Nawal El Saadawi fue reconocida como una de las pensadoras, autoras y activistas en defensa de los derechos de la mujer más radicales e influyentes del mundo árabe.
Carolina López Hidalgo
Considerada como Simone de Beauvoir, por su militancia feminista, sus textos y su inteligencia, Nawal El Saadawi dedicó su vida a la medicina y la lucha contra la mutilación genital femenina; siendo objeto de censura por tratar temas tabúes en Egipto como las mujeres y el sexo, así lo señaló dijo Laura Ahité directora del Centro de producción de lecturas, escrituras y memorias.
«Yo no divido a la gente por su sexo. Divido a la gente por su mente» Nawal El Saadawi
En la prolífica obra de El Saadawi, se destaca la crítica del patriarcado, el capitalismo y la religión; su activismo político ha tenido una honda influencia en los últimos 50 años con reconocimientos a nivel mundial. Una mujer que se convirtió en un icono, así lo dijo la investigadora y periodista Laura Ahité
«Para ser feminista, no basta con ser mujer.» Nawal El Saadawi
Fue una eterna aspirante al Premio Nobel de Literatura por su obra en general, pero en su libro La mujer y el sexo, abordó el “miedo” de la sociedad hacia el cuerpo de las mujeres y el intento continuo de controlarlo bajo pretextos religiosos y políticos, como lo aseveró la historiadora del Colegio Mexiquense, Margarita Vásquez Montaño.
«La opresión a la mujer es universal; la ejerce el sistema patriarcal, económico y religioso.»
Tuvo el cargo de directora de Salud Pública en su país y consejera de la ONU para el programa Mujeres en África. Sus obras fueron publicadas en Líbano porque en Egipto se censuraron.
En los años 70 fue encarcelada por las críticas al régimen del presidente Anwar El Sadat; su trabajo como escritora nunca claudicó y en el encierro con papel de baño y el lápiz de cejas continuó con su labor de cronista y luchadora, y le dio vida a su libro Memorias desde la cárcel de mujeres.
Tras salir de la cárcel y ante las amenazas de los ultraconservadores se fue a vivir a los Estados Unidos ejerciendo como catedrática de distintas universidades y dando vida a obras como La cara oculta de Eva o La caída del imán.
Su nombre fue un referente de lucha y de resistencia, combatió por sus ideales y por un mundo mejor para las mujeres y a pesar de la persecución política, social y religiosa El Saadawi mantuvo sus palabras Un arma que tomo e invitó a tomar, como lo señaló la Maestra en Política Educativa por el IIPE-UNESCO París, Laura Athié.
«El cristianismo, el islamismo y el judaísmo, las tres religiones monoteístas que dominan al mundo, son un sistema machista, racista, militar y fanático que oprime particularmente a las mujeres y a los pobres. En Egipto fuimos colonizados por los británicos y ahora estamos colonizados por los estadounidenses y los europeos. Las mujeres nunca podrán ser liberadas en un país que no esté liberado.»