición al importante proyecto petrolero en Alaska aprobado por Joe Biden.
Nara Muñoz Uriarte
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó un importante proyecto de perforación de petróleo y gas en Alaska. El objetivo es producir hasta 180 mil barriles de petróleo al día.
La iniciativa de 8 millones de dólares a cargo de la compañía ConocoPhillips ha sido llamada Proyecto Willow.
Promete crear 250,000 puestos de trabajos en su fase de construcción. Otros 300 empleos se le sumarán de manera permanente cuando esté en funcionamiento y generará inversión local. Sin embargo, ha enfrentado críticas de organizaciones ambientalistas.
Se trata del proyecto petrolero más grande desarrollado en la zona remota de North Slope en Alaska en décadas. Los opositores argumentan que la iniciativa debería detenerse por los impactos climáticos y en la vida silvestre de la región que conllevaría.
La Oficina de Administración de Tierras de Estados Unidos ha calculado que las actividades extractivas generarán hasta 278 millones de toneladas métricas de equivalente de dióxido de carbono (CO2e) durante su vida útil de 30 años. Esto equivale a agregar dos millones de autos a las carreteras estadounidenses cada año.
Polémica y oposición de activistas
Los activistas ambientales argumentan que la aprobación de este desarrollo va en contra de las promesas de Biden de liderar la acción climática en el país.
Going forward with the Willow Project isn't an option if we want to protect our future.@POTUS you must stop Willow in its tracks. Listen to the young people of this country who are asking you to protect their futures.https://t.co/BPWWHJj1Hf
— Congressman Jamaal Bowman (@RepBowman) March 11, 2023
Se han escrito más de un millón de cartas de protesta a la Casa Blanca. Sumado a esto, más de tres millones de personas han firmado una petición de Change.org para detener el Proyecto Willow.
“Es un paso equivocado y será un desastre para la vida silvestre, las tierras, las comunidades y nuestro clima”, dijo el lunes la organización ambiental Sierra Club.
Un joven activista iñuipat de Alaska llamado Sonny Ahk hizo campaña contra el Proyecto Willow, dijo que el desarrollo “catalizará la futura expansión petrolera en el Ártico”.
“Mientras que los ejecutivos de fuera del estado obtienen ganancias récord, los residentes locales deben lidiar con los impactos perjudiciales de estar rodeados de operaciones de perforación masivas”.
Sin embargo, los tres legisladores que representan al estado de Alaska en el Congreso presionaron para que se aprobara el proyecto. Lo dieron a conocer y promovieron como una inversión necesaria para las comunidades de la región.
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