Aunque este fenómeno no discrimina edad o sexo, en una sociedad en donde prevalecen las desigualdades de género, las mujeres enfrentan mayores violaciones a derechos humanos.
Escucha las historias de desplazamiento interno forzado de mujeres triquis.
Citlalli López
Juana, María y Ana*, indígenas de Oaxaca desplazadas hace 15 años por la violencia en la zona triqui, son sólo tres de las muchas mujeres a las que en México las balas, los desastres naturales o los conflictos agrarios las obligaron a dejar sus hogares.
Aunque el desplazamiento forzado interno no discrimina edad o sexo, en una sociedad en donde prevalecen las desigualdades de género las mujeres enfrentan mayores violaciones a derechos humanos.
Pablo Cabada, del área de Desplazamiento Interno Forzado de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, explica que el desplazamiento forzado viola la libre circulación y residencia.
“Hay que pensar la diferencia entre mujeres y niñas, entre mujeres y mujeres embarazadas. Los impactos y los riesgos que cada una de estas condiciones tienen es diferente. El desplazamiento afecta de manera diferenciada a hombres y mujeres”.
“En estos desplazamientos colectivos es complicado que a una mujer se le reconozca como víctima de desplazamiento, además de que las acciones y procesos de reparación no están diseñados ni articulados para atender específicamente estas diferencias, tanto por género como por grupo etario o pertenencia a grupo étnico”.
‘Tuvimos que salir a escondidas’
Este es el testimonio de Juana, quien junto a su familia tuvo que dejar su comunidad en Oaxaca.
“Muchos buscaron la salida, pero yo como vivía más en el centro no tenía la posibilidad de salir, tenía que pasar cerca de ellos, que tenían acorralado todo el pueblo. No tenía posibilidad de salir y me aguanté. Estuve casi un mes y medio, pero a diario eran las amenazas, ya no teníamos que comer, nos quitaron la luz, el agua. De vez en cuando salía a buscar comida con unas madrecitas que estaban en el pueblo. Ellas nos ayudaban con unas verduras, con frijolitos.
Desplazamientos documentados
La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos reportó que de 2016 a 2019, 62 mil 655 nuevas personas abandonaron sus hogares por desplazamiento en 106 episodios recopilados hemerográficamente.
Por la forma en la que se documenta es difícil saber cuántas son mujeres, niñas, niños y adolescentes.
De los 106 episodios, en 45 se informó de la presencia de mujeres, en 66 de familias, en 59 de niñas y niños, en 29 de personas adultas mayores, en 27 de hombres, en 11 de jóvenes y en 10 de mujeres embarazadas.
‘Estamos pidiendo justicia’
Cuando María salió de su comunidad Agua Fría, no traía más ropa que la que llevaba puesta.
“Nos empezaron a regalar un poco de trastes, un poco de ropa, porque cuando salimos de nuestras casas dejamos todo, así como veníamos vestidos nos fuimos de nuestras casas, no nos llevamos nada, y gracias a donde nos refugiaron estamos ahorita, por eso estamos pidiendo justicia. Yo quisiera que volviéramos como antes, regresar a Agua fría, volvernos a ver con la familia, así como estábamos”.
Estados con más desplazamientos
Guerrero, con 35 eventos; Chiapas, con 20; Sinaloa, con 19; Michoacán, con nueve, y Oaxaca, con ocho, son las entidades con mayor cantidad de episodios de desplazamientos internos forzados en México de 2016 a 2019. Asimismo, Guerrero, Chiapas y Oaxaca concentran la mayoría en donde se reportó la presencia de mujeres.
‘En casa estamos a gusto’
Este es el testimonio de Ana:
“Es difícil de vivir en otra comunidad extraña porque no es lo mismo, más cuando uno tiene hijos y casi no hay trabajo, y como no tenemos terreno propio aquí ni como trabajar para poder mantener a nuestros hijos y familias, es difícil. No es igual porque cuando tenemos terreno propio y casa estamos a gusto”.
Por ley, atención integral
Rocío González, jefa de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Segob, explica que tras el reconocimiento oficial del gobierno mexicano de la existencia de este problema, la respuesta institucional fue la elaboración de la Ley General para Prevenir, Atender y Reparar Integralmente del Desplazamiento Forzado Interno.
“La ley mandata la creación de registros de personas en situación de desplazamiento forzado interno, lo que permitirá que contemos con datos oficiales que puedan ser desagregados y analizados, indispensable para poder desarrollar acciones de gobierno. Por otra parte, contempla la creación del mecanismo nacional para prevenir, atender y generar acciones duraderas para el desplazamiento forzado interno, que es un órgano colegiado de carácter permanente”.
La ley contó con la retroalimentación de la sociedad civil, academia y diversas áreas de gobierno y ya se encuentra en el Senado de la República.
“La ley se diseñó para que todas sus partes cuenten con un enfoque de género, un ejemplo de ello se puede observar en la lista de las causales de desplazamiento forzado interno contempladas en la ley, dentro de las cuales se incluye la violencia sexual”.
*Sus nombres fueron cambiados por cuestiones de seguridad y temor a represalias
Créditos:
Reportería y guion: Citlalli López
Ilustración: Adán Vega
Producción: IMER Noticias