A su regreso a México, Manuel Guerrero afirmó que en Catar hay más personas privadas de su libertad por ser parte de la población LGBT+.
Jennifer Olvera
El británico-mexicano Manuel Guerrero regresó a México tras ser deportado de Catar, donde estuvo privado de su libertad por su orientación sexual.
Guerrero vivía en Catar cuando lo detuvieron el 4 de febrero acusado de posesión de drogas. Sin embargo, su familia y la organización de derechos humanos FairSquare denunciaron que lo arrestaron por su orientación sexual, ya que, pertenece a la comunidad LGBT+.
En marzo logró salir de prisión bajo fianza para continuar su proceso en libertad. Su hermano Enrique afirmó que le colocaron metanfetamina y luego lo “presionaron” para que aceptara que era suya. Sin embargo, en junio, el gobierno qatarí lo sentenció a una multa económica por el supuesto delito de posesión y consumo de metanfetaminas y a la deportación.
En su primer mensaje público, agradeció a su familia, activistas, integrantes de la comunidad LGBT y a organizaciones que financiaron su defensa legal, realizaron la campaña mediática para visibilizar las violaciones a sus derechos humanos y exigir su liberación.
Además, afirmó que su caso es solo uno de muchos y que se debe continuar protegiendo los derechos de la población LGBT+ en Catar.
“Mi caso es solo uno de muchos y es imperativo que utilicemos esta plataforma para arrojar luz sobre las duras realidades que algunas personas de la comunidad LGBT enfrentan en Catar. Catar, siendo uno de los países más ricos del mundo, somete a sus propios ciudadanos a terapias de conversión; mantiene centros de detención en condiciones inhumanas e insalubres, y el mismo Estado no garantiza el debido proceso al promover la tortura física y psicológica, y no provee asesoría legal ni de traducción. Esto no es solo una violación a los derechos humanos, sino también una mancha en la consciencia global”.
Guerrero añadió que su arresto no define quién es, pero refuerza su convicción de seguir luchando.
“Mi arresto no define quien soy, pero sí ha reforzado mi convicción de que debemos seguir luchando por un mundo donde todos, sin importar nuestra orientación sexual o estado de salud, podamos vivir con dignidad y libertad. Soy un entusiasta por naturaleza, apasionado por lo que hago. Hoy esa pasión quiero enfocarla a pasar tiempo con mi familia, amigos, sanar las heridas de los últimos meses. También quiero continuar mi carrera profesional. Quiero cerrar este círculo y continuar adelante con mi vida”.
Enrique Guerrero, defensor de derechos humanos y hermano de Manuel, anunció la creación del Centro Xuma, organización para apoyar casos de violación a derechos humanos que conformarán miembros del comité que impulsó la defensa de Manuel.
“Parte del equipo que ha encabezado la defensa de Manuel llevamos muchos años en la defensa de derechos humanos, luchando contra la injusticia. Conformamos una asociación, una organización de derechos humanos que se llama Centro Xuma. En este espacio tratamos de aglutinar nuestros saberes, nuestros esfuerzos”.
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