A 90 años de su apertura, el Palacio de Bellas Artes ha servido como espacio para las artes, las reuniones sindicales y hasta los informes de gobierno.
Escucha este especial con producción de Gema Hernández
Carolina López Hidalgo
El Palacio de Bellas Artes fue solicitado por el presidente Porfirio Díaz en 1904 al arquitecto Adamo Boari, quien el 12 de marzo presentó los primeros 18 planos del proyecto arquitectónico.
Comenzaron así los trabajos de excavación para los cimientos de lo que sería el Teatro Nacional, dejando atrás y en escombros El Gran Teatro de Santa Anna creado en 1844.
En el marco de las celebraciones del centenario de la independencia de algunas naciones latinoamericanas, la capital mexicana buscó embellecerse con las influencias arquitectónicas de la Europa del siglo XX, así como tener un recinto cultural a la altura de un país en pujanza.
Sin embargo, llegó la Revolución, la construcción de este espacio fue cancelada por la ostentosidad que representaba.
Pasaron tres décadas y en 1932, tomó la obra el arquitecto Federico Mariscal, quien tuvo que mezclar la idea de Art Nouveau original con el Art Decó del momento. Así lo recuerda el historiador Daniel Luna.
“En el siglo XIX se privilegiaba la ópera, la pintura, sobre todo ya entrando al porfiriato el gusto por lo francés fue lo que predominaba en la cultura de la época y en el arte. La Revolución Mexicana vino a cambiar esta idea que la cultura y el arte nos tenían que llegar del extranjero y sobre todo de las grandes, capitales culturales. El Palacio de Bellas Artes es el gran escenario en donde se han dado estas polémicas reyertas culturales, todos estos encuentros entre grupos culturales el Estado tuvo que resolverlo y una manera de resolverlo fue con la creación del INBA en 1946 por el presidente Miguel Alemán.”
Arriba el telón
El telón del Palacio de Bellas Artes se abrió por primera vez el 29 de septiembre de 1934, con la obra “La verdad sospechosa”, del dramaturgo Juan Ruiz de Alarcón. A partir de ese momento, el recinto ha tenido diversas personalidades, siempre acorde con la situación política, social y económica que vivió y vive México y el mundo.
Para la historiadora y museógrafa, Ana Garduño, uno de los periodos más importantes en las artes visuales es el de Carlos Chávez, quien llevó al Museo del Palacio a una gran proyección a nivel nacional e internacional.
“Va a consolidar la imagen de este museo como la galería oficial de la patria para las artes visuales Estará acompañados de Fernando Gamboa, museógrafo, curador, gestor cultural, que se convierte en el personaje más importante para el montaje de exposiciones nacionales e internacionales. El museo se consolida entonces durante bastante tiempo hasta que en 1858 es necesaria una reestructuración al sistema de museos, porque viene un evento que es fundamental para la vida de esta institución: la Bienal Interamericana de Cultura y Grabado.”
A pesar de contar con grandes colecciones, estas se irían perdiendo después de que diversos especialistas se reunieron para analizar el futuro museográfico de México. Entonces, se distribuyeron en distintos espacios con temáticas diferentes.
Luego de esta división y de hacer a un lado la colección, el Palacio de Bellas Artes se convirtió en un espacio para mostrar lo mejor del trabajo visual. Contaba sólo con la colección de murales de artistas como Diego Rivera, con “El hombre controlador del universo”; David Alfaro Siqueiros con “La nueva democracia” y Jorge González Camarena con su mural “La humanidad se libera de la miseria”.
“Se convierte en una galería de exposiciones sin acervo propio, salvo los murales que ustedes están viendo que sí son parte del hacerlo de este espacio, pero que ya no tiene ni dibujo ni grabado ni escultura ni pintura, salvo algunas piezas que están directamente relacionadas con los murales. Realizan las más importantes, las exposiciones consagradas del arte nacional e internacional. En este espacio se da cabida artistas de mediana trayectoria o de amplia trayectoria, se hacen revisiones de artistas del pasado; también se se consagran artistas que están ya en un buen momento de su carrera.”
Sede de reunioes sociales y homenajes
Mientras el recinto contaba con los más avanzados elementos de tecnología, su sala principal, apta para la música, la ópera, la danza y el teatro, en los años 40 fue tomado en los años 40 para los grupos del proletariado y la izquierda mexicana.
“En el Palacio de Bellas Artes se hicieron reuniones de sindicatos, incluso ahí fue la reunión inaugural de la conferencia de trabajadores de América Latina, de políticos del PRI… En 1946, también se hizo ahí una mesa redonda de los marxistas mexicanos de entonces en donde se discutió cuáles eran como las nuevas líneas para estos grupos simpatizantes del proletariado y de la izquierda mexicana.”
Muy cercano a estas fechas falleció Frida Kahlo, una mujer de izquierda, fuerte, de ideales consolidados. Su cuerpo fue velado en el Palacio de Bellas Artes.
Así como Frida Kahlo fueron varios los intelectuales y artistas que tuvieron un homenaje póstumo y de cuerpo presente como Octavio Paz, Carlos Fuentes, Gabriel García Marquez, Carlos Monsivaís, Mario Moreno “Cantinflas”, María Félix, Miguel Aceves Mejía, Roberto Cantoral, Leonora Carrington, Pedro Armendáriz Jr, Chavela Vargas,Manuel Esperón, Carmen Montejo y Joaquín Cordero.
Grandes artistas han pisado el escenario
A lo largo de los años, algunos de los artistas más importantes del mundo, como María Callas, Giuseppe di Stefano, Marcel Marceau y Rudolf Nuréyev, se han presentado en el teatro principal haciendo vibrar el telón que Louis Comfort Tiffany realizó para este espacio y es considerado una joya arquitectónica que muestra una vista de los volcanes, con un peso de más de 22 toneladas.
Un foro que se convirtió en un ícono para la ciudad y el mundo, por donde han pasado cantantes, directores e intérpretes. Otros que pisaron el escenario fueron Montserrat Caballé, Lily Pons,Mario del Monaco, Leonard Warren, Giulietta Simionato, Regina Resnik, y Salvatore Baccaloni, voces únicas e inolvidables.
La ópera ha tenido altas y bajas con las puestas en escena. Lazaro Azar recuerda algunas de las piezas más importantes.
“Se pondera mucho algo que en su momento no fue del gusto de todos que fue la tetralogía wagneriana que dirigió Sergio vela y que fue afinándose de la primera entrega a la última. En la primera vio una idea muy acartonada de cómo se quería y lo más criticado que fue las máscaras que les impuso a los cantantes que quitaban la proyección de la voz. Pero también a Sergio Vera tenemos que agradecerle una puesta, La Flauta Mágica. Para mí, la mejor que se ha montado en Bellas Artes fue ‘Muerte en Venecia’. Hemos tenido de todo y podemos estar muy orgullosos de de algunas de las cosas que se han hecho ahí.”
Y las voces populares
También se presentaron Pedro Infante en 1944, en un homenaje a la recién fallecida cantante y actriz Lucha Reyes, acompañado por Tito Guizar y Mariachi Vargas. Posteriormente Lola Beltrán, presentada por Carlos Monsivais, quien la llamó “Nuestra Señora”, y Carlos Fuentes: “La señora de la gran voz”. Esta fue la primera vez que una mujer cantaba música ranchera en este recinto.
Le han seguido cantores como Alejandro Fernández, Chavela Vargas y Juan Gabriel, este último es recordado como uno de los espectáculos más memorables de los últimos años.
“Cuando se presentó Juan Gabriel mucha gente alzó la nariz; Juan Gabriel se presentó y se sacó muchísimo dinero que se destinó a renovar los instrumentos de la Sinfónica Nacional. Había que ver de qué manera lograr ese ese recurso y fue espléndido. De las cosas que recuerdo, cuando Miguel Alemán hijo era gobernador de Veracruz se dedicó a hacer homenajes a Agustín Lara, hubo homenajes en el Palacio de Bellas Artes que fueron fabulosos, porque con Nacho Toscano hicieron programas en los cuales metieron ahí desde Guadalupe Pineda y María Victoria, Olga Guillot, Lola Beltrán y eso me parece bien.”
Los primeros 90 años
Hoy México celebra 90 años de tener un espacio para la diversidad, la creación, su cultura, la danza, las artes visuales.
Celebra a lo grande con los organismos que le componen en las diversas disciplinas que se exponen, hay retos que debe de consolidar como impulsar el teatro y resguardar sus muros y su belleza, comenta Lazaro Azar.
“Mi muy adorado maestro, José Antonio Alcaraz, solía decir que el Palacio de Bellas Artes era la vitrina donde podíamos ver la situación real del país. Lo mejor que teníamos en cada momento era lo que veíamos. Creo que, de entrada, urge rehabilitar y devolver al palacio el lustre que merece. Finalmente quitaron una concha acústica que, desde el día que se inauguró, se comentó lo fea que era, no era la mejor concha acústica. En esta administración se cambió por otra, eso ha mejorado”.
Desde 1934, el Palacio de Bellas Artes ha sido testigo y protagonista de las grandes historias del arte en México.
— Museo del Palacio de Bellas Artes (@mbellasartes) September 29, 2024
¡Feliz cumpleaños, @PalacioOficial 🥳!
Hoy es un #DomingoDeMuseos especial. Ven con tu familia y amigos, la entrada es libre.
Te esperamos de 10 a 18 h.… pic.twitter.com/Wefnr6WGgd
El máximo recinto cultural ha tenido un espacio para los pensadores y escritores más importantes de México como Elena Garro, Elena Poniatowska, Octavio Paz, Juan Rulfo , Carlos Monsiváis, Carlos Fuentes, Juan José Arreola, Pita Amor, Emilio Carballido, Fernando del Paso, Jaime Sabines, José Emilio Pacheco y cientos más que han charlado, leído y expresado su trabajo literario.
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